El "esp¨ªritu de Canc¨²n" se materializar¨¢ en t¨ªmidas acciones para paliar el hambre de los pa¨ªses m¨¢s pobres

ENVIADOS ESPECIALES Un t¨ªmido esp¨ªritu de Canc¨²n, que puede concretarse en acciones para paliar el hambre de los pa¨ªses m¨¢s pobres y en aceptar la necesidad de negociaciones globales en la ONU, se perfila aqu¨ª a unas horas de que concluya esta cumbre Norte-Sur. Esto, que evidentemente es insuficiente para acortar las distancias entre los poderosos y el Tercer Mundo, se considera un m¨ªnimo para poder afirmar que la reuni¨®n no se saldar¨¢ con un fracaso, cuando termine en la madrugada de hoy (hora de Madrid).

Del torrente de comunicaci¨®n, discursos y conferencias de Prensa (casi todos los participantes ofrecen cada cuatro horas su versi¨®n de la conferencia) se puede resumir una coincidencia en el diagn¨®stico del desequilibrio mundial. Tambi¨¦n hay unanimidad en el reconocimiento de la interdependencia creciente. No se trata de hacer caridad, sino de entender que la prosperidad del Occidente industrializado est¨¢ ligada a la del Tercer Mundo. Esto ¨²ltimo supone para el primer ministro canadiense, Pierre Trudeau, un "avance intelectual significativo".Se apuntan tambi¨¦n como datos positivos de la reuni¨®n el esp¨ªritu ,de cooperaci¨®n reinante, la ausencia de enfrentamientos radicales, aunque al parecer el presidente tanzano, Julius Nyerere, y los l¨ªderes de Argelia, M¨¦xico y Brasil han tenido duras intervenciones contra la posici¨®n norteamericana. Alexander Haig calific¨® sus alusiones como estridentes.

Ning¨²n l¨ªder individual ha tratado de imponer sus puntos de vista, aunque es muy visible el mayor protagonismo buscado por el anfitri¨®n mexicano, Jos¨¦ L¨®pez Portillo, y por el presidente franc¨¦s, Fran?ois Mitterrand, quien, curiosamente, tras sus posiciones iniciales, casi tercermundistas, se muestra muy satisfecho de la marcha de los trabajos y aplaude incluso la actitud de Estados Unidos.

Plan alimentario

La presi¨®n de los pa¨ªses pobres, que desean resultados concretos y no esperan demasiado de un largo proceso de negociaciones globales, va a obtener quiz¨¢ el ¨²nico resultado concreto de la conferencia: un plan alimentario destinado a acabar con el hambre en el mundo antes del a?o 2000. El presidente nigeriano, Shehu Shagari, ha explicado la necesidad de esta medida con un dato muy simple: cada africano tiene hoy un 10% menos de alimentos que hace diez a?os.

Los industrializados se comprometer¨¢n a asegurar el m¨ªnimo vital a las naciones que padecen hambre mediante la promoci¨®n de la producci¨®n agr¨ªcola (se reitera hasta el cansancio la necesidad de ense?ar a pescar, no de regalar peces), entregas directas de alimentos, incentivos financieros y asistencia t¨¦cnica.

Aqu¨ª se acaban pr¨¢cticamente las coincidencias del di¨¢logo Norte-Sur. El presidente Reagan ha logrado no convertirse en el villano de la obra con su condicionada y t¨ªmida oferta de aceptar negociaciones globales, siempre dentro de las instituciones existentes en Naciones Unidas.

Los dem¨¢s asistentes a la reuni¨®n opinan que las negociaciones deben formalizarse en el seno de la Asamblea General de la ONU, pero Washington entiende que se trata de un foro ret¨®rico, que s¨®lo sirve para politizar y hacer est¨¦ril el debate. De ah¨ª que Reagan prefiera reconducir el di¨¢logo en el seno de instituciones funcionales, como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, mucho m¨¢s manejables por el peso econ¨®mico y pol¨ªtico de Estados Unidos.

Nadie ha hablado aqu¨ª en contra de las negociaciones globales. Incluso el Reino Unido y la Rep¨²blica Federal de Alemania se han separado en este tema de EE UU, pero cada asistente interpreta las negociaciones globales de forma distinta. La lucha de las ¨²ltimas horas de la conferencia se dirige a vincular esta voluntad negociadora al aparato de la ONU.

En el tema energ¨¦tico, el acuerdo no parece posible despu¨¦s de conocerse el rechazo por parte estadounidense de la creaci¨®n de una filial del Banco Mundial que ayude al Tercer Mundo a pagar la factura del petr¨®leo. El secretario del Tesoro, Donald Regan, ha afirmado que "no es necesario", ya que el 27% de los fondos de energ¨ªa del Banco Mundial se destinan a energ¨ªa y "estamos dispuestos a aumentar este porcentaje"