Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez

Al destacarse hoy en su peri¨®dico con la categor¨ªa de titular el nombre de Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez no puedo menos que aplaudir el reconocimiento que de su labor se hace y a?orar que no haya estado presente m¨¢s activamente en la transici¨®n inacabada, porque hubiera puesto ese tinte de moderaci¨®n y cordura que a veces ha faltado. Cierto que ha estado presente en aquellos hombres que bajo su influencia accedieron a la vida p¨²blica en partidos diferentes; pero su autoridad moral y su ejemplo personal ha estado distante. Los que le seguimos, sin ser sus allegados, en la ut¨®pica opci¨®n pol¨ªtica que fracas¨® el 15-J de 1977 creemos efectivamente que no es un "jubilado pol¨ªtico" como ¨¦l dijo, y que el pueblo no puede tener mejor defensor que un hombre intachable, sacrificadol entregado y honesto a carta cabal. Aunque mucho nos tememos los que le admiramos que su humildad y su no querer part¨ªcipar en trapicheos, compadreos y dem¨¢s corredores tortuosos de la pol¨ªtica le dejen una vez m¨¢s en la cuneta y el pueblo se quede sin ¨¦l.Por eso alegra el ver que influyentes disc¨ªpulos y, sin embargo, amigos le recuerdan y le apoyan. ?Ojal¨¢ no sea una voz aislada o un homenaje para el retiro honroso! Joaqu¨ªn Ruiz-Gim¨¦nez se merece un puesto en la vida p¨²blica espa?ola y el pueblo no se sentir¨¢ una vez m¨¢s desencantado; por lo menos, que confie en su defensor./