Dejemos el 36 en paz

En la escalada de desprop¨®sitos a que nos ha ido acostumbrando este a?o 1981, se podr¨ªa hacer un compendio de provocaciones verbales y de frases pol¨ªticamente inoportunas y humanamente hirientes. La ¨²ltima muestra, la afirmaci¨®n del presidente del PNV, Xavier Arzallus: "Si quieren pararnos tendr¨¢n que venir como en el 36, no con la LOAPA, sino con las armas. Pero si vienen con las armas se les estropear¨¢ el invento".Quiz¨¢ la bravuconada haya sonado como m¨²sica celestial a los o¨ªdos de las masas enardecidas por el fervor peneuvista. Pero esta referencia a las armas y al tr¨¢gico 1936 ha sacudido las conciencias pol¨ªticamente m¨¢s dormidas, e incluso las de aquellos que han venido valorando positivamenie durante a?os las reivindicaciones vascas.

Dejemos el 36 en paz, que bastante lo invocaron los vencedores. Este tipo de evocaciones s¨®lo despiertan recuerdos amargos. Y en este sentido, hemos de se?alar que nos ha parecido igualmente inoportuna y peligrosa la rememoraci¨®n por parte de Leopoldo Calvo Sotelo, de la frase de su t¨ªo, don Jos¨¦, asesinado en v¨ªsperas de la guerra civil, "antes una Espa?a roja, que una Espa?a rota", que a todos nos evoc¨® la gran tragedia que le toc¨® vivir al pueblo espa?ol.( ... )

14 de octubre