Pasi¨®n por la m¨²sica y por la pintura

Federico Sope?a, de 64 a?os, sacerdote, music¨®logo y escritor, oculta tras su aparente tranquilidad de ¨¢nimo la ebullici¨®n de un esp¨ªritu inquieto, que ha dividido sus pasiones entre la m¨²sica y la pintura y ha llevado sus intereses por las aulas universitarias, como catedr¨¢tico de Historia de la Cultura y de la M¨²sica en el Conservatorio de Madrid, y por las tribunas m¨¢s variadas, como conferenciante de los temas de sus inter¨¦s principal.El nuevo director del Museo del Prado naci¨® en Valladolid, y se traslad¨® con su familia a Madrid cuando ten¨ªa diez a?os. En esta ciudad curs¨® estudios de bachillerato y posteriormente se licenci¨® y doctor¨® en las facultades de Derecho y Filosof¨ªa y Letras de la Universidad Complutense. En 1943 comenz¨® sus estudios sacerdotales y fue ordenado seis a?os m¨¢s tarde. Fue rector de la iglesia de la Ciudad Universitaria, de Madrid, y a su alrededor se consolid¨® un considerable ambiente intelectual.

Federico Sope?a fue elegido miembro de n¨²mero de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1958. Como secretario de esta instituci¨®n, fue testigo y part¨ªcipe de las preocupaciones de la entidad acad¨¦mica por integrar el arte dentro de unos programas de car¨¢cter general y de estimular la colaboraci¨®n de los distintos estamentos del mundo de la cultura.

En junio de 1977, el ministro de Asuntos Exteriores, a propuesta de la Direcci¨®n General de Relaciones Culturales, nombr¨® a Sope?a director de la Academia de Espa?a en Roma, donde desarroll¨® una labor que culmin¨® este a?o, y de la que ¨¦l mismo habla en otro lugar de esta p¨¢gina.

Entre otros libros, Sope?a ha publicado Historia de la m¨²sica, La m¨²sica europea contempor¨¢nea, La vida y la obra de Liszt e Historia de la m¨²sica espa?ola contempor¨¢nea. Acaba de terminar un voluminoso estudio sobre Picasso y la m¨²sica, un fragmento del cual public¨® recientemente EL PAIS, peri¨®dico en el que el nuevo director del Prado ha colaborado con asiduidad y al que recientemente envi¨® un art¨ªculo sobre la personalidad del gran cr¨ªtico de arte y acad¨¦mico Enrique Lafuente Ferrari, que hoy publicamos en la p¨¢gina 38.

En su trabajo, Sope?a glosa la personalidad de uno de los impulsores de la vanguardia art¨ªstica espa?ola, y califica la actitud intelectual de Lafuente Ferrari como un ejemplo de ejercicio de la cultura vivida.