Espa?a exige una mayor participaci¨®n en la defensa de Guinea Ecuatorial

Viene de la primera p¨¢gina

La primera de estas fases estar¨ªa destinada a garantizar la seguridad en Guinea Ecuatorial, para lo cual se hac¨ªa precisa una intensificaci¨®n de la cooperaci¨®n en materias de seguridad y defensa. En este cap¨ªtulo se incluye la visita del inspector de la Polic¨ªa Nacional espa?ola, general Jos¨¦ S¨¢enz de Santamar¨ªa, que llegar¨¢ a Malabo el pr¨®ximo lunes procedente de Las Palmas para una visita oficial a la capital guineana, de tres d¨ªas de duraci¨®n, al frente de una misi¨®n compuesta por militares y oficiales de la Polic¨ªa Nacional de nuestro pa¨ªs. El general S¨¢enz de Santamar¨ªa pr¨®pondr¨¢ al presidente Obiang un plan concreto de actuaci¨®n para la reorganizaci¨®n, de las fuerzas armadas y de seguridad ecuatoguineanas, que incluye el nombramiento de asesores espa?oles "con capacidad ejecutiva" en las unidades militares y de la polic¨ªa de la peque?a Rep¨²blica.

En el plano de la guardia personal del coronel Oblang, lo que propone Espa?a es la creaci¨®n de un cuerpo mixto, compuesto por personal guineano formado en las academias militares espa?olas, junto a algunos miembros procedentes de las compa?¨ªas de la reserva general de la Polic¨ªa Nacional espa?ola. Este acuerdo mixto sustituir¨¢ gradualmente la actual guardia personal marroqu¨ª, que presta servicios de seguridad en la Presidencia de la Rep¨²blica guineana.

La segunda fase del plan prev¨¦ una actuaci¨®n similar en el campo econ¨®mico, con asesores ejecut¨ªvos espa?oles en los distintos departamentos ministeriales guineanos. A este respecto, se ha podido saber que una misi¨®n espa?ola, encabezada por el secretario de Estado para la Econom¨ªa, Agust¨ªn Hidalgo de la Quintana, viajar¨¢ a Malabo el pr¨®ximo 5 de octubre. La tercera fase, una vez puestas en vigor las dos primeras, corresponder¨ªa al desarrollo pol¨ªtico de la antigua colonia espa?ola, con l¨¢ creaci¨®n de una estructura de Estado y de Gobierno constitucionales.

Mart¨ªnez Pujalte manifest¨® a el presidente Obiang que Espaf¨ªa estaba dispuesta a esperar el tiempo necesario hasta que el Gobierno guineano meditase una respuesta e h¨ªciese saber su decisi¨®n a Madrid, pero Obiang dio el mismo s¨¢bado su consentimiento para la puesta en vigor del mismo, y el funcionario espa?ol traslad¨® el pasado lunes la aceptaci¨®n del plan espa?ol por parte guineana al ministro de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca. El Consejo de Ministros, en su reuni¨®n,del viernes, se espera que apruebe una orden ejecutiva por la que se dan instrucciones concretas al general S¨¢enz de Santamar¨ªa para el cumplimiento de su misi¨®n.

Al mismo tiempo, las fuentes oficiales espa?olas citadas han negado categ¨®ricamente que en el mensaje entregado al rey Juan Carlos por el embajador guineano en Madrid se contuviera una petici¨®n del presidente Obiang para el env¨ªo de tropas espa?olas a Guinea Ecuatorial. En el mensaje, y despu¨¦s de referirse a "los s¨®lidos lazos de amistad entre los dos pa¨ªses, dentro de la comunidad hisp¨¢nica de naciones", Obiang se limita a pedir a don Juan Carlos el env¨ªo de un jefe militar espa?ol, concretamente un teniente coronel, que presta sus servicios en la actualidad en el Ministerio de Defensa espa?ol, como jefe de la misi¨®n asesora militar espa?ola en Malabo, "para una mayor eficacia de la colaboraci¨®n militar entre los dos pa¨ªses". Esta petici¨®n fue la que dio pie para que algunos medios especulasen con "una petici¨®n detropas espa?olas". Aparentemente, el citado teniente coronel tiene una gran reputaci¨®n en las fuerzas armadas guineanas, por haber sido profesor de varios cadetes.

Por otra parte, el vicepresidente primero y ministro de Asuntos Exteriores de Malabo, Florencio May¨¦, que se encuentra en Madrid desde el pasado lunes, en ruta hacia Nueva York, donde asistir¨¢ a la Asamblea General de las Naciones Unidas, se entrevist¨¦l ayer por la tarde con el titular de Exteriores espa?ol, P¨¦rez.-Llorca, con el fin de discutir el estado de las relaciones entre los dos pa¨ªses y la profundizaci¨®n de la cooperaci¨®n espa?ola.