?Una fiesta nacional?

Las palabras se suelen deformar y deteriorar no por su uso, sino por el abuso que se hace de ellas. Durante mucho tiempo, el D¨ªa de la Raza y el D¨ªa de la Hispanidad han sido como el s¨ªmbolo de una determinada pol¨ªtica, y esto ha causado evidentemente un deterioro, un descr¨¦dito, si se quiere, en relaci¨®n con lo que significan estas conmemoraciones. Pero hoy estamos viendo que, por otra parte, la noci¨®n de la raza, de la etnia, del grupo antropol¨®gico, ha servido para llevar a cabo otros excesos de tipo pol¨ªtico en un sentido o en otro, y no cabe duda de que uno de los m¨¢s grandes males que ha tenido que pasar el hombre del siglo XX es el producido por el fanatismo racial, que es, a mi juicio, tan grave o m¨¢s grave que cualquier otro fanatismo, como puede ser el religioso. La idea de existencia de una raza superior siempre puede conducir a choques con pueblos que no pertenecen a esa raza, y de las grandes conflagraciones europeas hemos visto, en nuestra ¨¦poca, lo pernicioso que ha sido esta idea de superioridad racial mantenida por unas naciones frente a otras. En Espa?a tenemos ahora el peligro de que haya una atomizaci¨®n de este concepto de la superioridad racial y nos veamos encontrados los unos con los otros por una especie de orgullo que no hace falta indicar d¨®nde est¨¢. Pero de todas maneras, si los espa?oles creen en conjunto que son una nacion con unos rasgos hist¨®ricos determinados y con un destino com¨²n para bien y para mal, la idea de que hagan una conmemoraci¨®n como la fiesta del pr¨®ximo d¨ªa 12, sin ¨¢nimo de ofender a nadie, sin ¨¢nimo de herir susceptibilidades y como una fiesta de comunidad y de solidaridad, yo no veo raz¨®n para que tal fiesta no se siga haciendo en todo el ¨¢mbito de Espa?a.

es escritor, historiador y antrop¨®logo.