Los cient¨ªficos canarios estudiar¨¢n el polvo c¨®smico sobre datos recogidos ante el eclipse del siglo
?Aunque las condiciones atmosf¨¦ricas pudieron haber evitado que se cumplieran los objetivos cient¨ªficos en su totalidad, s¨ª puedo afirmar que la experiencia vivida ha sido la m¨¢s importante de mi vida?, se?al¨® a EL PAIS Antonio Mampaso a su regreso de la URSS, donde, en compa?¨ªa de Carlos S¨¢nchez-Magro, y en calidad de miembro del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), presenci¨® desde Tarma, en un campamento de le?adores en medio del bosque al sur de Siberia, el eclipse total del Sol (el ¨²ltimo del siglo de sus caracter¨ªsticas) ocurrido el d¨ªa 31 de julio.El oscurecimiento, que se produjo a lo largo de una franja de sesenta kil¨®metros de ancho, desde el mar Negro hasta las proximidades de las islas Hawai, a trav¨¦s de territorio sovi¨¦tico, dur¨® escasamente un minuto y 43 segundos en su c¨¦nit.
El peque?o equipo de cient¨ªficos procedentes de Canarias fue el ¨²nico de Espa?a que recibi¨® autorizaci¨®n oficial para presenciar el ocultamiento del Sol, debido a la superposici¨®n de la Luna entre aqu¨¦l y la Tierra. Una expedici¨®n de Barcelona no cont¨® con similar fortuna, al parecer. Desde el archipi¨¦lago fueron trasladados 430 kilos de instrumental fabricados especialmente para esta ocasi¨®n.
Seg¨²n nuestro informante, las autoridades sovi¨¦ticas facilitaron en todo momento su movimiento a trav¨¦s del pa¨ªs.
En el momento en que se produjo la observaci¨®n del eclipse se pudo advertir c¨®mo los cient¨ªficos de los pa¨ªses socialistas hab¨ªan sido situados en un punto de observaci¨®n reservado, junto a los franceses mientras los ingleses y los eanarlos operaban a distancia de los mismos. Los resultados de los datos recogidos no podr¨¢n conocerse hasta que transcurran alrededor de tres a?os. ?La elaboraci¨®n e interpretaci¨®n de la informaci¨®n cient¨ªfica que recogemos es muy lenta. Por ejemplo, en un pr¨®ximo congreso que se va a celebrar a finales de este a?o en Yugoslavia, vamos a revelar las conclusiones de los estudios realizados en 1978?, indic¨® Mampaso Recio.
La principal finalidad de la presencia de los cient¨ªficos del IAC en Siberia obedec¨ªa a la necesidad de ¨¦stos de recoger datos de la corona solar (plasma de electrones a elevada temperatura), en el infrarrojo, en condiciones muy privilegiadas, con el fin de contrastarlos con los recabados desde el observatorio de Iza?a (el punto m¨¢s alto del pa¨ªs, en Tenerife), en relaci¨®n con un programa de investigaci¨®n conjunto entre el IAC y el Imperial College de Londres, que tiene como objetivo estudiar el polvo c¨®smico existente entre el Sol y la Tierra. El mismo se trata de unos granos, posiblemente compuestos de silicato, del tama?o de una micra, de los que se conoce muy poco. El infrarrojo, un procedimiento para tomar medidas en astrof¨ªsica que se implant¨®, hace quince a?os, permite analizar este polvo c¨®smico con mayor ¨¦xito que otros detectores convencionales anteriores.
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