La unanimidad prevaleci¨® en el congreso del PS franc¨¦s
El dif¨ªcil congreso del Partido Socialista (PS) en Valence, durante el ¨²ltimo fin de semana, las rudas jornadas parlamentarias que deben elevar a categor¨ªa de ley las nacionalizaciones y la impaciencia de los sindicatos certifican que la gran batalla del cambio que simboliza la pol¨ªtica de Mitterrand es un hecho.
Lionel Jospin, primer secretario del PS, fue reelegido en su puesto, y las diversas corrientes socialistas aceptaron la moci¨®n ¨²nica, mitterrandista, y todas ellas participar¨¢n en la direcci¨®n del partido, lo que no quiere decir que desaparezcan. Ante las dificultades del cambio, el partido opt¨® por la unanimidadEl happening izquierdista que celebraron en Valence algunos dirigentes del PS, apoyados por una base que quiere "m¨¢s reformas, y m¨¢s r¨¢pidas", fue amortiguado por las intervenciones del primer ministro, Pierre Mauroy ("es necesario no amedrentar al pa¨ªs"), y en ¨²ltima instancia, por el presidente Fran?ois Mitterrand, que anteayer, al aterrizar en el aeropuerto de Orly, procedente de la Conferencia Norte-Sur de Canc¨²n, se vio obligado a tranquilizar a sus conciudadanos: "Todos los franceses, piensen como piensen, y sean partidarios o no de mi pol¨ªtica, tienen que sentirse verdaderamente seguros en el marco de la Rep¨²blica", dijo.
Pero la opini¨®n conservadora liberal, e incluso no pocos portavoces pro socialistas, han quedado escaldados por el terror tranquilo que, en su opini¨®n, est¨¢ reemplazando a la fuerza tranquila que en mayo le abri¨® a Mitterrand las puertas del El¨ªseo. Las amenazas lanzadas desde el congreso de Valence solicitando purgas en la Administraci¨®n, en la radio y televisi¨®n del Estado, en la polic¨ªa, en las bancas y empresas nacionalizadas, invitan a diarios no sospechosos de antimitterrandismo, como Le Monde, Liberation o Le Matin, a preguntarse sobre el futuro de la gesti¨®n socialista.
Un dirigente de la tendencia dirigida por el ministro del Plan, Michel Rocard, explicaba en pleno congreso: "A¨²n hay muchos socialistas que se creen en la oposici¨®n o que confunden esta ¨²ltima con la direcci¨®n del pa¨ªs". Mitterrand habl¨® en el mismo sentido al atribuir los excesos de algunos dirigentes a la inexperiencia. Para la oposici¨®n, no caben pa?os templados: "El PS es un partido de ayatollahs que le anuncia d¨ªas negros al pa¨ªs".
Tras la juerga revolucionaria del primer d¨ªa del congreso, el freno de Mauroy y el de Rocard se impusieron el segundo. Y el domingo cuaj¨® la unanimidad, La ¨²nica moci¨®n, elaborada por la mayor¨ªa mitterrandista, fue aprobada por las corrientes que encabezan el primer ministro Mauroy, el ministro de Investigaci¨®n, Jean-Pierre Chevenement, y Rocard. Jospin ser¨¢ reelegido primer secretario y las cuatro corrientes del partido participar¨¢n en la direcci¨®n. La lucidez de todos ha prevalecido sobre las divergencias, que s¨®lo aparecer¨¢n de nuevo si la gesti¨®n gubernamental patina seriamente.
El congreso de Valence borde¨® el peligro de un atentado terrorista, pero todo qued¨® reducido a una bomba fum¨ªgena. El domingo, cuando Jospin pronunciaba el discurso final, el artefacto, lanzado en el ala destinada a las delegacioness extranjeras por un objetor de conciencia descontento con el Gobierno, provoc¨® unos minutos de p¨¢nico total: los congresistas buscaron la puerta, se echaron por tierra. El dirigente sovi¨¦tico Ponomaref fue pr¨¢cticamente enterrado por sus guardaespaldas, los gorilas de la delegaci¨®n palestina sacaron la pistola. Pero todo era humo. Se cant¨® la Internacional, y Jospin continu¨® su discurso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.