Los Reyes inauguraron el curso en la Universidad Complutense de Madrid

Los Reyes de Espa?a presidieron ayer la solemne apertura del nuevo curso acad¨¦mico de la Universidad Complutense de Madrid, celebrada en el sal¨®n de actos de la Escuela de Estomatolog¨ªa. Don Juan Carlos aludi¨® en su discurso inaugura? a las dificultades con que se encuentra la sociedad para facilitar los muchos recursos que requiere la ense?anza superior, y a que los ?necesarios cambios legislativos se hacen tambi¨¦n esperar?.

?Los problemas y dificultades, sin embargo, no han de desanimar?, dijo tambi¨¦n el Monarca, quien coincidi¨® con el rector Francisco Bustelo en la idea de que ?la Universidad, estrechamente vinculada con la sociedad, ha de estar a su servicio y no encerrarse en una c¨®moda torre de marfil?. Alent¨® a los estudiantes ?para que no desaprovechen los mejores a?os de su vida, y destac¨® el importante papel que les corresponde en la transformaci¨®n de la Universidad y la sociedad en que viven?.Tras recordar su paso por la facultad de Derecho de la Universidad Complutense, expres¨® los lazos de amistad que le siguen uniendo con sus antiguos compa?eros, y rindi¨® tributo de afecto y de respeto hacia los que fueron su profesores.

Previamente, el rector, Francisco Bustelo, expres¨® la satisfaci¨®n de la Universidad Complutense por la presencia de los Reyes de Espa?a en el acto de apertura del curso. ?Ese honor adem¨¢s reviste rasgos singularmente positivos? continu¨® diciendo el rector. ?Unos Monarcas preocupados por el mundo de la ciencia y de la cultura, un Rey que supo cumplir con inteligencia y energ¨ªa su papel de jefe del Estado Constitucional en momentos dif¨ªciles a¨²n no lejanos, acuden a un solemne acto universitario atendiendo a la invitaci¨®n de un rectorado que es, como debe ser, fundamentalmente acad¨¦mico, pero que tiene, aunque s¨®lo sea por la condici¨®n de senador socialista de quien les habla, una proyecci¨®n pol¨ªtica inevitable ?.

En el cap¨ªtulo de los problemas que acucian con urgencia a la Universidad en estos precisos momentos, el rector aludi¨® a la necesidad de mayores recursos econ¨®micos. ?Si se quiere?, dijo, ?que estudie en la Universidad la quinta parte de nuestros j¨®venes, han de arbitrarse los medios para ello?. Se refiri¨® asimismo al ?desasosiego por la lentitud en promulgar la ley que desarrolle el precepto constitucional de la autonom¨ªa universitaria?, y se?al¨® a este respecto, que ha habido arupos y personas que no han escatimado ?esfuerzos y tambi¨¦n concesiones -a juicio de algunos incluso excesivas- para llegar a un denominador com¨²n que hiciera viable la ley de Autonom¨ªa Universitaria.

El ministro de Educaci¨®n y Ciencia, Juan Antonio Ortega, coincidi¨® con el recter en que la Universidad necesita m¨¢s recursos. ?Todo el sistema educativo est¨¢ ¨¢vido de atenci¨®n financiera?, dijo, y, en relaci¨®n con la necesidad de la ley de Autonom¨ªa Universitaria, expres¨® su deseo de quiz¨¢ ?dentro de pocos d¨ªas emprenda la etapa definitiva hacia el Bolet¨ªn Oficial del Estado?.

Con anterioridad, el ministro se hab¨ªa referido al enorme crecimiento experimentado en muy pocos a?os por la Universidad espa?ola, y concret¨® el cambio m¨¢s importante por ella experimentado en ?algo m¨¢s profundo y consustancial con el esp¨ªritu universitario: la recuperaci¨®n de la libertad, basada en el profundo pacto hist¨®rico que representa nuestra Constituci¨®n?. El ministro conect¨® la presencia de los Reyes en la Universidad con este profundo cambio, porque ?confirma el papel arbitral y superior de la Corona, motor inicial del cambio y mantenedora esencial de nuestras libertades p¨²blicas?.