Los novillos se sab¨ªan la lecci¨®n

No sabemos en qu¨¦ dehesas soleadas han aprendido el catecismo taurino los novillos de Garc¨ªa Fern¨¢ndez Palacios que ha adquirido Ballesteros Doncel. S¨ª sabemos, porque todos lo vimos el domingo en Las Ventas, que al menos seis de ellos no estaban dispuestos a dejarse la baba en la gran servilleta roja que los novilleros les ofrecieron un mont¨®n de veces por el pit¨®n derecho y otro mont¨®n igual por el izquierdo.

Los tres novilleros salieron obsesionados por la ¨²nica lecci¨®n que parecen saber, y que es sin duda la m¨¢s f¨¢cil, a la vista de lo que se repite por esos ruedos, lecci¨®n que consiste en ofrece la gran servilleta roja por ambos pitones en series rutinariamente alternativas. As¨ª lo quiso hacer Luciano N¨²?ez en el cuarto, un novillo que manse¨® en vara y que hizo remilgos a la muleta para buscar, como m¨¢s rica golosina, las pantorrilas azul y oro del torero. Como el novillo se sab¨ªa el tema, al chico se le quedaron los derechazos en el reino de los intentos.

Antes hab¨ªa perdido su oportunidad al no saber entender al primero, que repet¨ªa las embestidas en los medios y al que hab¨ªa que llevar muy largo y toreado. M¨¢s c¨®modo se sent¨ªa el torero en el tercio. y al tercio se fue, pero all¨ª el novillo no iba y, cuando lo hac¨ªa, se quedaba corto.

Tambi¨¦n quiso Pelucho montarse su rollo. Tuvo un novillo dif¨ªcil, pr¨®digo en tarascadas. Con los dos se puso pesado en su empe?o de recitar la consabida lecci¨®n.

Carlos Avila se examinaba por primera vez en esta c¨¢tedra de Las Ventas. Adem¨¢s de saberse el catecismo de los dos pases, se ha le¨ªdo la cartilla de los rehiletes, con los que clava con verdad en los cuarteos, pero se toma sus ventajillas en los quiebros, tanto en la forma de citar como en la ejecuci¨®n.

La faena al excelente sexto novillo, el mejor del encierro, puso de manifiesto la endeblez de sus dotes taurinas. No se acopl¨® a ¨¦l y quedaron al descubierto las carencias para ese arte de birlibirloque que, seg¨²n Bergam¨ªn, es el toreo.