Una expedici¨®n espa?ola escal¨® sin ox¨ªgeno el Gasherbrum II (8.035 metros)
Una expedici¨®n espa?ola, compuesta por cinco monta?eros, ha conquistado la cima del Gasherbrum II (8.035 metros) y ha estado a punto de alcanzar el Hidden Peak (8.035 metros), al quedarse tan s¨®lo a un d¨ªa de la cumbre. Ambos picos se encuentran en el glaciar del Baltoro, en la zona himal¨¢yica del Karakorum. De cualquier modo, la juventud de sus miembros (Antonio Trabado, que subi¨® al Gasherbrum II, tiene veintid¨®s a?os), la importancia de las cimas y el hecho de haberlas escalado sin ox¨ªgeno ha puesto una vez m¨¢s de manifiesto la calidad y preparaci¨®n de las nuevas generaciones de monta?eros.
La expedici¨®n estuvo formada por Antonio Trabado (veintid¨®s a?os), Javier Alonso (veintitr¨¦s a?os), Manuel Mart¨ªnez (veinti¨²n a?os) y los c¨¢maras de televisi¨®n Sebasti¨¢n Alvaro (treinta a?os) y Carlos Contreras (36 a?os). Partieron de Madrid el 30 de mayo hacia el Karakorum, con el objetivo de escalar en t¨¦cnica alpina el Hidden Peak (8.068 metros), tambi¨¦n conocido como Gasherbrum II enclavado en el glaciar del Baltoro, y regresan despu¨¦s de haber conquistado la cima del Gasherbrum II (8.035 metros), y habiendo ascendido a 7.200 metros del Hidden Peak, que, con sus fuertes tormentas, les rechaz¨®. Sin embargo, no est¨¢n excesivamente decepcionados: ?Ibamos a por un 8.000 y nos hemos tra¨ªdo uno y medio. Adem¨¢s?, dicen, ? las experiencias que hemos vivido han merecido la pena. Ha sido todo una gran aventura. Hemos pasado de todo desde el primer d¨ªa de estar all¨ª?. Y, en efecto, as¨ª fue. Por ejemplo, en el viaje, para reducir el exceso de equipaje en el avi¨®n, tuvieron que ir con los trajes de altura puestos. Despu¨¦s, una vez llegados a Rawalpindi, es tuvieron esperando once d¨ªas hasta que la oficina de turismo les arreglara todos los permisos, ?en ello sospechamos una cierta concertaci¨®n entre turismo y nuestro hotel ?.Por fin, una vez terminados los tr¨¢mites, les adjudicaron el oficial de enlace, ?un tipo formidable que se integr¨® plenamente en el grupo, ahorr¨¢ndonos dinero y facilit¨¢ndonos varios tr¨¢mites?. M¨¢s tarde contrataron a los porteadores y se pusieron en camino.
La marcha de aproximaci¨®n hasta el glaciar del Baltoro es una de las m¨¢s largas y duras del Himalaya. Se tarda un total de quince d¨ªas (doce si se paga una prima a los porteadores), caminando cada d¨ªa un total de ocho horas, por unos caminos duros y estrechos que vari bordeando peligrosos desniveles.
Una vez llegados al glacia instalaron el campo base a 5.200 metros y vieron que por la zon hab¨ªa otras expediciones: una catalana, una austriaca, una suiza una francesa y tres japonesas.
Aclimataci¨®n
Desde este campo base realizaron la aclimataci¨®n, subiendo progresivamente a cotas cada vez mayores, con el fin de evitar problemas a causa de la altura.
Despu¨¦s vendr¨ªa otra prueba de fuego: atravesar el glaciar. Entre fuertes tormentas, grandes grietas y enormes seracs (algunos de cincuenta metros de altura), fueron abriendo un camino, empresa en la que tardaron quince d¨ªas. M¨¢s tarde, este camino fue utilizado por las otras expediciones, y ellos mismos, con buen tiempo, lograron hacerlo en cuatro horas y media.
Aprovechando varios d¨ªas de buen tiempo, alcanzaron el collado del Gasherbrum, y una vez all¨ª, v¨ªeron que los tama?os eran gigantescos, y que lo que en las fotograf¨ªas parec¨ªan unas simples cornisas de hielo, en realidad eran unas enormes moles que se habr¨ªan desprendido escal¨¢ndolas incluso de noche. En el fondo ten¨ªan que enfrentarse a la falta de informaci¨®n sobre la arista elegida para subir, ya que jamas antes se hab¨ªa escalado. Hace tiempo Messner se fij¨® en-ella, pero no la escal¨® por verla excesivamente complicada.
Estando en el collado se desencaden¨® de nuevo la tormenta, (que dur¨® un d¨ªa entero), oblig¨¢ndoles a bajar r¨¢pidamente. Durante el descenso, uno de los c¨¢maras de televisi¨®n, Sebasti¨¢n Alvaro, se cay¨® a una grieta, qued¨® suspendido a veinticinco metros y se rompi¨® varios ligamentos de una mano. Despu¨¦s de ser rescatado por sus compa?eros pasaron la noche en condiciones extremas: ?Eramos tres en, una tienda de dos plazas. Adem¨¢s no ten¨ªamos ni comida ni agua, por lo que est¨¢bamos deshidratados?.
Al d¨ªa siguiente descendieron al campo base y all¨ª comenzaron los problemas. Adem¨¢s de la lesi¨®n de Sebasti¨¢n Alvaro, Carlos Contreras sufri¨® varias hemorragias internas debidas a una hernia de es¨®fago. Para colmo, d¨ªas depu¨¦s regres¨®, Antonio Trabado, que se hab¨ªa-quedado en el plateau (a unos 6.000 metros) con la expedici¨®n suiza, atrapados todos p¨®r la tormenta, raz¨®n por la que estaba agotado y necesitaba dos o tres d¨ªas de recuperaci¨®n.
Adem¨¢s se acercaba el d¨ªa en que regresaban los porteadores, por lo que debieron tomar una de cisi¨®n r¨¢pidamente. Como ten¨ªan una tienda parados plazas instalalada en el collado, decidieron que fueran all¨ª Manuel Mart¨ªnez y Javier Alonso para atacar el Hidden Peak, mientras el resto bajar¨ªa con los porteadores. As¨ª lo hicieron y, en el regreso, estuvieron comiendo con la expedici¨®n suiza. Entonces, el jefe de esta expedici¨®n propuso a Antonio Trabado que se fuera con ellos a escalar el Gasherbrum II, lo que aceptaron, pensando que as¨ª podr¨ªan alcanzar otro 8.000, adem¨¢s del Hidden.
V¨ªa desconocida
Sin embargo, las cosas no rodaron como ellos esperaban y, mientras Trabado, (el espa?ol m¨¢s joven sobre un 8.000) y los suizos alcazaban la cima del Gasherbrum Il sin apenas problemas (s¨®lo tuvieron mal tiempo hasta los 7.400 metros), Manuel y Javier, subiendo por una v¨ªa completamente desconocida, llegar¨®n a 7.200 metros bajo una fuerte tormenta. All¨ª al no encontrar un lugar ideal para vivaquear hasta que cesase la nevada, decidieron abandonar cuando estaban a un d¨ªa de la cumbre.
?L¨®gicamente?, dicen, ?este percance nos disgust¨®. Luego, pens¨¢ndolo m¨¢s fr¨ªamente nos dimos cuenta de que en el Himalaya, por mucho empe?o que uno ponga, si la monta?¨¢ no te lo permite, no la escalas. En esto el Himalaya es distinto a todo?. Y, en efecto, es as¨ª. El mal tiempo les ha impedido realizar su objetivo principal y, para hacerse una idea de esto, baste decir que el 28 de julio ninguna de las expediciones que estaban en la zona hab¨ªa hecho cumbre a causa de las fuertes tormentas.
Sin embargo, uno de sus proyectos se ha visto cumplido: han realizado las filmaciones para Televisi¨®n Espa?ola, que, seguramente a mediados de noviembre, podr¨¢n ser vistas en toda Espa?a. Igualmente han tenido una importante experiencia que, en vez de desanimarles, les ha incitado a buscar nuevas aventuras, ?estamos deseando volver?. De hecho, Antonio Trabado ya ha regresado. Esta vez al Nepal, con la idea de alcanzar la cima del Gauri-Shankar (7.146 metros), acompa?ado de varios monta?eros vascos y castellanos.
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