B. B. King sorprende y cautiva al p¨²blico catal¨¢n

Aproximadamente unas 6.000 personas asistieron anteanoche en Badalona (Barcelona) al concierto que ofreci¨® el guitarrista Riley King, m¨¢s conocido por B. B. King, y considerado en la actualidad como el mejor int¨¦rprete de blues del mundo. El m¨²sico cautiv¨® y sorprendi¨® al p¨²blico.Riley King, nacido en Itta Bena, en el Estado de Misisip¨ª, tiene 56 a?os de edad. M¨²sicos como Eric Clapton, Hendrlx, Ringo Starr o Peter Green, por citar s¨®lo algunos nombres, se han declarado admiradores de su m¨²sica. Es quiz¨¢ el caso m¨¢s expresivo de la Influencia que los grandes int¨¦rpretes de color han ejercido sobre figuras del rock de los ¨²ltimos a?os.

B. B. King actu¨® por espacio de dos horas, acompa?ado por siete m¨²sicos (saxo, tromb¨®n, trompeta, dos guitarras, bater¨ªa y teclista). Su actuaci¨®n consisti¨® en interpretar parte de sus temas m¨¢s conocidos y en la presentaci¨®n de su ¨²ltimo disco de larga duraci¨®n, There must be a better world somewhere.

El p¨²blico -buena parte del cual conoc¨ªa de antemano el tipo de espect¨¢culo que iba a proponer el m¨²sico a ra¨ªz de su anterior actuaci¨®n en Barcelona, hace tres a?os se entreg¨® sin defensa a las agradables exigencias de B. B. King.

El guitarrista pidi¨® palmas y solicit¨® que se bailara, que corcasen sus canciones y, respondiesen a sus r¨ªtmicos ritos. El p¨²blico entr¨® de lleno en el juego y nadie contest¨® su actitud. Ni siquiera cuando el maestro del blues enton¨® un, no por diferente menos infantil, Happy birthday to you.

El concierto tuvo momentos muy diferentes. El p¨²blico se amold¨® al estado an¨ªmico que B. B. King dictaba desde el escenario. Se pas¨® del clima fren¨¦tico de los temas con predominio de instrumentos de viento a las suaves y apagadas formas del m¨¢s puro blues, salpicadas con los extraordinarios sonidos de la guitarra de King.

B. B. King termin¨® su actuaci¨®n de una manera sencilla. El d¨ªa anterior ya hab¨ªa declarado en una conferencia de Prensa ser un hombre sencillo. ?Mi epitafio?, dijo, ?me gustar¨ªa que fuera: aqu¨ª yace B. B. King, un hombre que quer¨ªa a la gente y que cre¨ªa que la gente le quer¨ªa a ¨¦l?. Anteanoche insisti¨® en mostrar de nuevo su afecto hacia el p¨²blico apretando manos de las primelas filas y regalando las p¨²as que utiliza para tocar la guitarra. Tras la despedida, la gente insisti¨® en que continuara el recital. B. B. King apareci¨® de nuevo a escena con un Oh when the saints..., que fue agradecido por todos.