Un error
El pel¨ªcano,El pel¨ªcano es una bella y sombr¨ªa comedia dram¨¢tica de Strindberg, en la que aparecen las preocupaciones -obsesiones- del autor: la mujer dominante, opresora del hombre; los desastres del matrimonio; la locura, la fragilidad de la familia... Y los temas burgueses corrientes en una sociedad en transici¨®n: el dinero, la apariencia social. La transici¨®n no ha terminado, aunque haya evolucionado mucho el concepto de burgues¨ªa, y en la punta intelectual de las sociedades se insiste vehementemente en la alteraci¨®n de los valores y en la revisi¨®n de los conceptos.Joaqu¨ªn Vida, cuyo aprendizaje, del teatro junto a maestros del g¨¦nero viene de antiguo, ha elegido esta obra para su presentaci¨®n como director. No puede con ella. El mismo concepto de direcci¨®n aparece confuso: quiz¨¢ lo tuviera muy claro en su pensamiento, pero en el traslado al escenario lo que queda patente es un desequilibrio entre el realismo ¨¢cido del texto y el expresionismo, sonido, proyecciones.
de Strindberg
Versi¨®n libre de Eugenio Arredondo. Int¨¦rpretes: Charo Soriano, Alicia Agut, Jos¨¦ Mar¨ªa Barbero, Miguel Arribas, Jeannine Mestre. Figurines de Joaqu¨ªn Vida; escenograf¨ªa de Pepe Vida; m¨²sica de Concha Barral; voz de Cecilia Bernaola. Direcci¨®n: Joaqu¨ªn Vida. Teatro Benavente. 22 de octubre de 1981.
La intimidad del drama no tiene por qu¨¦ convertirse en lentitud de dicci¨®n, en huecos entre frase y r¨¦plica. La escenograf¨ªa es pobre: no ya de medios, que eso ser¨ªa lo de menos, sino de est¨¦tica: comete el error de reducir a¨²n m¨¢s el ya peque?o escenario de Benavente; se supone que es un s¨ªmbolo del ahogo de los personajes, pero en realidad a quien oprime es al espectador.
La interpretaci¨®n no es buena, si se except¨²a la breve aparici¨®n de Alicia Agut y la composici¨®n de su personaje por Jeannine Mestre. Charo Soriano no evita gestos e inflexiones de voz que tienden m¨¢s al melodrama que al teatro dram¨¢tico ¨ªntimo. Tiene un prestigio esc¨¦nico suficiente como para considerar que esta interpretaci¨®n es simplemente un error.
Joaqu¨ªn Vida podr¨¢ rectificar f¨¢cilmente este mal principio. Habr¨¢ que considerarle, en el futuro, por otros montajes.
El p¨²blico del estreno aplaudi¨® al final de la obra reiteradamente, y el director sali¨® a escena en compa?¨ªa de sus int¨¦rpretes.
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