OTAN-Espa?a
Con la circulaci¨®n, como buenos de conceptos falsos no hay forma de entenderse. Tal ocurre con lo que subliminalmente introduce una carta publicada en su peri¨®dico el d¨ªa 8 de septiembre del presente a?o, que machaca sobre desvar¨ªos similares aparecidos ya, entre otros lugares, en:- Moci¨®n PCE (posteriormente retirada) en el Ayuntamiento de Brenes (Sevilla) el 31 de mayo de 1981.
- Argumentaci¨®n de? representante del PCE durante el debate en el Pleno del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife el 19 de junio de 1981.
- Y en una hojilla volandera (sin fecha) de las Juventudes Socialistas.
Como responsables de una acci¨®n de informaci¨®n seria que pretende que la sociedad espa?ola entienda el sentido de la decisi¨®n del Gobierno de adherirnos a la Alianza Atl¨¢ntica, quisi¨¦ramos manifestar:
1. Este hecho no impone la ampliaci¨®n o modificaci¨®n del servicio militar. En todo caso, se prestar¨¢ en territorio espa?ol.
2. Con la excepci¨®n que se cita m¨¢s abajo, el Pacto Atl¨¢ntico no consagra trasvases de tropas de un pa¨ªs a otro.
3. De los quince aliados solamente uno muy excepcional (la RFA) mantiene una presencia militar permanente de otros pa¨ªses.
Tres de los cinco prestadores de tropas en ese pa¨ªs (Canad¨¢, Estados Unidos y el Reino Unido) carecen de servicio militar.
4. Cuando ingrese en la OTAN, Espa?a no tiene la menor intenci¨®n de desplazar unidades fuera de su territorio nacional.
5. Igualmente, carece de la menor intenci¨®n de admitir permanentemente otras unidades militares extranjeras que no se deriven de acuerdos bilaterales espec¨ªficos.
6. Los trasvases de tropas carecen, hoy, en Europa del m¨¢s m¨ªnimo sentido militar y defensivo./
jefe de Informaci¨®n de UCD.
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