George Price: "La seguridad que ofrece el Reino Unido nos parece suficiente"
George Price, de 52 a?os, con un cierto aire de predicador baptista, es el "padre" de Belice. Como primer ministro del Gobierno aut¨®nomo ha dirigido las negociaciones con Gran Breta?a para llegar u la independencia, que oficialntente ser¨¢ proclamada ma?ana, lunes. La verdadera amenaza para esta nuevo naci¨®n centroamericana se encuentra en Guatemala, pa¨ªs que en su texto constitucional reclama como propio el territorio bclicc?o. Naci¨®n de econom¨ªa agrieola, exporta az¨²car (100.000 toneladas). madera, banano, langostas y telas. Con esto y las remesas de los belice?os que residen en Estados Unidos- sus 150.000 habitantes disfrutan de una renta cercana a los quinientos d¨®lares (cerca de 50.000 pesetas), una de las m¨¢s altas de Centroam¨¦rica y, con toda seguridad, la mejor distribu¨ªcla. Nuestro corresponsal en M¨¦xico, , ha entrevistado en v¨ªsperas de la independencia al primer ministro belice?o, que habla sobre las negociaciones mantenidas con Guatemala y las perspectivas de esta nueva naci¨®n.Pregunta. Guatemala ha sustentado siempre su reclamaci¨®n de Belice en razones hist¨®ricas. Desde su punto de vista se tratar¨ªa de un acto de fuerza del Reino Unido que carece de legitimidad. ?Qu¨¦ tiene que decir a esto?
Respuesta. El asentamiento brit¨¢nico de Belice exist¨ªa con anterioridad al a?o 1821, que es cuando Guatemala se convirti¨® en naci¨®n independiente, Es cierto que, mientras fue espa?ol, Belice form¨® parte de la Capitan¨ªa General de Guatemala, pero tambi¨¦n honduras y El Salvador, y a los guatemaltecos nunca se les ha ocurrido reclamar estos territorios.
"La soberan¨ªa e integridad territorial son innegociables"
P. El pasado 11 de marzo Gran Breta?a y Guatemala llegaron a un acuerdo de principio para la independencia de Belice. El Gobierno guatemalteco les acusa a ustedes de haber roto ese pacto.R. Nuestro Partido, Unido del Pueblo, gan¨® hace dos a?os las elecciones con el mandato espec¨ªfico de conducir al pa¨ªs a la independencia. En nuestro programa qued¨® muy claro que hab¨ªa dos temas no negociables: la soberan¨ªa belice?a y la integridad territorial. Nuestro prop¨®sito fue siempre el de llegar a la independencia mediante un acuerdo anglo-guatemalteco, y para eso nos reunimos en marzo en Londres. Pero cuando tratamos de transformar esas bases en uno o varios tratados, vimos que Guatemala daba una interpretaci¨®n al tema muy diferente de la nuestra. Una nueva sesi¨®n de negociaciones, celebrada en Nueva York, nos convenci¨® de que el acuerdo no era posible en este momento, y de ah¨ª que el Reino Unido decidiera conceder la independencia garantizando la defensa de Belice.
P. La diferencia fundamental ha surgido en torno a los cayos de Ranguana y Zapotillo, que en principio iban a ser cedidos a Guatemala. ?Por qu¨¦ se rompi¨® este acuerdo?
R. El Gobierno guatemalteco entendi¨® que se trataba de una cesi¨®n a perpetuidad, lo que le permitir¨ªa dar un uso militar a los cayos, pudiendo constituirse en una amenaza para Belice. Nosotros hemos mantenido siempre que cualquier cesi¨®n de territorio se limita a su uso y disfrute, sin renunciar nunca a nuestra soberan¨ªa. Las posiciones eran tan irreconciliables que no hubo forma de seguir negociando, pero las conversaciones terminaron en un clima de paz.
P. ?No temen que Guatemala pueda invadir Belice despu¨¦s de la independencia?
R. El pueblo belice?o tiene efectivamente ese temor. El presidente Romeo Lucas ha declarado, sin embargo, que jam¨¢s emplear¨¢n la fuerza para ocupar Belice, aunque ha a?adido que no reconocer¨¢n tampoco una independencia unilateral.
P. El Reino Unido se ha comprometido a garantizar la seguridad de Belice, manteniendo en este territorio sus fuerzas militares (1.600 soldados y cuatro aviones Harrier de despegue vertical). Algunos partidos de la oposici¨®n entienden, sin embargo, que el compromiso brit¨¢nico es demasiado gen¨¦rico y podr¨ªa ser roto unilateralmente, dando paso as¨ª a una eventual invasi¨®n por parte de Guatemala.
R. En las acusaciones de la oposici¨®n existe el oculto deseo de retrasar la independencia hasta que ellos puedan estar en el poder. De ah¨ª que insistan tanto en que antes de constituirnos en naci¨®n soberana debemos alcanzar un acuerdo con Guatemala. Pero nuestro programa era bien claro a este respecto: si no se llegaba a un entendimiento con el pais vecino, recibimos el encargo popular de ir a la independencia apoyados en las garant¨ªas brit¨¢nicas de defensa. La seguridad que nos ofrece el Reino Unido nos parece suficiente. En cualquier caso, Belice nunca podr¨¢ tener un poder¨ªo militar que pueda enfrentarse al guatemalteco, y por eso tratamos de llegar a unas bases de coexistencia.
P. Al margen de la cuesti¨®n de los cayos existen otras diferendos con Guatemala.
R. Sobre el libre acceso por carretera al Caribe no hay ning¨²n problema, siempre que los guatemaltecos admitan que las carreteras son belice?as, que no se trata de una calzada de uso exclusivo para ellos. Las concesiones para la explotaci¨®n de hidrocarburos en la plataforma continental no plantean tampoco m¨¢s dificultad que el reconocimiento de que el due?o del territorio es Belice. Queda por ¨²ltimo la cuesti¨®n dei oleoducto para transportar al Caribe el, petr¨®leo que tiene Guatemala en El Pet¨¦n. 1-a cuesti¨®n es siempre la misma. Estamos dispuestos a que se construya a trav¨¦s de nuestro territorio, pero el responsable de su mantenimiento debe ser el Gobierno belice?o y no el guatemalteco. En el fondo de todas estas diferencias est¨¢ el tema de nuestra soberan¨ªa. No estamos dispuestos a renunciar a ella. Lo mismo ocurre con los puertos libres en el Caribe. Nosotros estamos decididos a darles todo tipo de facilidades (carreteras, oleoducto, explotaci¨®n petrolera y puertos), pero sin renunciar a la soberan¨ªa.
P. ?De qu¨¦ forma puede la independencia de Belice modificar la complicada situaci¨®n de Centroam¨¦rica?
R. Nosotros vamos a ser una naci¨®n democr¨¢tica, con una econom¨ªa mixta, en medio de una zona del mundo en la que no se puede dudar de que existe una confrontaci¨®n abierta entre el capitalismo y el comunismo. Belice seguir¨¢ su camino, eligiendo a sus gobernantes y con un planteamiento exterior de no alineaci¨®n. No soy amigo de los comunistas, pero hay que dialogar con ellos.
P. La violencia de Centroam¨¦rica tiene, seg¨²n Estados Unidos, un origen meramente externo, fruto de la subversi¨®n cubana. Otros analistas entienden, sin embargo, que en el fondo no hay sino una distribuci¨®n injusta de la riqueza. ?Qu¨¦ opina sobre este tema?
R. Nosotros creemos que la base de la tranquilidad civil suele ser econ¨®mica. Mientras un pueblo no satisfaga sus necesidades primarias existir¨¢ siempre el riesgo de una insurrecci¨®n. Nuestra situaci¨®n en este campo es m¨¢s favorable que la de los pa¨ªses vecinos. Tenemos la renta per capita m¨¢s alta de Centroam¨¦rica, y el impuesto sobre la renta ha hecho posible una redistribuci¨®n del ingreso. Tenemos problemas econ¨®micos, pero nuestra independencia nos permitir¨¢ recurrir ¨¢ las instituciones financieras internacionales, tales como el Fondo Monetario y el Banco Mundial, a las que no hemos tenido acceso todav¨ªa. Las expectativas petroleras son igualmente favorables. Esto nos permite afrontar el futuro con esperanza y sin el temor de grandes conmociones sociales.
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