Lo que cuesta ser honrado
En las ¨²ltimas semanas, en el Ayuntamiento de Madrid hemos tenido ocasi¨®n de asistir a un espect¨¢culo sorprendente, montado sobre la nada. Se ha formado una escandalera, en la que han sufrido personas, instituciones y partidos, sin que los causantes se vieran en la obligaci¨®n de demostrar las muchas acusaciones insidiosas formuladas. La base de la posici¨®n acusadora podr¨ªa sintetizarse en la expresi¨®n utilizada en sus titulares por un diario de Madrid: "La honradez hay que demostrarla". Uno, en su ingenuidad, hab¨ªa pensado siempre que lo normal en un Estado democr¨¢tico de derecho era exactamente lo contrario: lo que debe demostrarse son las acusaciones, veladas o no.En estos d¨ªas pasados me he acordado muchas veces de algo que nos dec¨ªa en la facultad el catedr¨¢tico de Derecho Procesal don Jaime Guasp: Es decepcionante la cantidad de posibilidades que otorga el ordenamiento al litigante de mala fe y las dificultades, a veces insuperables, que tiene para probar la justicia de su causa el de buena fe.
La monta?a de la pretendida corrupci¨®n en el Ayuntamiento de Madrid se ha montado sobre los cuatro siguientes granos de arena:
1. La existencia de insinuaciones a dos delegados del Ayuntamiento que podr¨ªan interpretarse como una oferta de donativo al PSOE, lo que a su vez podr¨ªa interpretarse como un intento de influir en el resultado de un concurso p¨²blico. Est¨¢ muy claro, que estas insinuaciones no fueron aceptadas, y en ning¨²n caso tuvieron ning¨²n efecto. Nadie ha puesto en duda estas ¨²ltimas afirmaciones, acreditadas en un expediente administrativo y en una adjudicaci¨®n ya efectuada, sin la oposici¨®n de ning¨²n grupo pol¨ªtico.
La financiaci¨®n de los partidos
2. Han existido donativos, u ofertas de donativos, al PSOE de Madrid. Ha quedado claro que tan pronto como pudo sospecharse que alg¨²n ofrecimiento pudiera tener una finalidad de obtener influencia o, al menos, de aparentarla, esos ofrecimientos no fueron aceptados.
Es farisaico el es¨¢ndalo sobre si los partidos reciben donativos o ingresos leg¨ªtimos distintos de las cuotas de sus miembros. Es leg¨ªtimo y legal que los partidos reciban donativos; todos hacen constar esta fuente de financiaci¨®n como una de las posibles en sus estatutos. No hay un solo partido de importancia en el mundo que se sostenga exclusivamente con las cuotas de sus miembros y las aportaciones o descuentos de sus elegidos. Puede consultarse sobre este punto en el libro de Maurice Duverger Los partidos pol¨ªticos. En cualquier caso, es seguro que ninguno de los partidos espa?oles con representaci¨®n parlamentaria se financia s¨®lo con aportaciones de sus miembros. Es lo normal y, repito, leg¨ªtimo.
3. La utilizaci¨®n como elemento acusador de expresiones coloquiales empleadas en conversaciones privadas entre amigos y compa?eros ("se devoIvieron los quinientos billetes"). Esto puede tener cierto efecto en determinados sectores de la opini¨®n p¨²blica, pero no puede decirse que sea prueba de nada. Desde luego, no es lo normal que uno de los asistentes a una reuni¨®n de este tipo utilice estas expresiones como pieza acusatoria contra los dem¨¢s. Al menos, las personas honradas no suelen hacerlo.
4. Es una presunci¨®n negativa la de que no se acuda a los tribunales a denunciar una posible insinuaci¨®n de una irregularidad deforma inmediata. D¨ªgase lo que se quiera, en la vida ordinaria nadie de buena fe act¨²a as¨ª. En un puesto p¨²blico se reciben muchas recomendaciones, normalmente pidiendo intervenciones que de acuerdo con las normas ser¨ªan irregulares. Lo normal es no hacer caso y no darle importancia, porque en la pr¨¢ctica no la tiene y casi todas las recomendaciones no soiu m¨¢s que un uso social, incorrecto esa s¨ª, que se sabe no suele tener efectos pr¨¢cticos. Si alguien va a los j¨²zgados con todas esas instnuaciones no adquirir¨¢ famade "vengador justiciero", simplemente har¨¢ el rid¨ªculo. El que act¨²a de buena fe, sin haber premeditado su actuaci¨®n, solamente se entera de que una insinuacion es grave cuando se manifiesta'¨¦sa gravedad y nunca antes.
"Nunca hubo corrupci¨®n"
Y con todo esto se form¨® eI pastel. Y con nada m¨¢s. Cuatido se dec¨ªa que el asunto no estaba claro, y tras la correspondiente investigaci¨®n quedaba sobradamente de manifiesto que nunca hubo corrupci¨®n, los que no quer¨ªan convencerse segu¨ªan diciendo que no estaba claro y, naturalmente, con esa actitud mental resultaba imposible convencerlos. Es algo parecido a la posici¨®n en que se colocan los que dicen -o piensan- "algo habr¨¢ hecho" cuando ETA asesina a un honrado trabajador. Ante esa cerraz¨®n, ciertamente los razonamientos no penetran, por lo menos a corto plazo.
Y el final fue lo mejor; los campeones de la n¨®mina y el sobre oficial los que se oponen a la introducci¨®n de las incompatibilidades en la vida p¨²blica se desgarran las vestiduras y dicen que el Ayuntamiento de izquierdas quiere tapar las cosas. Veremos c¨®mo van a apoyar el registro p¨²blico de.intereses que, vamos a implantar. Por otro lado -todav¨ªa no salimos de nuestro asombro-, los que tildaban a sus compa?eros del partido socialista de irse demasiado a la derecha, son jaleados hoy, contra el partido socialista y el Ayuntamiento de izquierdas, por los editoriales de El Alc¨¢zar y apoyados por el sindicato fascista FNT.
Aunque ya Manuel Aza?a, nos dej¨® dicho que estimaba "que es una carga de la vida p¨²blica sufrir victoriosamente la maldad ajena, hacerla quebrar su propia impotencia, demostrando la inutilidad de su misma maldad"; y a?ad¨ªa "que la siniestra perfidia de algunos hombres no les libra de ser tontos".
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