El pueblo almeriense de Carboneras contin¨²a en huelga general
La localidad almeriense de Carboneras mantuvo ayer, por segundo d¨ªa consecutivo, una actitud de paro generalizado en protesta por el despido de cinco trabajadores de la empresa Deacar, una de las tres que est¨¢n construyendo unacentral t¨¦rmica en este municipio. La central depende de la Empresa Nacional de Electricidad (ENDESA) y en su construcci¨®n participan cerca de doscientos trabajadores, pertenecientes a las empresas Deacar, V¨ªas y Construcciones y Mayme. Cinco personas resultaron heridas el pasado mi¨¦rcoles, al proceder la Guardia Civil a disolver una manifestaci¨®n de protesta.La situaci¨®n de crispaci¨®n en que viven los cerca de 4.500 habitantes de Carboneras motiv¨® una reuni¨®n de urgencia celebrada ayer en los locales de la Delegaci¨®n Provincial de Trabajo, en la que estuvieron presentes, adem¨¢s de los trabajadores despedidos y una representaci¨®n de la empresa, el delegado provincial de Trabajo, representantes de la Corporaci¨®n municipal y de la Uni¨®n General de Trabajadores (UGT),
La reuni¨®n comenz¨® a mediod¨ªa y finaliz¨® pasadas las cinco de la tarde, sin que se llegara a un acuerdo definitivo. Los trabajadores despedidos informar¨¢n, en una asamblea a celebrar esta ma?ana en las inmediaciones de la obra, de las gestiones realizadas, y se adoptar¨¢ una actitud definitiva sobre la continuidad o no del paro. Tambi¨¦n se tiene previsto que el pr¨®ximo lunes tenga lugar otra reuni¨®n entre las partes interesadas para tratar de encontrar una soluci¨®n al conflicto. Fuentes sindicales manifestaron ayer que estaba previsto un paro de dos horas en todas las empresas de Almer¨ªa para el pr¨®ximo lunes.
El cornit¨¦ provincial ejecutivo de UGT ha acordado iniciar una campa?a de informaci¨®n en las distintas empresas de la provincia a lo largo del fin de semana como medida de concienciaci¨®n y de presi¨®n.
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El despido de cinco trabajadores desencadena un movimiento de solidaridad en Carboneras
Viene de la p¨¢gina primera
La situaci¨®n en Carboneras es de paro total. Adem¨¢s de la empresa afectada, tambi¨¦n se han sumado al paro los m¨¢s de 150 trabajadores de Hornos Ib¨¦ricos, y se encuentran cerrados todos los bares, talleres y comercios particulares. S¨®lo han abierto dos horas los establecimientos dedicados a la alimentaci¨®n, para que las familias pudiesen adquirir provisiones. El ambiente en la calle es de crispaci¨®n, aunque no se produjeron incidentes. Por el contrario, el mi¨¦rcoles por la tarde tuvo lugar una manifestaci¨®n que fue disuelta por la Guardia Civil, y en la que resultaron heridas cinco personas.
De acuerdo con informaciones de fuentes laborales, los cinco trabajadores fueron despedidos por negarse a trabajar horas extraordinarias. Seg¨²n estas mismas fuentes, hasta ahora el n¨²mero de horas extraordinarias al mes oscila de cuarenta a sesenta por trabajador; por el contrario, la empresa manifiesta que los despidos se han llevado a cabo por incumplir los trabajadores, afectados diversos aspectos exigidos en la normativa laboral, y que se concreta en la comisi¨®n de amenazas y presiones a otros trabajadores para que no aumenten el tiempo de su jornada.
Seg¨²n han informado a este peri¨®dico los cinco trabajadores despedidos, el conflicto se inicia a mediados de julio, cuando la empresa plantea la realizaci¨®n de horas extraordinarias a partir de las seis de la tarde, que es cuando finaliza la jornada laboral, que es de 43 horas semanales. "No est¨¢bamos de acuerdo con trabajar estas horas extras", manifiestan los despedidos, "porque esto supone la no creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo, pero aceptamos en un principio".
No a las horas extras
El malestar entre los trabajadores se agudiza a medida que pasa el tiempo, y el lunes d¨ªa 5 de octubre deciden negarse a realizar m¨¢s horas extras; tres d¨ªas m¨¢s tarde, el jueves, Antonio Vicente Soto, pe¨®n ordinario, sus hermanos Jos¨¦ y Mat¨ªas -oficiales primeros encofradores-, lo mismo que Blas Belmonte Hern¨¢ndez y Manuel Soto Belmonte, todos ellos vecinos de Carboneras, reciben un escrito en el que se les comunica que han sido despedidos. Al d¨ªa siguiente, los cinco se presentan en la empresa para comenzar su jornada de trabajo, pero no fueron admitidos; ante esta actitud se solidarizaron con ellos unos treinta trabajadores y numerosos vecinos, que esa misma tarde se concentraron en el pueblo.
Ante esta situaci¨®n, el martes pasado se celebr¨® una reuni¨®n en los locales de la empresa, en la que participaron la parte empresarial y la Corporaci¨®n municipal con el alcalde al frente. Seg¨²n los trabajadores, en esa reuni¨®n se lleg¨® a un acuerdo por el que la empresa se aven¨ªa a admitir a los trabajadores. Tras elaborar un borrador del acuerdo, los representantes municipales se trasladaron a la casa consistorial para que fuese firmado por los despedidos. Sin embargo, seg¨²n los trabajadores, la empresa se niega a ratificar el acuerdo, tras haber sido suscrito por los trabajadores. Esta contradicci¨®n motiva una convocatoria de huelga para el d¨ªa siguiente; el llamamiento es asumido por todos los obreros que participan en la construcci¨®n de la central t¨¦rmica, y el mi¨¦rcoles por la ma?ana se concentran en la entrada de la obra y se niegan a trabajar.
A partir de ese momento se van sumando al grupo de concentrados numerosos vecinos, y a lo largo de la jornada se mantiene una larga reuni¨®n entre las partes implicadas, la Corporaci¨®n municipal, la Inspecci¨®n de Trabajo y un representante de CC OO. Al final de la reuni¨®n no se consigue llegar a ning¨²n acuerdo, y sobre las seis de la tarde se inicia una manifestaci¨®n de todos los concentrados hasta el pueblo. Cuando se llevaba recorrida la mitad de la distancia que separa el lugar en que se est¨¢n realizando las obras y el casco urbano, fuerzas de la Guardia Civil intervinieron para disolver la manifestaci¨®n, utilizando abundante material antidisturbio. Despu¨¦s de esta intervenci¨®n -que fue calificada de brutal por los inanifestantes-, cinco personas resultaron con contusiones de diferente consideraci¨®n.
El gabinete de Prensa del Gobierno Civil de Almer¨ªa manifestaba en la noche del mi¨¦rcoles que la intervenci¨®n de la Guardia Civil se hab¨ªa producido para disolver una manifestaci¨®n ilegal cuando un grupo de manifestantes hab¨ªa cortado el tr¨¢fico en la carretera que va de Carboneras a Agua Amarga.
Por su parte, la empresa ten¨ªa el prop¨®sito de distribuir entre los trabajadores una carta en la que explican los hechos y en la que se afirma que los despidos se han llevado a cabo "por la comisi¨®n reiterada de faltas muy graves, como es la ofensa, amenaza e intimidaci¨®n a otros trabajadores". "Con esta actuaci¨®n", contin¨²a la nota, "la empresa ha ejercido el derecho sancionador que la legislaci¨®n vigente le confiere, actuaci¨®n contra la que se puede recurrir en caso de desacuerdo, por los medios que la citada legislaci¨®n prev¨¦".
Por ¨²ltimo, la carta alude a la voluntad negociadora de la empresa y considera que no ha sido posible llegar a una soluci¨®n por la inflexibilidad demostrada por la representaci¨®n de los cinco trabajadores despedidos.
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