Cambios en el Gabinete ingl¨¦s
LA REMODELACION del Gobierno Thatcher ven¨ªa fragu¨¢ndose desde hace tiempo; cuando, hace unos meses, cambi¨® algunos puestos se advirti¨® ya que no era m¨¢s que el preludio de una operaci¨®n considerada como de homogeneizaci¨®n, que es la que parece haberse completado ahora. El car¨¢cter homog¨¦neo del Gobierno se ha ido perdiendo a lo largo de los veintiocho meses de poder y como consecuencia del choque con las realidades concretas. Una pol¨ªtica dura en materia econ¨®mica, basada en la posibilidad de contener a los sindicatos a pesar del aumento del paro y de la disminuci¨®n real de los salarios, no ha producido, a los ojos de algunos ministros, los resultados previstos, sino todo lo contrario. El desaf¨ªo abierto de los sindicatos al Gobierno en el ¨²ltimo congreso puede estallar en cualquier momento en una huelga importante, de la que ya hay proleg¨®menos en las tensiones del sector de ferrocarriles.Margaret Thatcher trat¨® de construir su primer Gobierno con las tendencias consideradas modernas e intelectuales del conservadurismo; pens¨® sin duda que su propia fuerza iba a lograr un consenso y a reunificar el partido. No parece que en ning¨²n momento respet¨®, en el seno de? Gobierno, esas tendencias ni pact¨® ning¨²n compromiso; por el contrario, cada vez que uno de sus ministros se expresaba de una manera cr¨ªtica, Thatcher le respondi¨® ¨¢speramente y le redujo al estado de silencio, aludiendo siempre al bien del partido y de la naci¨®n. Los gritos que se contuvieron en los consejos los profieren ahora: algunos se van mirando hacia atr¨¢s con verdadera ira. Alegan que mucha fecundidad se ha perdido en estos tiempos por el esfuerzo de la primera ministra en neutralizar a sus oponentes.
El paso de m¨¢s de la mitad del tiempo de su legislatura, y aun la posibilidad de verse forzada a unas elecciones anticipadas -buscando un momento que le sea m¨¢s favorable que el del t¨¦rmino legal- han debido inspirar a Margaret Thatcher estos cambios: deben preceder a una serie de medidas en su estilo en el campo econ¨®mico y social. Muchos temen que esas medidas precipiten al partido conservador a un abismo del que le sea dif¨ªcil salir.
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