Una experiencia ca¨®tica
La versi¨®n de La puerta del cielo, que acaba de estrenarse en Espa?a es el resultado de tres montajes distintos. Con el primero, la pel¨ªcula fracas¨® en Estados Unidos; con el segundo, interes¨® a muy pocos en el Festival de Cannes de este a?o; ahora, con el tercero, se intenta convencer al p¨²blico europeo. Los problemas de La puerta del cielo, sin embargo, no se solucionan s¨®lo corrigiendo partes aisladas o eliminando, como ahora ocurre, la muerte del personaje interpretado por Isabelle Huppert. Hay una confusi¨®n b¨¢sica en el planteamiento de la historia, una indecisi¨®n del director Michael Cimino por orientar la peripecia argumental por alg¨²n camino definido. Desde el principio de sus im¨¢genes, con esa larga secuencia en el colegio, La puerta del cielo va dando tumbos en distintas direcciones: esa misma secuencia inicial no sirva luego para nada.Cimino ha vuelto incluso a la vaguedad ideol¨®gica que ya le hiciera pol¨¦mico en su pel¨ªcula anterior, El cazador, y de ah¨ª probablemente la necesidad de retocar el final de su pel¨ªcula cada vez que se estrena en un pa¨ªs nuevo. Si por un lado es protagonista el fracaso colectivo de los emigrantes atacados por el Ej¨¦rcito, por otro, Cimino ha querido salvar individualmente a sus personajes principales, matando, s¨ª, al que es un poco m¨¢s malo, pero permitiendo un final feliz para la pareja.
La puerta del cielo
Gui¨®n y direcci¨®n: Michael Cimino. Fotograf¨ªa: Vilmos Zsigmond. Int¨¦rpretes.Kris Kritofferson, Christopher Walken, John Hurt, Isabelle Huppert, y Josep Cotten. Norteamericana, 1981. Drama de aventuras. Locales de estreno: Lope de Vega, Juan de Austria y Jorge Juan.
Al acabar la proyecci¨®n (por otra parte, muy deficiente en el estreno madrile?o, cuando precisamente es esta una de esas pel¨ªculas en las que se han cuidado de forma fundamental los ambientes y exigen, por tanto, una buena cantidad de luz, un exquisito cuidado del proyeccionista), se tiene la sensaci¨®n de haber acudido a un concierto ca¨®tico en el que se han mezclado notas dispares -presunto retrato hist¨®rico del mundo de la emigraci¨®n, denuncia de la complicidad burgues¨ªa- Ej¨¦rcito, tr¨ªo amoroso mezclado con prostituci¨®n que no se sabe a qu¨¦ viene-, como si hubieran querido hacerse varias pel¨ªculas distintas.
Michael Cimino rueda sus pel¨ªculas con una torpeza grave; en la batalla final, por ejemplo, no se entiende bien ni de d¨®nde vienen las balas. Tales son los emplazamientos de las distintas c¨¢maras y tan mal retocado el montaje definitivo. Ya le ocurr¨ªa algo parecido en El cazador. En una obra como ¨¦sta, de tanta ambici¨®n, esa torpeza destaca m¨¢s que en otros. Puede, sin embargo, que influya en esta opini¨®n negativa -lo que ya se detect¨® en el Festival de Cannes-, que sea La puerta del cielo una de las pel¨ªculas m¨¢s caras de los ¨²ltimos a?os.
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