Estamos dispuestos a asumir el control de Lem¨®niz, declara Garc¨ªa Egotxeaga

La necesidad de recursos energ¨¦ticos para los pr¨®ximos veinticinco a?os en Euskadi es una de las razones expuestas por el PNV, y el propio Gobierno aut¨®nomo para justificar la luz verde a la puesta en marcha de la central nuclear de Lem¨®niz, acordada en asamblea plenaria el pasado s¨¢bado. De todas las condiciones expuestas por los nacionalistas vascos para el funcionamiento de dicha central, el control p¨²blico es el que acapara la atenci¨®n de los observadores. "No es un plato de nuestro gusto, pero estamos dispuestos a asumir la responsabilidad de ejercer un control sobre Lem¨®niz como mal menor", declar¨® ayer a EL PAIS el consejero de Industria y Energ¨ªa, Javier Garc¨ªa Egotxeaga.El Gobierno vasco, que desde que diera a conocer el pasado mes de abril aquel documento en el que pon¨ªa especial ¨¦nfasis en la celebraci¨®n de la consulta popular, ha mantenido frecuentes contactos con la Administraci¨®n central, representantes del sector el¨¦ctrico y del mundo financiero, est¨¢ especialmente interesado en su alternativa de control p¨²blico sobre Lem¨®niz, aunque a¨²n no se ha concretado la f¨®rmula de llevar a cabo el mencionado control.

De las diversas opciones que se est¨¢n barajando en las negociaciones -desde el nombramiento de un delegado del Gobierno vasco con derecho a veto, hasta una transferencia total de la explotaci¨®n de la central-, la segregaci¨®n de Lem¨®niz de la sociedad de Iberduero es acaso la opci¨®n m¨¢s acariciada por parte del Gobierno vasco.

Desde que el ejecutivo aut¨®nomo anunciara su intenci¨®n de solicitar del Parlamento que ejercite su derecho de iniciativa legislativa ante las Cortes Generales para celebrar una consulta popular han transcurrido ya cinco meses, y en este tiempo se han remodelado los planteamientos de los nacionalistas vascos. Mientras la asamblea del PNV se?ala en sus resoluciones, como una de las condiciones para la puesta en marcha de Lem¨®niz, "la celebraci¨®n de una consulta popular por parte del Gobierno vasco y/o establecimiento de un control p¨²blico", fuentes del Ejecutivo vasco reconocieron a nuestro peri¨®dico que "se realice o no la consulta popular, nosotros nos inclinamos por el control p¨²blico".

Sin embargo, la rotunda negativa de la Administraci¨®n central a la celebraci¨®n de una consulta popular ha sido, con toda seguridad, el factor que ha influido determinantemente en el replanteamiento de posibles soluciones al contencioso.

As¨ª, ahora, y con el documento de resoluciones del PNV como testimonio, el Gobierno vasco -que contin¨²a insistiendo en la necesidad de la celebraci¨®n de la consulta- ya no relaciona la opci¨®n del control p¨²blico sobre la producci¨®n de Lem¨®niz con el escrutinio. Independientemente de que el futuro de la central nuclear se someta a votaci¨®n, el Gobierno vasco est¨¢ avanzando en sus negociaciones en la alternativa del control colectivo, seg¨²n reconoci¨® el consejero de Industria.

No obstante, el futuro de la central nuclear est¨¢ siendo contemplado por el Ejecutivo vasco como un fen¨®meno enmarcado en el conjunto de negociaciones entre las dos Administraciones, central y vasca, pendientes de resoluci¨®n. En consecuencia, la posibilidad de solicitar la iniciativa legislativa del Parlamento vasco para la celebraci¨®n de una consulta popular podr¨ªa ser el ¨²ltimo cartucho que se guarde el Gobierno vasco para utilizarlo en el caso de que el di¨¢logo Madrid-Vitoria no resulte todo lo fruct¨ªfero que desear¨ªan los nacionalistas.