El crimen de Pilar
El oto?o previo de la cultura y la vida social parece que lo hemos inaugurado con dos hechos b¨¦licos: el tropiezo Reagan/Gadafi en el Mediterr¨¢neo (los yanquis prefieren bombardear siempre la Atl¨¢ntida de Plat¨®n) y el estreno de El crimen de Cuenca, de Pilar Mir¨® y Lola Salvador, que se firma con pseud¨®nimo masculino, como George Eliot, George Sand Y otras Georges o Georginas del ferninisino rom¨¢ntico y pionero.As¨ª de entrada, me parece que el oto?o madrile?o va a estar retenido por ?lo millitar?: pel¨ªcula de Pilar Mir¨®,renovaci¨®n de la c¨²pula de los Ej¨¦rcitos, juicio 23/F. El crinien de Pilar Mir¨®. bien vista la pel¨ªcula, es mucho m¨¢s que una dentincia de guardias, torturas, o no es eso en absoluto. Es un docuniento de ¨¦poca por el cual vernos que el poder pol¨ªtico (diputado conservador de Cuenea. Fernando Rey), el poder jur¨ªdico Oucz local. H¨¦ctor Alterio) y el poder eclesi¨¢stico (Luis Viv¨®, cada d¨ªa ni¨¢s actor) han decidido escarmentar al pueblo de Ossa, que siciripre vota izquierda. El factor desencadenante fue la desaparici¨®n de un inocente. un supuesto crimen inculpable a dos braceros cazadores y seguramente ?rojos?. Lo que ha pasado a la historia costumbrista de Espa?a como ?el crimen de Cuenca?, y lo que los represores vieron en su d¨ªa como el crimen de Pilar Miro, no es un burdo enfrentamiento guardias/ pueblo, sino una sat¨¢nica y mediocre nianlobra pol¨ªtica de la derecha madrile?a y la derecha local para corregir las malas tendencias electorales de un pueblo conquense. Civiles contra civiles. Administraci¨®n contra administrados. Lo de casi siempre.
As¨ª, a esta luz, me gustar¨ªa ver y que se viera la renovaci¨®n del generalato (dicen que inspirada por militares a lo Alfredo de Vigny: D¨ªez-Alegr¨ªa y Guti¨¦rrez-Mellado). No como una tierra de escalillas. sino corno un ensayo de aprominac¨ª¨®n entre poderes, a fin de que ninguno de ellos pueda ser nunca manipulado por el otro. Y a esta luz, ayer temblorosa y hoy segura, del cine. habr¨ªa que entender el juicio 23/F, cuando sobrevenga: como otro intento de resolver los malentendidos entre la calle y sus guardias, entre el guardia. el civil y la Guardia Civil. Si algo queda incompleto en el 23/F, como en El crimen de Cuenca es la insidia de los civiles en la sombra, el conven cimiento de que toda violencia es ?ideol¨®gica?. y esto puede sostenerse leo¨ªtimainente desde un entendirniento materialista de la Historia. Los profesionales de la fuerza son ideologizados? por los profesionales de las ?ldeas?. El crimen de Cuenca se comete siempre en Madrid. En el estreno, Fernando D¨ªaz-Plaja, Claudia Gravy, Toni Cort¨¦s, Tote Trenas, Mar¨ªa Asquerino (que va a protagonizar mi pr¨®ximo libro). Marisa Paredes, Antonio Casado, Carmen Conde, un ?todo Madrid? de ur.,encia. retinido telef¨®nicam ente en torno a Pilar, su ?crimen? su ni?o. El Cepa, prestinta v¨ªctima de los presuntos asesinos, pienso que winos un poco todos los espa?oles, con la boina calada hasta la retina: ni lentras hacernos una vida an¨®nima, constietudiriaria. cotidiana y a lo mejor feliz, algulen est¨¢ padeciendo por nosotros, porque en nombre nuestro. en nombre del pueblo, del orden, de lo civil, de lo general, se cometen todas las calamidades. Lo m¨¢s c¨®mico de los salvaesparias es que Espa?a casi nunca se entera de ellos. Lo militar, ya digo, parece colorear va una rentr¨¦e que no ha empezado, y el primer encuentro lo gana mi querida PiIar. asi como en contrapartida, Reagan le ha ganado a Gadafi. Pero ser¨ªa l¨®brego persuadirse de que el conflicto de Espa?a es ?lo mil¨ªtar?.
No. Hay civiles en la sombra. gui?¨¢ndose el ojo por encima de los galones m¨¢s honrosos y heroicos. Lo militar se sucede a si mismo saludablemente y el tejerisino se agota en Tejero. El crimen de Cuenca suele ser cosa de civiles.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- 23-F
- Directores cine
- Pilar Miro
- Trama civil golpista
- Nombramientos militares
- Actos militares
- Administraci¨®n militar
- Golpes estado
- Fuerzas armadas
- Empleo
- Gente
- Partidos pol¨ªticos
- Defensa
- Trabajo
- Sociedad
- Cine
- Transici¨®n espa?ola
- Transici¨®n democr¨¢tica
- Conflictos pol¨ªticos
- Historia contempor¨¢nea
- Historia
- Pol¨ªtica