Sanciones rid¨ªculas contra Bayern y Breitner
El fiscal del f¨²tbol alem¨¢n, Hans Kindermann, ha solicitado una sanci¨®n de 5.000 marcos (unas 210.000 pesetas) contra el Bayern Munich por su retirada durante un partido del torneo Santiago Bernab¨¦u el pasado septiembre en Madrid y la misma sanci¨®n contra el capit¨¢n del equipo, Paul Breitner, por injuriar al ¨¢rbitro. Contra el delantero del Bayern Karl-Heinz Rummenigge, que fue expulsado por el ¨¢rbitro espa?ol, Donato Pes P¨¦rez, Kindermann no ha pedido ninguna sanci¨®n.
De patri¨®tica y hasta chovinista podr¨ªa calificarse la sanci¨®n que pide el terrible Hans Kindermann contra el Bayern y Breitner, tras los incidentes del pasado Torneo Bernab¨¦u. Kindermann tiene fama por su dureza a la hora de solicitar penas, ¨¦l fue quien llev¨® el peso de la acusaci¨®n en el esc¨¢ndalo de sobornos en la Bundesliga hace ya m¨¢s de diez a?os.El mismo Kindermann, que pidi¨® y consigui¨® dos meses de suspensi¨®n contra el ingl¨¦s Kevin Keegan por una agresi¨®n en un partido de feria entre el Hamburgo y un equipo de aficionados, ahora ha solicitado una sanci¨®n rid¨ªcula, 210.000 pesetas, contra el Bayern Munich y otro tanto contra su capit¨¢n Paul Breitner.
En la insignificante sanci¨®n solicitada por el fiscal del f¨²tbol alem¨¢n se advierte la preocupaci¨®n y el miedo a provocar un conflicto con dos jugadores b¨¢sicos hoy d¨ªa para el equipo nacional.
De las injurias de Breitner contra Pes P¨¦rez qued¨® constancia gr¨¢fica en casi toda la prensa alemana, donde apareci¨® el capit¨¢n del Bayern ante Pes P¨¦rez con un gesto inequ¨ªvoco que significa: ?Usted est¨¢ mal de la cabeza?.
Para justificar la m¨ªnima sanci¨®n contra Breitner, la comisi¨®n de control del f¨²tbol alem¨¢n argumenta que en el momento de producirse los incidentes Breitner no estaba en juego, ya se hab¨ªa retirado y estaba sentado en el banquillo
La m¨ªnima sanci¨®n contra el Bayern Munich se justifica con las dificultades idiom¨¢ticas y la falta de entendimiento sobre el reglamento del torneo, aunque se reconoce que el equipo b¨¢varo tuvo parte de la culpa en la suspensi¨®n del partido. Como atenuantes se argumenta que la polic¨ªa atac¨® a los jugadores y los suplentes que estaban en el banquillo.
Contra Rummenigge, Kindermann no pide ninguna sanci¨®n, porque considera que los gestos despectivos hacia el p¨²blico no son motivo suficiente para la expulsi¨®n.
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