La fiebre de una noche de ¨®pera en Bayreuth
En la recepci¨®n con motivo de la inauguraci¨®n del Festival de Bayreuth (Rep¨²blica Federal de Alemania), el presidente del Gobierno de Baviera, el socialcristiano Franz Josef Strauss, salud¨® la presencia del presidente del Gobierno espa?ol, Leopoldo Calvo Sotelo, el pasado s¨¢bado, como "presidente de Gobierno de la Rep¨²blica espa?ola".Lo avanzado de la hora (medianoche) y las muchas horas de Wagner, con la representaci¨®n de Trist¨¢n e Isolda, le jugaron una mala pasada a Strauss cuando dio la bienvenida a los hu¨¦spedes m¨¢s prominentes, invitados a una cena fr¨ªa con embutidos y vinos de Franconia.
Los ilustres invitados del Bayreuth 1981 no se comportaron como en 1876, a?o de la inauguraci¨®n del festival, cuando el m¨²sico Chaikovski, indignado, dijo que la comida fue el tema principal de conversaci¨®n de la gente. Se discuti¨® m¨¢s de filetes, patatas fritas y salchichas, que de la m¨²sica de Wagner". El tema de conversaci¨®n en la recepci¨®n de este a?o era "lo bien que se conserva la Begum". Calvo Sotelo coment¨® que "a Kollo se le escuch¨® perfectamente", en contra de lo que aseguraron algunos de los que presenciaron el ensayo general. Ren¨¦ Kollo (Trist¨¢n) fue recibido con una fuerte ovaci¨®n cuando lleg¨® para sentarse a la mesa de los prominentes.
La cr¨ªtica local se mostr¨® complaciente con la representaci¨®n de Trist¨¢n e Isolda. En el Frankfurter Allgemeine, que tiene las mejores p¨¢ginas culturales en alem¨¢n, el cr¨ªtico escribe que Kollo "entr¨® en conflicto en el tercer acto entre la expresi¨®n y la altura de tono".
Sobre la escenificaci¨®n de Jean Pierre Ponnelle, dice el cr¨ªtico que con ¨¦l se sent¨ªan seguros: "No viene de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, no es comunista, no se come a los ni?os peque?os, no odia a ninguno de los grandes maestros, y es uno de los directores de prestigio internacional".
El estreno del director de orquesta israel¨ª Daniel Barenboim se juzga como muy notable, aunque dej¨® claras sus limitaciones Sobre el p¨²blico de Bayreuth escribi¨® el fil¨®sofo Federico Nietzsche, gran amigo de Wagner, que eran "cretinos de la cultura" Bayreuth se enorgullece de que, entre los asistentes al festival, el 74% tiene bachillerato o estudios universitarios.
A lo largo del trayecto, el ch¨®fer comenta indignado los desperfectos en Saadiyet, donde la v¨ªa f¨¦rrea de Tiro a Beirut ha sido machacada por la marina israel¨ª. All¨ª, en Sid¨®n, la mezquita y la iglesia de la ciudad -todo un s¨ªmbolo de la "pol¨ªtica de agresi¨®n israel¨ª a dos bandas", opina el taxista- han sido tocadas por la fuerza a¨¦rea hebrea.
El Ej¨¦rcito liban¨¦s ha sido oficialmente encargado por el Gobierno de reconstruir los puentes, Siria y Arabia Saud¨ª han ofrecido su ayuda material y financiera, respectivamente, pero hasta ahora nada.
Mientras se representaba Trist¨¢n e Isolda, bastante gente fuera del teatro escuchaba la retransmisi¨®n radiof¨®nica y segu¨ªa con libros de notas el transcurso de la obra. Cuando los cantantes lograban un matiz conseguido, algunos pronunciaban un "oh" de admiraci¨®n.
En Bayreuth, casi todas las calles est¨¢n consagradas a la familia Wagner, sus amigos o sus personajes. En el colmo del culto wagneriano, la confiter¨ªa de al lado de la estaci¨®n vend¨ªa cabezas de Wagner de mazap¨¢n. Wagner hasta para com¨¦rselo.
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