Reagan lanza su ¨²ltima ofensiva para obtener la aprobaci¨®n de su programa econ¨®mico
La esperada aceptaci¨®n por el Congreso del plan de reducci¨®n de impuestos en EE UU -segundo cap¨ªtulo, junto con los recortes del presupuesto del programa econ¨®mico republicano- fue presentada por el presidente Ronald Reagan como ?el paso m¨¢s crucial de nuestra agenda para la prosperidad americana?.
El presidente, en alocuci¨®n ante los miembros republicanos de la C¨¢mara de Representantes, a?adi¨® que el plan econ¨®mico de su Administraci¨®n ?cambiar¨¢ el curso de la historia?. Las efusivas palabras de Reagan centran la ¨²ltima ofensiva del presidente para que la C¨¢mara de Representantes, con mayor¨ªa dem¨®crata, apruebe esta semana las propuestas de los reaganistas orientadas a una reducci¨®n de impuestos directos del orden del 25 % en los pr¨®ximos 33 meses.Se acompa?ar¨¢ de una gama de reducciones de impuestos para empresas, con bonificaciones para la industria del petr¨®leo, la agricultura y las peque?as empresas. Tambi¨¦n con adoptaciones para que el estrato mayoritario de la sociedad norteamericana, comprendido entre familias con ingresos inferiores a los 50.000 d¨®lares anuales (unos 4,5 millones de pesetas), sean los principales beneficiarios.
Las medidas propuestas por Reagan son objeto de cr¨ªticas por la mayor¨ªa de l¨ªderes dem¨®cratas, junto con los analistas financieros de Wall Street, que temen una escalada de inflaci¨®n en EE UU, consecuencia de la disminuci¨®n de la presi¨®n fiscal. Los dem¨®cratas quieren una reducci¨®n de s¨®lo el 15 % en dos a?os, dejando para el tercero el porcentaje a definir, en funci¨®n de la evoluci¨®n de la econom¨ªa norteamericana.
Las perspectivas se mueven en signos contradictorios, seg¨²n los ¨²ltimos ¨ªndices difundidos en los ¨²ltimos d¨ªas. Por una parte, Reagan recoge buenas noticias en su estrategia de lucha contra la inflaci¨®n, cuya proyecci¨®n para 1981 es del 8,5% (contra 12,4% en 1980), lo que justifica para Washington la continuidad de una pol¨ªtica monetarista de altos tipos de inter¨¦s bancario (casi del 20%), como medida para rebajar la inflaci¨®n. Este mecanismo lo defendi¨® Reagan a ultranza en la ¨²ltima cumbre econ¨®mica occidental de Ottawa, a pesar de las quejas de los principales l¨ªderes de Europa occidental.
Baja el crecimiento
Sin embargo, los indicadores de crecimiento econ¨®mico caen otra vez en EE UU, sumando 1,9 puntos de crecimiento negativo durante el segundo trimestre del a?o en curso, despu¨¦s de una espectacular subida que lleg¨® hasta el 8,6% durante el primer trimestre. Los analistas tambi¨¦n destacan que el ¨ªndice Dow Jones, de valores industriales, considerado como el bar¨®metro de la inversi¨®n estadounidense, ha perdido casi el 9% en los ¨²ltimos tres meses, al caer a 924 puntos esta semana, despu¨¦s de haber alcanzado los 1.015 puntos a ¨²ltimos del pasado mes de marzo.Tambi¨¦n cabe sumar en la lista de aspectos moderadamente positivos la ?salida del t¨²nel? para los fabricantes del sector del autom¨®vil, que, despu¨¦s de sumar p¨¦rdidas hist¨®ricas en los ejercicios de 1980, comienzan a recaudar beneficios para el segundo trimestre de 1981.
La fr¨¢gil Chrysler tuvo un moderado beneficio de 11,6 millones de d¨®lares, y Ford, sesenta millones de d¨®lares. El equipo econ¨®mico de Reagan, inspirado en una vuelta al liberalismo completo para la econom¨ªa norteamericana, conf¨ªa en recoger los primeros frutos de su pol¨¦mica estratagema a mediados del pr¨®ximo a?o. Sus detractores opinan que comporta elevados riesgos de reactivaci¨®n de la inflaci¨®n y penalizaci¨®n para las clases econ¨®micas menos favorecidas, con aumento del desempleo y peligro de conflictos sociales como los vividos hace unas semanas en varias ciudades brit¨¢nicas.
De momento, el presidente Reagan, convencido de su correcta visi¨®n del futuro, intenta ganar la batalla en el Congreso, antes de que senadores y representantes se vayan de vacaciones, a finales de la semana entrante.
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