La noche en que fue forzado el cese

Cuando Bismarck consegu¨ªa imponer, entre l¨¢grimas, sus prop¨®sitos represivos al viejo kaiser prusiano en el serial de televisi¨®n La ca¨ªda de las ¨¢guilas, Fernando Castedo regresaba a la casa que tiene en las afueras de Madrid pensando sobre la decisi¨®n del presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, de precipitar su ca¨ªda. Sin que se apagaran del todo los gritos de Bismarck en los televisores vecinos, Castedo comienza a redactar su carta de dimisi¨®n irrevocable.La llamada de Calvo Sotelo a la Moncloa no s¨®lo obliga a Castedo a escribir una carta a horas desacostumbradas, sino que le hace cambiar radicalmente su r¨¦gimen. No puede retirarse a medianoche ni tiene tiempo para comer las verduras que le mantienen en un peso especialmente ligero.

Con la carta ya hecha, Castedo decide llamar a Jes¨²s Picatoste, el director de su gabinete t¨¦cnico, al que le pide que convoque a su consejo directivo para las dos de la madrugada.

Castedo hab¨ªa recibido la llamada de la Moncloa, para que acudiera a visitar a Calvo Sotelo esa misma noche, poco despu¨¦s de las ocho de la tarde. Por su despacho andaban algunos de los miembros de su equipo, pero a ninguno revel¨® el origen de la llamada, y a las 20.30 horas parte para el palacio donde reside el presidente del Ejecutivo. All¨ª no le espera s¨®lo Leopoldo Calvo Sotelo. Con ¨¦l est¨¢n el presidente de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico, Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, y el ministro de Justicia y tradicional amigo de Castedo, P¨ªo Cabanillas. Este, al parecer, fue en alg¨²n tiempo pieza clave del mantenimiento de Castedo en la Direcci¨®n General de Radiotelevisi¨®n Espa?ola, pero ya no le dispensa su confianza.

Pero hab¨ªa en el sal¨®n de la Moncloa un personaje cuya presencia sorprendi¨®: era Adolfo Su¨¢rez, el ex presidente del Gobierno que le nombr¨®, y el personaje en el que algunos cre¨ªan que Castedo ten¨ªa apoyada su cabeza, por utilizar el s¨ªmil que relaciona a Herodes y al Bautista con esta reciente operaci¨®n Salom¨¦ de Radiotelevisi¨®n Espa?ola.

Un enfrentamiento, que Europa Press califica de ?cordial?, con Rodr¨ªguez Sahag¨²n, y un intercambio de pareceres que la misma agencia adjetiva de ?cordiales? sin paliativos, fueron el inicio de la reuni¨®n que culmin¨® con el ofrecimiento de un Castedo aturdido y especialmente contundente ante las acusaciones del presidente de UCD ofrece como salida a los l¨ªderes de su partido. Ninguno de ¨¦stos le apremia para que dimita, pero le reiteran que ¨¦se es el deseo de UCD.

Por el camino piensa la carta y la redacta con rapidez en la casa. A la 1.30 horas se concentran todos los convocados por Picatoste: este mismo, Miguel Angel Toledano, director de Televisi¨®n Espa?ola; Eduardo Sotillos, director de la red de emisoras de Radio Nacional; Jos¨¦ Luis Balb¨ªn, director de Servicios Informativos Especiales; Ferm¨ªn Bocos, director de la segunda edici¨®n del Telediario; Julio de Benito, subdirector de informativos de Televisi¨®n Espa?ola. Ni el caf¨¦ que prepara Mercedes Castedo hasta las 3.55 horas ni los ¨¢nimos que le infunden sus compa?eros de reuni¨®n hacen que Castedo desista de su intenci¨®n. La carta ha de salir a primera hora de la ma?ana para la Moncloa. Y ¨¦l se retira a descansar.