Altea, recuerdo de Grecia

De Altea se pueden decir muchas cosas... ?buenas, por supuesto!, que yo, deliberadamente, huyo de que sean elogios, porque prefiero ce?irme a la estricta realidad.Por ejemplo, en vez de hablar de la ?vetusta y nobil¨ªsima villa de Altea? prefiero decir llana y simplemente que fue colonia griega, y que en el trato con sus gentes se advierte la nobleza y solera de su raza.

Efectivamente, esta villa es m¨¢s antigua que muchas ciudades espa?olas. Podr¨ªa Altea, parodiando los c¨¦lebres vers¨ªculos del Libro de los Proverbios, decir:

?Cuando Madrid no era todav¨ªa ni siquiera aquel castillo ¨¢rabe, Magerit, que le dio nombre... ?ya exist¨ªa yo! ?.

?Cuando Sant Anderio (Santander) era s¨®lo una pradera en la que los c¨¢ntabros apacentaban sus ganados.... ?ya exist¨ªa yo! ?.

?Qu¨¦ decir de sus primeros pobladores? Iberos sabemos que vivieron en esta tierra, y murieron y se enterraron en el Albir, por ejemplo. ?Y los olcades?, ?anduvieron los olcades por aqu¨ª? Un poco lejos queda la Olcadia (la Alcarria), donde ellos resid¨ªan.

Lo cierto es que el nombre de Althaea se lo pusieron los griegos. Althaea, igual que la hija del rey de Etolia enamorada por Dionysos. ?Tiene ello algo de particular?... ?No quisieron de cir con esto que el sentido dio nislaco de la vida pod¨ªa realizarse aqu¨ª mejor que en ning¨²n otro lugar?...

En abril de 1872, el astr¨®nomo estadounidense Waston tuvo el buen gusto de bautizar con el nombre de Altea el peque?o asteroide que acababa de descubrir.

Pero volvamos a nuestras antig¨¹edades: la palabra Altea tambi¨¦n significa otra cosa, la cosa que m¨¢s me interesa destacar. Pero no ser¨¦ yo quien lo diga, sino que repetir¨¦ lo que le o¨ª decir a un hijo de esta bendita tierra, mientras se fumaba un pitillo sentado entre sus limoneros: ?Aquest lloc es medicina?, es decir, este lugar es medicina...

Yo me re¨ª, pero, queridos visitantes, queridos turistas, si vosotros lo o¨ªs, no os ri¨¢is: ¨¦l sabe lo que dice. El sabe que la palabra Altea viene de la voz griega althos, que quiere decir medicamento, y sabe que no es solamente porque en este lugar haya habido de siempre cantidad de hierbas medicinales, sino porque Altea, ella misma, es, de por s¨ª, medicamento...

As¨ª que, como dije al principio de estas l¨ªneas, para ensalzar a Altea no necesito buscar ning¨²n ep¨ªteto, ning¨²n calificativo, ninguna alabanza. Har¨¦ como aquella gallega que dec¨ªa. ? ?Ay, hombres, hombres.... y os llamo hombres porque no encuentro nada pior que llamaros ... ! ?. Sin querer esto decir que yo est¨¦ o no de acuerdo con la gallega, y pensando en nuestra villa, desde el fondo de mi coraz¨®n, yo tambi¨¦n digo: ?Ay, Altea, Altea ... ! ?Y te llamo Altea porque no encuentro nada mejor que llamarte ... !