Estados Unidos y la Uni¨®n Sovietica preparan las conversaciones sobre la reducci¨®n de armamentos en Europa
Despu¨¦s de ocho meses de ataques verbales contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica por parte de la nueva Administraci¨®n norteamericana del presidente Ronald Reagan, estadounidenses y sovi¨¦ticos celebrar¨¢n ma?ana, en Nueva York, su primer encuentro a alto nivel, destinado a formalizar las modalidades, el calendario y el lugar de las pr¨®ximas conversaciones Este-Oeste, destinadas a un control de armamento nuclear en Europa.El secretario de Estado norteamericano, Alexander Haig, y el ministro sovi¨¦tico de Relaciones Exteriores, Andrei Gromiko, tendr¨¢n dos rondas de negociaciones. La primera, ma?ana, mi¨¦rcoles, v la segunda, el pr¨®xirno lunes.
La 36? Asamblea General de las Naciones Unidas -ante la que hablar¨¢ el pr¨®ximo jueves el ministro espa?ol de Asuntos Exteriores, Jos¨¦ Pedro P¨¦rez-Llorca- sirve de marco a los representantes de las dos superpotencias para iniciar una vuelta a la mesa de negociaciones.
"Estamos listos para hablar seriamente", declar¨® Haig a los periodistas, comentando la inminente reuni¨®n con su hom¨®logo sovi¨¦tico, Gromiko. Sin embargo, el jefe de la diplomacia norteamericana marc¨® el lono de firmeza con que Washington desea conversar con Mosc¨². Haig, en su discurso de ayer ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, record¨® el peligro "para la paz y el desarrollo que suponen las violaciones de la integridad nacional de Afganist¨¢n y Camboya por parte de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y Vietnam".
La alocuci¨®n de Haig ante la Asamblea de la ONU toc¨®, sin embargo, s¨®lo de refil¨®n las relaciones Este-Oeste. Estuvo centrada en la necesidad de la cooperaci¨®n econ¨®mica internacional, definiendo los puntos que Estados Unidos defender¨¢ en la pr¨®xima reuni¨®n del di¨¢logo Norte-Sur, que del 22 al 24 de octubre reunir¨¢ en Canc¨²n (M¨¦xico) a veintid¨®s jefes de Estado o de Gobierno de pa¨ªses desarrollados y en v¨ªas de desarrollo.
En la nueva estrategia norteamericana de ayuda al desarrollo -m¨¢s verbal que efectiva, en un momento de amplios recortes presupuestarios por parte del presidente Reagan- Haig record¨® que EE UU "no ayudar¨¢- a los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que favorecen el terrorismo internacional.
Al margen del discurso de Haig en la ONU, toda la atenci¨®n se centra en la reuni¨®n con el sovi¨¦tico Andrel Grorniko. En tal contexto, las posiciones son firmes en cuanto a la forma, pero flexibles en el deseo de reactivar el contacto con Mosc¨².
Washington recuerda las intervenciones sovi¨¦ticas en Afganist¨¢n y sureste asi¨¢tico. Advierte tambi¨¦n de "las consecuencias para las negociaciones de reducci¨®n de armamento" que comportar¨ªa una intervenci¨®n sovi¨¦tica en Polonia.
Pero, en la pr¨¢ctica, Washington ha reanudado sus ventas de cereales a la URSS -tras el embargo impuesto por el presidente Jimmy Carter, en se?al de protesta por la invasi¨®n de Afganist¨¢n-, no ha decidido todav¨ªa el programa exacto para la Cabricaci¨®n de los nuevos supertombarderos B-1 y los misiles intercontinentales MX, al tiempo que anuncia, en aras de una necesaria econom¨ªa presupuestaria, la reducci¨®n en 13.000 rnillones de d¨®lares, en tres a?os, del presupuesto militar estadounidense. Todo ello son argumentos de peso en la negociaci¨®n entre Haig y,Gromiko que ma?ana comienza en Nueva York.
Se habla de mediados de noviembre o primeros de diciembre para el comienzo de sesiones formales, destinadas a un regateo Este-Oeste sobre el potencial nuclear de medio alcance cuyo escenario b¨¦lico es Europa.
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