Modificada la letra de la ley para salvar su esp¨ªritu

Al negociar el reparto del Fondo de Compensaci¨®n Interterritorial dentro de los pactos auton¨®micos, Gobierno y PSOE se vieron en la alternativa de seguir literalmente los criterios de la ley Org¨¢nica de Financiaci¨®n de las Comundades Aut¨®nomas (LOFCA) o respetar m¨¢s el esp¨ªritu que la letra de la ley, seg¨²n consta en los documentos utilizados, a los que ha tenido acceso EL PAIS. La decisi¨®n, muy controvertida, fue salvar el esp¨ªritu. La letra, como han reconocido sus propios redactores, habr¨ªa llevado a una distribuci¨®n de los recursos del fondo m¨¢s regresiva de la que se ha reoistrado durante los ¨²ltimos a?os en la inversi¨®n p¨²blica total.

El hecho ha permitido a los cr¨ªticos del informe de la comisi¨®n de expertos sobre financiaci¨®n de las autonom¨ªas afirmar que los propios autores de la LOFCA instauran el revisionismo de esa ley org¨¢nica, aunque con el meritorio prop¨®sito de impedir el crack del art¨ªculo decimosexto. Por ello, la ley del fondo bosquejada podr¨ªa tildarse de LOFCA bis o de nueva LOFCA, seg¨²n L¨®pez Nieto y Fernando Fern¨¢ndez. Y ambos especialistas han llegado a sugerir la posible inconstitucionalidad.En efecto, el art¨ªculo 16 de la LOFCA se?ala que el fondo se destinar¨¢ a los territorios comparativamente menos desarrollados, estar¨¢ dotado con una cantidad no inferior al 30% de la inversi¨®n p¨²blica para cada ejercicio y se distribuir¨¢ de acuerdo con los criterios siguientes: la inversa de la renta por habitante, la tasa de poblaci¨®n emigrada de los diez ¨²ltimos a?os, el porcentaje de desempleo sobre poblaci¨®n activa, la superficie territorial y el hecho insular. La ley del fondo se extiende a todas las CC AA, alcanza el 40% de la inversi¨®n p¨²blica nueva y al criterio inversamente proporcional al de la renta por habitante y agrega el concepto de la directa para los tres siguientes, no prevista en la LOFCA. Adem¨¢s, se cambia el criterio de tasa de poblaci¨®n emigrada por el de saldo migratorio.

No obstante, la regresividad que preocup¨® a los negociadores de los pactos auton¨®micos, como puede apreciarse al comparar los cuadros 2 y 3, no proced¨ªa de la inversi¨®n destinada a las tres comunidades m¨¢s ricas, sino de lo poco que, a su juicio, recibir¨ªan con el supuesto LOFCA sin correcciones las CC AA mis pobres. Ciertamente, las tres comunidades m¨¢s ricas reunieron, en 1979, un 34,3% de la inversi¨®n p¨²blica, porcentaje similar al de su poblaci¨®n (34,9%), y con la aplicaci¨®n literal de la LOFCA se quedar¨ªan en un 14,5% de los 180.000 millones de pesetas de 1982. Pero ser¨ªan las tres CC AA m¨¢s pobres las que, con un 23, 1 % de la poblaci¨®n, pasar¨ªan de haber recibido un 27% de la inversi¨®n p¨²blica, en 1979, a obtener, en 1982, un 24,4%.

La decisi¨®n final, de acuerdo con el cuadro 3, favorece a las regiones m¨¢s pobres en perjuicio de las ricas, aunque tampoco es la m¨¢s progresiva dentro de las noventa simulaciones utilizadas por los negociadores. As¨ª se garantiza indudablemente mejor el principio de solidaridad. Pero tambi¨¦n suscita las cr¨ªticas de quienes siguen ¨²nicamente la l¨®gica econ¨®mica, as¨ª como la de quienes tendr¨¢n que soportar en mayor medida con sus impuestos el desv¨ªo de fondos hacia las zonas m¨¢s pobres.

El argumento impositivo, as¨ª como el de que la poblaci¨®n emigrada necesita servicios en las zonas de destino y no en las de procedencia, son los utilizados preferentemente contra el reparto del fondo por los nacionalistas catalanes. Por su parte, los vascos indican que est¨¢n de acuerdo con el objetivo de solidaridad, pero no con los criterios pol¨ªticos y t¨¦cnicos aplicados, cuya complejidad no tiene precedentes en otros pa¨ªses.

Al margen de que entre las zonas m¨¢s favorecidas Figuran Andaluc¨ªa y Galicia, ambas en v¨ªsperas de elecciones para los respectivos Parlamentos, a los vascos les duele la rebaja que sufrir¨¢ su presupuesto de inversi¨®n p¨²blica, estimado en unos 4.000 millones de pesetas. Los criterios iniciales de la LOFCA atribu¨ªan al Pa¨ªs Vasco 9.414 millones de pesetas, seg¨²n Luis Uriarte, consejero de Econom¨ªa y Hacienda, mientras que ahora dicha cifra queda reducida a 5.670 millones. De otro lado, el Pa¨ªs Vasco ten¨ªa que aportar originalmente al fondo 11.232 millones de pesetas, mientras que, a partir de ahora, los pactos auton¨®micos les demandan unos 13.500 millones de pesetas.

Los nacionalistas vascos tienen, sin embargo, otros motivos adicionales para rechazar los pactos auton¨®micos. A estas alturas, a nadie se le oculta que no es el fondo el ¨²nico mecanismo que afecta a sus lentejas.

Pr¨®ximo art¨ªculo: El Pa¨ªs Vasco, del privilego al sacrificio