Palabras de Russell
La indignaci¨®n es santa, aunque a veces poco avisada. En carta al director de EL PAIS,aparecida el 22 de octubre, un lector me atribuye una serie de palabras atroces en torno a Russell; a saber: que ¨¦ste no se comprometi¨® nunca socialmente y que despreciaba a los, hombres y aborrec¨ªa el alcohol". La primera afirmaci¨®n -?qu¨¦ se le va a hacer!- no es m¨ªa. Debe de hab¨¦rsele trasconejado al lector en -la memoria y, por tanto, no soy parte -a decir si est¨¢ bien o est¨¢ mal. -La segunda me pertenece y no me pertenece, al tiempo. Me pertenecer¨ªa del todo en el caso de que Russell, adem¨¢s de ser ¨¦l mismo, fuese tambi¨¦n su propia suegra, a la que yo me refiero con la frase entrecomillada. Amigo lector: la naturaleza humana es limitada. Russell, que pod¨ªa mucho, no logr¨® nunca. encarnarse en la madre de su se?ora. Aclarado el primer malentendido, y salvo una ligera discrepancia en cuanto al sexo del fil¨®sofo, me declaro enteramente acorde con usted./
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