Miguel Angel, h¨¦roe en solitario
Miguel ?ngel estaba condenado al traspaso. La lesi¨®n de Garc¨ªa Rem¨®n le posibilit¨® la renovaci¨®n del contrato. El supuesto tercer portero del equipo tuvo anoche una actuaci¨®n tan feliz que estuvo en la l¨ªnea de aquella ¨¦poca en que ocup¨® la porter¨ªa de la selecci¨®n nacional. Miguel Angel durante los noventa minutos reglamentarios asegur¨® el cero en su porter¨ªa. En el momento casi dram¨¢tico de los penaltis, su actuaci¨®n fue decisiva porque detuvo los dos primeros. Sus dos mayores aciertos se produjeron en los momentos psicol¨®gicamente m¨¢s id¨®neos. Del Madrid vencedor de su torneo, s¨®lo Miguel Angel estuvo a la altura de gran campe¨®n.Miguel Mu?oz dijo del Miguel Angel de los primeros tiempos que era el mejor portero de la provincia de Orense. Miguel Angel que siempre tuvo una gran fe en sus posibilidades cuando regres¨® al Madrid, tras ser cedido al Castell¨®n, supo ganarse la confianza de los t¨¦cnicos. Una lesi¨®n le quit¨® la plaza. Una lesi¨®n y las magn¨ªficas actuaciones que tuvo Garc¨ªa Rem¨®n. Con la baja de Marlano, Miguel Angel ya no tuvo esperanza alguna porque se convirti¨® en suplente de Agust¨ªn, guardameta que estaba destinado a ser el tercer hombre para el Mundial-82.
Miguel Angel anoche jug¨® al f¨²tbol, que es cosa que saben hacer los grandes guardametas, estuvo espl¨¦ndido de reflejos e intuici¨®n, valiente, sereno y siempre perfectamente colocado. Los holandeses, que pecaron de cierta inocencia ante el marco, no obstante dispararon a gol el suficiente n¨²mero de veces para acreditar que Miguel Angel todav¨ªa es gente. Postergarle ahora, pese a que el futuro ya no es suyo, ser¨ªa probablemente una injusticia. Agust¨ªn tendr¨¢ que hacer muchos m¨¢s m¨¦ritos que los contra¨ªdos hasta el momento.
La grata sorpresa de la noche fue la actuaci¨®n del guardameta. La otra fue la sustituci¨®n de Ito. Ahora ya sabemos para qu¨¦ ha fichado el Madrid a este jugador; para que juegue Isidro en su puesto. Ito no estuvo tan brillante anoche durante el tiempo que jug¨® como en la segunda mitad del encuentro del martes, pero a no ser que se hallara extenuado, cosa que no pareci¨® desde las gradas, su retirada no tuvo sentido alguno. Como ocurre que Boskov tiene el tic Isidro ya no hay quien crea en otras razones que los propios caprichos del entrenador.
La poco eficaz presencia de Isidro se not¨® menos que otras veces, porque el Madrid jug¨® mal. Tan mal como el AZ-67. Tan mal que ni siquiera en su porter¨ªa talism¨¢n fue capaz de meter un gol. Tan mal que incluso hombres de probada fortaleza f¨ªsica, como Angel y Stielike. se quedaron sin fuelle. Tan mal que a Camacho, cuando se decidi¨® a salir de la defensa hacia la vanguardia, le dio tiempo a superar a todos sus compa?eros de carrera, aunque la iniciara con notoria desventaja. Camacho se salv¨® de la mediocridad general porque marc¨® espl¨¦ndidamente a Kist, hombre que fue Bota de Oro de Europa, y supo, en algunos momentos, ser el ejemplo de esa raza que siempre se le atribuye al Madrid. Ayer solamente se le supuso.
El Madrid de la final de su torneo no tuvo siquiera los diez minutos de inspiraci¨®n y coraje del martes. El p¨²blico comenz¨® a despertar respecto a la practicidad de Cunningham y le reproch¨® sus poco afortunadas acciones. El p¨²blico comienza a cansarse de esperar las genlalidades del jamaicano. Y se cans¨® tambi¨¦n del juego rampl¨®n y al final de los noventa minutos mostr¨® su disconformidad.
Los holandeses se limitaron a defenderse con m¨¢s orden que el Madrid para convertir en inexpugnable su porter¨ªa. La ¨²nica jugada de aut¨¦ntico m¨¦rito del Madrid fue la protagonizada por Camacho en el minuto 63, que permiti¨® a Santillana disparar con fuerza y fe, aunque sin suerte, porque el bal¨®n se estrell¨® en el larguero.
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