El subdirector del Museo del Prado, Alfonso P¨¦rez S¨¢nchez, presenta su dimisi¨®n

El subdirector del Museo del Prado, Alfonso E. P¨¦rez S¨¢nchez, present¨® ayer al ministro de Cultura, I?igo Cavero, la dimisi¨®n de su cargo, al no estar de acuerdo con el nombramiento de Federico Sope?a, el pasado d¨ªa 21, como nuevo director de la primera pinacoteca de Espa?a, tras la dimisi¨®n de Jos¨¦ Manuel Pita Andrade, ocurrida tres d¨ªas antes. En su carta de dimisi¨®n, P¨¦rez S¨¢nchez dice que "no llego a entender los criterios con que de modo tan apresurado se ha procurado cerrar esa crisis y resolver el problema".

Alfonso E. P¨¦rez S¨¢nchez hab¨ªa decidido dimitir como subdirector del Prado el pasado viernes, al d¨ªa siguiente de la toma de posesi¨®n de Federico Sope?a como director. Al parecer, el ministro de Cultura, I?igo Cavero, le pidi¨® que aplazara su decisi¨®n hasta mantener una conversaci¨®n personal, hecho que ocurri¨® ayer a su regreso de Par¨ªs, donde particip¨®, junto con el director general de Bellas Artes, Javier Tusell, en los actos conmemorativos del centenario de Pablo Picasso.En su carta de dimisi¨®n, dirigida al director general de Bellas Artes, Javier Tusell, P¨¦rez S¨¢nchez rechaza el ofrecimiento de una direcci¨®n adjunta y pone a su disposici¨®n el cargo de subdirector, que deja ?con evidente y, creo, justificada tristeza, tras permanecer en el museo durante veinte a?os, diez de ellos como subdirector conservador?.

Tras se?alar el respeto cient¨ªfico internacional que ha conseguido el Museo del Prado. P¨¦rez S¨¢nchez dice que ?esa consideraci¨®n y prestigio se han basado esencialmente, en el car¨¢cter estrictamente cient¨ªfico y profesional del trabajo que, aun con las dificultades, casi angustiosas, que la carta de dimisi¨®n de Pita ha evidenciado, se ha venido realizando desde la direcci¨®n y subdirecci¨®n del museo en los ¨²ltimos a?os, con la colaboraci¨®n y el respaldo de todos cuantos en el museo se hallan?.

El dedo en la llaga

Despu¨¦s de afirmar que ?s¨¦ bien los obst¨¢culos, limitaciones y presiones de sus respectivas administraciones que sufren esos colegas a veces, pero puedo asegurarte que en ninguna parte son comparables a los que aqu¨ª hemos padecido. La carta de Pita ha puesto el dedo en la llaga de muchos, de estos males, y todos hemos pensado por un momento que su aldabonazo constituir¨ªa una seria llamada de atenci¨®n y podr¨ªa quiz¨¢ favorecer su remedio?.?No creo que pueda justificarse?, dice P¨¦rez S¨¢nchez, ?ante nadie la designaci¨®n de una persona absolutamente ajena a este mundo, a esta preparaci¨®n y a este lenguaje, por mucho que con la mejor voluntad, s¨¦ subrayen sus contactos -siempre marginales- con el mundo de las artes pl¨¢sticas?. Opina que ?ser¨ªa fundamental que el director fuese alguien con autoridad e independencia en el mundo profesional y espec¨ªfico?.

Por otra parte, 148 empleados del Museo del Prado, la totalidad de la plantilla, han firmado una carta dirigida al ministro de Cultura, donde manifiestan su completa adhesi¨®n a la labor de Pita y P¨¦rez S¨¢nchez, y piensan que ?su marcha origina un descontento en todo el personal, ya que ellos garantizaban, con su preparaci¨®n espec¨ªfica, dedicaci¨®n, eficacia probada, honestidad y dignidad moral, la buena marcha del Museo del Prado?.