"Ballet" de madera en la cuarta de feria

Con las carreritas y quiebros y esas jugadas. o lo que sean, ensayadas, en que cruzaban los tres matadores banderilleros para finalmente dejar unos pares bien y los m¨¢s regular, Luis Francisco Spla, Nime?o II y Morenito de Maracay han tapado lo que sin ese ballet de madera hubiera sido una tarde poco afortunada.La corrida de Manuel Camacho, noble pero con poca fuerza, no ha presentado dificultades, con tres toros, cuarto, quinto y tercero, por ese orden, para haber hecho el toreo.

Luis Francisco Spla dej¨® que el picador hiciera una carnicer¨ªa en las tres entradas, que no acabamos de comprender, porque el toro ten¨ªa son. Cuando cogi¨® la muleta se limit¨® a tocarle las orejas y salimos de dudas. No estaba dispuesto a jug¨¢rsela. En el otro, con temple y recorrido y, sobre todo, dejando estar, sac¨® buenos muletazos, pero no estuvo a la altura del toro. Mat¨® bien.

Nime?o II no se centr¨® con el capote, con la muleta expuso en cuatro muletazos de rodilla. Ya de pie, con un toro con poca fuerza, que hab¨ªa que llevarle, no se confi¨®. Fue en el quinto donde logr¨® los muletazos con m¨¢s cadencia y temple de toda la tarde.

Morenito de Maracay estuvo irregular. Bien con el capote en sus dos toros. Descentrado en banderillas en su primero y sin entender a sus dos toros con la muleta.

Hoy, la presidencia ha medido las fuerzas de la corrida y ha cambiado algunos toros con dos entradas al caballo. Como excepci¨®n y recurso que contempla el reglamento le tocamos las palmas; como norma, le censuramos.

Corrida mansa de Campos Pe?a

La corrida de Campos Pe?a, que sustitu¨ªa el domingo a la rechazada de Guardiola, estaba muy en el tipo Villamarta, y su aspecto cariavacado no daba para m¨¢s. Tampoco su trap¨ªo entraba dentro de los m¨ªnimos que hoy valen en Valencia, pues se trataba de una corrida con cuajo, muy hecha, y muy puesta de pitones. Adem¨¢s, mansa y con sentido.

Ruiz Miguel estuvo breve en el trasteo al peligroso primero. En el otro. que al intentar saltar la barrera se deshizo de los cuartos traseros, aunque estuvo bien, no logr¨® que el p¨²blico le tomara en consideraci¨®n.

Copetillo, que llevaba a?os sin vestirse de luces, se jug¨® el tipo frente al peligroso segundo, sin aspavientos, con mucha seriedad. Al: quinto, el m¨¢s ofensivo de la corrida, no logr¨® encontrarle las distancias. Copetillo logr¨® ganarse el respeto de todos.

Lo m¨¢s serio de la actuaci¨®n de El Melenas lo pusieron los toros que estoque¨®. Carece de t¨¦cnica y trata de suplirla con excentricidades que, con toros como los del domingo, a nadie que tenga aprecio por su f¨ªsico y sepa lo que es vestirse de torero se le ocurre.