Jos¨¦ Luis Sampedro mezcla la m¨ªstica y el erotismo en su ¨²ltima novela
Esta semana aparece "Octubre, octubre"
M¨ªstica y erotismo son los dos t¨¦rminos del binomio que desarrolla Jos¨¦ Luis Sampedro en su ¨²ltima novela, Octubre, octubre, extenso relato de unas seiscientas p¨¢ginas que la Editorial Alfaguara pondr¨¢ a la venta ma?ana. Ex senador por designaci¨®n real y catedr¨¢tico de Estructura Econ¨®mica, Jos¨¦ Luis Sampedro, barcelon¨¦s, que se declara nacido en 1968 y muerto en 1977, ha publicado tres novelas -El r¨ªo que nos lleva, Congreso en Estocolmo y El caballo desnudo-, y su incursi¨®n en teatro con La paloma de cart¨®n obtuvo un Premio Nacional.
En Octubre, octubre, Sampedro afirma haber dado ?un salto cualitativo con respecto a mi obra anterior, reflejando sin propon¨¦rmelo la crisis de valores de nuestro tiempo, que genera dos v¨ªas de escape: el hedonismo del mero disfrute del cuerpo o las nuevas formas de religiosidad en ascenso?.?El argumento de Octubre, octubre se centra en un personaje de edad avanzada que se despoja de su pasado, y en ese proceso de abandono y cambio encuentra una novela que escribi¨® en su juventud?, explica Sampedro. ?En la estructura formal del libro, los cap¨ªtulos sobre este personaje se alternan con los de la historia que escribi¨®, afrontando as¨ª el tema de las relaciones entre el autor y su obra a la manera de las mu?ecas rusas: la novela dentro de la novela?.
De los veinte a?os que ha dedicado Sampedro a Octubre, octubre, una buena parte de tiempo lo invirti¨® en el acopio de documentaci¨®n y datos, como es pr¨¢ctica habitual en su procedimiento cient¨ªfico y sistem¨¢tico de escritura. ?Mi art¨ªculo est¨¦tico n¨²mero uno es que si yo no me creo mi propia historia a nadie va a convencer?, comenta. ?Por eso siempre me documento a fondo sobre el tema que sea, aunque luego no utilice gran parte de esa informaci¨®n?.
En lo que respecta a su ¨²ltima novela, Sampedro recuerda que durante varios meses llev¨® en la cartera un plano de la zona de Madrid donde se desarrolla parte de la acci¨®n de 0ctubre, octubre, el barrio dise?ado por las calles Mayor, Arenal, Ball¨¦n y la Escalinata, y que se dedic¨® a revisar revistas ilustradas de los a?os diez y veinte para reconstruir algunos personajes, como cantantes y cupletistas de la ¨¦poca.
?Tambi¨¦n estudi¨¦ la m¨ªstica musulmana de los suf¨ªes, que propone una visi¨®n del mundo m¨¢s absoluta que el cristianismo, menos personalizada y que,junto a algunos elementos neoplat¨®nicos muy claros, encierra una vaIiosa estimaci¨®n de la mujer, considerada como la m¨¢xima encarnaci¨®n de la belleza despu¨¦s de Dios. Otra idea muy sugerente de la m¨ªstica sufi en su concepci¨®n de la creaci¨®n del mundo como una pulsaci¨®n interrumpida que crea el mundo en un instante para, en el instante siguiente, destruirlo?.
Los harenes
El mundo de los harenes en Turqu¨ªa -?a lo que m¨¢s se parec¨ªan es a un convento de monjas?, asegura Sampedro-, o las posibilidades de amor entre los eunucos, son otras materias sobre las que se inform¨® a fondo antes de escribir Octubre, octubre, que ¨¦l mismo define como ?una novela monta?a, porque hay en ella una especie de ascensi¨®n m¨ªstica y, al m¨ªsmo tiempo, un abismo?, apunta. ?Unos personajes se salvan ascendiendo y otros descendiendo?.Con la misma terminolog¨ªa topogr¨¢fica acu?a Sampedro El r¨ªo que no lleva como una novela r¨ªo, y Congreso en Estocolmo, como una novela paisaje o panorama. ?El caballo desnudo se trata de una cosa humor¨ªstica, que fue un cuento en su origen y se fue ensanchando con el tiempo?, cuenta.
?Todas las novelas son autobiogr¨¢ficas, pero no necesariamente hist¨®ricas, aunque siempre se"subliman o proyectan en ellas los sue?os y las ideas del escritor?, reflexiona Sampedro en torno a un libro que lleva muchos a?os queriendo escribir: la reconstrucci¨®n literaria de su adolescencia en Aranjuez bajo la influencia de sus jardines y estatuas, para el que tiene ya t¨ªtulo, Real sitio. ? Lo ¨²nico que legitima el acto de escribir es sentir la imperiosa necesidad de hacerlo?, observa, por ¨²ltimo, como culminaci¨®n de su ideario est¨¦tico.
Babelia
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