Los resultados de Canc¨²n

Veintid¨®s jefes de Estado,o de Gobierno reunidos durante 48 horas en un mismo sitio, aunque sea encantador, como Canc¨²n, no pod¨ªan solucionar los verdaderos problemas del subdesarrollo; problemas que se llaman hambre, analfabetismo, injusticia, desigualdad entre ricos y pobres.Fran?ois. Mitterrand lo sabe. No lo ha ocultado desde que sali¨® de Par¨ªs. "En Canc¨²n, mi delegaci¨®n har¨¢ proposiciones concretas. ( ... ) Pero no hay que hacerse ilusiones". Entonces, ?por qu¨¦ Mitterrand ha invocado tantas veces la palabra m¨¢gica de Canc¨²n en cada una de sus paradas en su viaje hacia esa meca, en Yorktown como en M¨¦xico? Porque crey¨® encontrar dos magn¨ªficas ocasiones de disponer de una gran tribuna para afirmarse como l¨ªder espiritual del Tercer Mundo. ( ... )

Escoger M¨¦xico para lanzar un llamamiento a la revuelta de todos los parias de la Tierra era una idea extra?a.

Despu¨¦s de cincuenta a?os de reino sin oposici¨®n del partido revoluc¨ªonario institucional, M¨¦xico contin¨²a siendo uno de los pa¨ªses del mundo -de los dos continentes americanos- donde las desigualdades son m¨¢s llamativas y en el que las oligarqu¨ªas, una palabra que repite a menudo Mitterrand, pesan con un peso muy grave.

?C¨®mo asombrarse de que el preside¨¢te mexicano saliente, L¨®pez Portillo, haya pretextado embotellamientos para no acudir el martes a la plaza de la Revoluci¨®n, donde el jefe del Estado franc¨¦s celebraba su misa de la libertad? (... )

En M¨¦xico tambi¨¦n la prudencia es una virtud pol¨ªtica.

25 de octubre