Cruzar estrechos a nado, una "fiebre" veraniega
Cualquier ¨¦poca del a?o es buena para el hombre aventurero, pero el verano presenta unas peculiaridades especiales, sobre todo para realizar el ?m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa? con el agua por medio como elemento principal. Dentro de las muchas haza?as estivales que se proponen los hobres-r¨¦cord, el cruzar a nado los estrechos es una muy importante. Los tragamillas, como se les conoci¨® desde un principio, no se reducen ya al tradicional y casi anticuado canal de la Mancha. O bien se dedican a pasarlo varias veces seguidas o buscan nuevas zonas geogr¨¢ficas.En cualquier caso, la traves¨ªa del canal de la Mancha -iniciada oficialmente a nado en 1875 por el capit¨¢n brit¨¢nico Webb, que hizo los 36 kil¨®metros de Dover a Calais en veintiuna horas y 45 minutos contin¨²a siendo la m¨¢s famosa. El estrecho que separa el Reino Unido de Francia tiene un atractivo especial para cruzarlo de todas las formas imaginables. Recientemente, con el Solar Challenger, avi¨®n propulsado por energ¨ªa solar, lo hizo el norteamericano Stephen Ptacek. Y el ingl¨¦s Nilgel Brendish con uno de motor, pero en vuelo invertido. Y el bar¨®n Arnaud de Rosnay, desaparecido desde sus fracasos en la Polinesia, bati¨® el r¨¦cord en windsurfing,con una hora y 48 minutos.
Otras haza?as
El paso del canal de la Mancha a nado ha tenido innumerables protagonistas. Incluso al cruzarlo doblemente y ni?os de s¨®lo doce a?os. Al igual que para las haza?as de vela con botes de remos o en el citado windsurfing ha servido de entrenamiento o paso obligado antes de mayores aventuras. El pr¨®ximo d¨ªa 17 el argentino Julio Romero intentar¨¢ la doble traves¨ªa, como su compatriota Alberto Albertondo hace a?os. En diciembre de 1980 cubri¨® en 73 horas las ciudades de Goya y Paran¨¢, distantes nada menos que 366 kil¨®metros. El 18 de febrero de este a?o inici¨® su proyecto m¨¢s ambicioso al lanzarse otra vez al Paran¨¢ en Rosario y nadar 420 kil¨®metros en 81 horas hasta llegar el d¨ªa 22 al puerto de Buenos Aires. La ¨²ltima noche, seg¨²n confes¨®. se durmi¨® quince minutos , pero consigui¨® seguir nadando a? ritmo de los remos de los botes que le acompa?aban.Una japonesa de veinti¨²n a?os, estudiante en la Universidad de Waseda, de Tokio, debi¨® intentarlo a finales del mes pasado, sin que se tengan noticias de su resultado. Se hab¨ªa entrenado nadando 42 kil¨®metros entre el puerto de Shimoda y la isla de Oshima, al suroeste de Tokio. Otro estrecho habitual para los tragamillas asi¨¢ticos es el estrecho de Corea, cruzado, por ejemplo, el 11 de agosto del a?o pasado por el surcoreano Cho Oh-ryon, desde Pusan a la isla japonesa de Tsushima, 49,5 kil¨®metros m¨¢s al Sur.
Una manera original de cruzar el canal de la Mancha, por otra parte, puede ser la proyectada por el fakir suizo Mirna Bey -nacido A-ust¨ªn Fournier- en una plancha a vela de clavos. Bey acaba de descender en un trineo, tambi¨¦n sobre clavos, los 1.250 metros -ochocientos de desnivel- del glaciar de Chessjen, en Saas Fee (Valais), a m¨¢s de 3.000 metros de altitud.
Otro suramericano, el argentino Claudio Plit, ha vuelto a ganar la cl¨¢sica Capri-N¨¢poles, oficioso campeonato mundial de largas distancias, aunque esta vez no fuera sobre los 33 kil¨®metros habituales, sino en un recorrido de diecinueve, en el puerto napolitano, debido al fuerte temporal. Es la gran figura, por delante de los egipcios y sirios, grandes especialistas, una vez retirado el norteamericano John Kinsella, campe¨®n ol¨ªmpico de 1.500 metros libres en los Juegos de Montreal.
A mediados de mes, el Chileno V¨ªctor Tibur¨®n Contreras, cuya mayor haza?a estuvo en cruzar las heladas aguas del conflictivo canal del Beagle en el estrecho de Magallanes, menos de cinco terribles kil¨®metros, en 1.28.6, estar¨¢ en Ceuta para nadar los dieciocho kil¨®metros que hay hasta Algeciras a trav¨¦s del estrecho de Gibraltar. En el Beagle, que ya pas¨® bajo el agua un japon¨¦s el a?o pasado, se hizo famosa la fornida norteamericana Lynne Cox, que en 1976, a los diecinueve a?os, realiz¨® ese mismo recorrido en 1.2. Ese mismo a?o hab¨ªa superado el r¨¦cord del estrecho de Oerensund, que separa Dinamarca de Suecia. Demostr¨® tambi¨¦n su categor¨ªa al cruzar el estrecho de su apellido, que separa las dos grandes islas de Nueva Zelanda, en 12.3. S¨®lo tres hombres lo consiguieron antes que ella. En el canal de la Mancha, donde el r¨¦cord absoluto de la traves¨ªa m¨¢s r¨¢pida lo tiene el egipcio Nasser El Shazil en 8.45, ella hizo 9.57. Desde luego, tuvo m¨¢s ¨¦xitos espaciados que su compatriota Diana Nyad, a la que el cansancio y los tiburones no dejaron ir de Cuba a Florida, en 1978, pero que s¨ª asombr¨® al mundo en agosto de 1979 al cubrir la distancia m¨¢s grande conseguida por hombre o mujer: 900 kil¨®metros de las Bahamas a Florida. En r¨ªos, otro araentino, Ricardo b Hoffman, mejor¨® en marzo de este a?o la marca mundial de distancia, al nadar, en el siempre ?apropiado? Paran¨¢, los 481,5 kil¨®metros que separan los puertos de Corrientes y Santa Elena en 84.37, es ,decir, a una media de 5,560 kil¨®metros por hora. El diario Pekin Soir publicaba el viernes que dos estudiantes chinos hab¨ªan descendido cerca de setecientos kil¨®metros en diez d¨ªas, por el Yangste.
Ya en Europa, y de nuevo en agua de mar, mientras en Espa?a nadie destaca -s¨®lo empieza ahora el reusense Jordi Cervera- desde las haza?as de Monserrat Treserras y Luis Asensi, s¨ª ocurre en Italia. El tragamillas m¨¢s famoso, Paolo Pinto, que hab¨ªa cruzado, por ejemplo, el estrecho de Otranto, hasta Grecia, al nadar los 83 kil¨®metros de Porticciolo di Castro a la isla de Fanos, en el archirpi¨¦lago de Corf¨², en algo m¨¢s de 39 horas, acaba de pasar el d¨ªa 1 el de Bonifacio, que separa C¨®rcega de Cerde?a -24 millas (44 kilometros)- en veinticuatro horas. Sali¨® del cabo Pertusato, cerca de Bonifacio, y lleg¨® a Porto Cervo.
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