Actitud pasiva del Banco de Espa?a mientras el d¨®lar supera las 100 pesetas en el mercado madrile?o
El Banco de Espa?a decidi¨® ayer no intervenir en el mercado cambiario madrile?o, mientras el d¨®lar sobrepasaba la barrera psicol¨®gica de las cien pesetas. Se confirmaron as¨ª los pron¨®sticos, calificados de apresurados y sin fundamenta o tan s¨®lo hace unos meses por las autoridades monetarias, de que la ca¨ªda de la divisa espa?ola iba a superar ampliamente dicha barrera a finales del a?o en curso.
El fixing, o media entre la cotizaci¨®n para el comprador y vendedor de la moneda espa?ola, realizado por el Banco de Espa?a, qued¨® fijado a primera hora de la ma?ana en 100,35 pesetas por d¨®lar, una vez que esta barrera, cuyo efecto es s¨®lo psicol¨®gico, ya fuese superado en la jornada anterior en el mercado neoyorquino. Asimismo, la cotizaci¨®n a plazo superaba esa marca y rondaba las 101 pesetas para el d¨®lar a tres, seis y doce meses. Medios oficiales consultados por EL PAIS restaban importancia del hecho de que la peseta se encuentre en la cotizaci¨®n m¨¢s baja de la historia. ?La moneda espa?ola no hace otra cosa que seguir al resto de las europeas en esta ca¨ªda en cascada, cuyo origen est¨¢ fundamentalmente en la fortaleza del d¨®lar?, manifest¨® un portavoz gubernamental autorizado.
Aunque el argumento es rigurosamente cierto -el d¨®lar bati¨® ayer r¨¦cords, por segundo d¨ªa consecutivo, frente al franco franc¨¦s, el marco alem¨¢n y la libra esterlina-, expertos no relacionados con el Gobierno pon¨ªan de manifiesto que, si bien hay que reconocer la enorme fortaleza del d¨®lar, tambi¨¦n hay que buscar razones intr¨ªnsecas a la propia econom¨ªa espa?ola para explicar la hist¨®rica debilidad de la peseta.
En este sentido, estos mismos medios contrastaban la actitud de no hacer nada del Banco de Espa?a, con la que, a lo largo de la jornada de ayer, adoptaron los principales bancos emisores europeos. As¨ª, el Bundesbank, banco federal alem¨¢n, interven¨ªa fuertemente en el mercado de divisas de Franefort para frenar la subida del d¨®lar. Lo mismo hac¨ªa el banco nacional suizo, y hasta en Holanda su banco emisor se decid¨ªa a intervenir para mantener la cotizaci¨®n del flor¨ªn.
Pese a esta actitud de los bancos centrales, el d¨®lar segu¨ªa batiendo r¨¦cords. En Par¨ªs, la moneda norteamericana superaba la barrera de los seis francos, algo que no ha sucedido desde que hace veinticinco a?os el general De Gaulle creaba el franco nuevo con cien de los antiguos. En la Rep¨²blica Federal de Alemania, el d¨®lar abri¨® ayer en Francofrt a 2,52 marcos y se mantuvo por la l¨ªnea de 2,50 durante toda la jornada.
El fuerte ascenso de la moneda norteamericana hay que buscarlo esta semana en el efecto psicol¨®gico que est¨¢ teniendo en Europa la aprobaci¨®n del plan fiscal del presidente Reagan y el convencimiento entre los expertos de que va a ser incapaz por s¨ª solo de mantener la inflaci¨®n bajo control.
De confirmarse estas previsiones, y los expertos cuentan con ello, el Sistema Federal de la Reserva norteamericano no tendr¨¢ otro remedio que mantener su actual pol¨ªtica monetaria restrictiva, lo que invariablemente evitar¨¢ la ca¨ªda de los altos tipos de inter¨¦s. Con el dinero por las nubes en Estados Unidos es poco previsible que se produzca una fuerte reactivaci¨®n de las econom¨ªas occidentales, al tiempo que tampoco es previsible que vuelvan a Europa los capitales (hot money) que buscan una f¨¢cil y r¨¢pida remuneraci¨®n.
Es as¨ª comprensible que el oro, que ha dejado de ser hace unos meses el centro de atracci¨®n de los especuladores, vea reducido su valor a marchas forzadas. Ayer, la onza de oro se cotizaba en todos los mercados europeos por debajo de los cuatrocientos d¨®lares, valor que apenas llega a la mitad de su cotizaci¨®n hist¨®rica.
Reacciones
En cuanto a la peseta, el hecho de que haya entrado en la barrera de los tres d¨ªgitos apenas caus¨® gran conmoci¨®n en los medios econ¨®micos y monetarios madrile?os, aunque s¨ª produjo cierta satisfacci¨®n en c¨ªrculos relacionados con las industrias y sectores econ¨®micos orientados a la exportaci¨®n. En estos mismos medios se estimaba que el paso de las cien pesetas por d¨®lar no es m¨¢s que un dato anecd¨®tico, ya que la peseta, para ser competitiva en estos momentos, necesita una mayor depreciaci¨®n.
En este sentido, basta resaltar las cifras facilitadas por el propio Ministerio de Hacienda, de su Direcci¨®n General de Aduanas, en las que se puede contemplar la evoluci¨®n del comercio exterior desde primeros de a?o. Seg¨²n estos datos, el sector exterior se encuentra en una situaci¨®n m¨¢s dificil que durante el pasado a?o, pese a que la cotizaci¨®n de la peseta es hoy mucho m¨¢s favorable.
Seg¨²n algunos expertos, el d¨®lar podr¨ªa alcanzar una cotizaci¨®n cercana a las 114 pesetas a finales de a?o, aunque esta cifra muy bien podr¨ªa rondarse a finales del verano, cuando los ingresos en divisas por turismo comiencen a flaquear. Mientras que otros sit¨²an el l¨ªmite en 125 pesetas, caso de los exportadores, lo m¨¢s probable es que la cotizaci¨®n de la peseta se mantenga estable en torno a las cien pesetas, sobre todo si el d¨®lar comienza a declinar a finales del verano, una vez que los tipos de inter¨¦s empiecen a bajar (si lo hacen, lo que es una inc¨®gnita) en Estados Unidos.
En todo caso, algunas fuentes adelantan la tesis de que los responsables monetarios, cuya pol¨ªtica cambiaria en el ¨²ltimo a?o no ha sido muy coherente, podr¨ªan aprovechar la baja del d¨®lar prevista para los ¨²ltimos meses del a?o para dejar flotar la peseta con relaci¨®n al resto de las monedas europeas. No hay, que olvidar, en este sentido, que la peseta se mantiene estable frente a las principales divisas europeas y que el comercio con los pa¨ªses de la CEE, en los primeres seis meses de este a?o, no hace otra cosa que empeorar.
En los seis primeros meses de este a?o, el d¨¦ficit comercial con los pa¨ªses de la CEE fue del orden de los 45.320 millones de pesetas, mientras que este d¨¦ficit era tan s¨®lo de 6.000 millones en el mismo per¨ªodo del a?o anterior. El empeoramiento tiene su origen, en parte, en la pol¨ªtica cambiarla seguida por los responsables de la misma, que ha permitido un fuerte deterioro de la peseta con respecto al d¨®lar, en tanto que se ha mantenido la apreciaci¨®n frente a las monedas europeas.
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