Empate inmerecido del Madrid en Sevilla
El Madrid se llev¨® de Sevilla un punto sin hacer gala de ninguna virtud. El partido fue muy malo por ambas partes, pero el Sevilla, por la inercia de su condici¨®n de local, presion¨® m¨¢s y mereci¨® el triunfo, que no consigui¨® por la falta de remate y porque el ¨¢rbitro le escamote¨®, cuando menos, un penalti. El mal estado del terreno de juego contribuy¨® mucho a la pobre calidad del espect¨¢culo.El Sevilla tiene en su plantilla jugadores caros y de prestigio, entre los que destacan dos brasile?os; pero carece, por lo que se ve, de algo imprescindible para que ¨¦stos puedan lucir sus habilidades: un jardinero capaz de tener el c¨¦sped en buenas condiciones. El actual, irregular, con matas espesas que desv¨ªan el bal¨®n y calvas en las que bota an¨®malamente, dificulta mucho el juego del f¨²tbol. Como hoy lo que se lleva es que s¨®lo juegue al f¨²tbol el de casa y que el de fuera se conforme con estropear lo que el local intenta, mientras no arregle su campo el Sevilla estar¨¢ dando ventajas a sus visitantes.
Pero el campo no justifica plenamente el p¨¦simojuego de los dos equipos, en especial del Madrid, que si en la l¨ªnea defensiva ofreci¨® una nota discreta, gracias sobre todo a que el Sevilla no ten¨ªa mucho peso arriba, en lo que a creaci¨®n se refiere fue nulo. El bal¨®n salla mal jugado ya desde atr¨¢s, con frecuentes entregas equivocadas de Gallego y con Del Bosque perdido, interviniendo poco y fallando mucho. Stielike nolfue el jugador fuerte que solemos ver, sino un peleador de corto radio de acci¨®n, y s¨®lo Angel, que sufr¨ªa lo suyo para marcar a Pintinho, intentaba cosas y sol¨ªa acertar.
Arriba, Juanito no estuvo para nadie en todo el partido, si exceptuamos una br¨ªllante colada por la izquierda hasta el palo, como mandan los c¨¢nones, con fallo final en el centro atr¨¢s, en el que dio ventaja a la defensa. Santillana e Isidro luchaban, se desmarcaban en espera de los pases que ten¨ªan que llegarles de atr¨¢s, pero en lugar de esos pases sus compa?eros lo que les daban eran disgustos. Pese a todo, Isidro encontr¨® tres veces oportunidad para el remate, una de ellas a puerta vac¨ªa, desde fuera del ¨¢rea, alto, y otra en un saque de puerta de Buyo, que le entreg¨® el bal¨®n al borde del ¨¢rea y luego enmend¨® su monumental error deteniendo el disparo del madridista.
Y eso fue todo lo que hizo el Madrid en lo que a construcci¨®n y ofensiva se refiere. Por su parte, el Sevilla tuvo en Pintinho y Magdaleno a sus ¨²nicos jugadores v¨¢lidos. Los dos extremos, con tendencia a echarse atr¨¢s, flojearon mucho, y Choya y Juan Carlos no contribuyeron apenas, aunque el segundo mejor¨® en la fase final del partido. Los laterales no sub¨ªan, no hab¨ªa apenas disparos a puerta y los porteros vivieron el encuentro con tranquilidad.
El tedio se rompi¨® en el minuto 58, cuando se produjo la zancadilla de Gallego a Ruda. Eso encorajin¨® al p¨²bl¨ªco, y el Sevilla forz¨® algo su ritmo; pero sigui¨® sin jugar al f¨²tbol. No obstante, cada buen pase de Pintinho levantaba clamor en el p¨²blico y el partido parec¨ªa otra cosa. Y m¨¢s cuando se produjo la segunda jugada reclamada por el p¨²blico como penalti. Mu?oz cambi¨® a sus extremos, dando entrada primero al tambi¨¦n brasile?o C¨¦sar, y luego a Yiyi, pero el equipo no mejor¨®, y Boskov, a la vista de que el Sevilla se le echaba encima, no trat¨® tampoco de replicar con alguna medida audaz que invirtiera el desequilibrio, sino que sent¨® a Del Bosque para colocar a Carcel¨¦n sobre Pintinho y dejar a Angel taponando por el centro. El final del encuentro fue un forcejeo tosco, sin nada que salvar, m¨¢s que alguna acci¨®n de Pintinho, y con un p¨²blico que, a medida que se acercaba el final sin goles, se volcaba en protestas contra el ¨¢rbitro por las dos ca¨ªdas en el ¨¢rea que hab¨ªa dejado de pitar. El saldo final fue un reparto de puntos, que el Madrid no mereci¨®, y una monumental bronca.
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