Mario Vargas Llosa: "El vicio por la literatura se acrecienta con los a?os"
El autor de "La guerra del fin del mundo" presenta en Madrid su ¨²ltima novela
?La pasi¨®n por la literatura, como todos los buenos vicios, se acrecienta con los a?os, y con el tiempo se descubre que lo importante no son los libros que se escriben, sino el hecho de escribirlos, el tr¨¢nsito hacia el libro?. Esta fue una de las declaraciones de naturaleza literaria que hizo el escritor peruano Mario Vargas Llosa ayer, en el transcurso de la intensa jornada que vivi¨® en Madrid, como protagonista principal de la presentaci¨®n de su ?¨²ltima aventura literaria?, La guerra del fin del mundo, t¨ªtulo publicado por Seix-Barral en edici¨®n de lujo y Plaza & Jan¨¦s en r¨²stica.
La insurrecci¨®n popular de signo religioso que se produjo a finales del siglo XIX en las tierras del noreste de Brasil, en la regi¨®n de Sert¨¢o, encabezada por un singular y contradictorio personaje, Antonio Consejero, es la materia prima que ha utilizado Vargas Llosa para elaborar, en un mantenido esfuerzo constructivo y creativo que ha durado cuatro a?os, su ¨²ltima novela, La guerra del fin del mundo.?El detonante y principal est¨ªmulo que recib¨ª para empezar a fraguar este libro fue la obra de Euclides da Cunha Os sertoes, an¨¢lisis hist¨®rico y sociol¨®gico de los acontecimientos ocurridos en Canudos, que represent¨®, cuando fue publicada en 1912, una especie de examen de conciencia nacional para Brasil?, explica Vargas Llosa.
?Sin embargo, La guerra... no es un relato hist¨®rico, sino la novela de aventuras que siempre quise escribir, en cuyo n¨²cleo central late una reflexi¨®n sobre la visi¨®n fan¨¢tica e ideol¨®gica de la realidad encarnada en los principales protagonistas de la historia, Antonio Consejero, Galileo Gall o el Coronel?.
Esta reflexi¨®n sobre el fanatismo es el tema esencial de La guerra del fin del mundo, seg¨²n su autor, para quien ?el episodio tr¨¢gico de Canudos es un resumen de la realidad en los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, donde han sido frecuentes este tipo de subversiones intestinas e insensatas, que enfrentan fanatismos paralelos, intransigencias rec¨ªprocas, incapaces de comunicar entre s¨ª, que llevan inevitablemente a una situaci¨®n de violencia?.
El tr¨ªo de fan¨¢ticos que preside la acci¨®n en La guerra..., ?seres que proceden en funci¨®n de una abstracci¨®n que obnubila en ellos el sentido de la realidad y de su propia experiencia?, est¨¢ directamente emparentado con otros personajes caracter¨ªsticos de las obras de Vargas Llosa, ?hombres que viven obsesionados por una idea, como el escribidor o Pantale¨®n?.
?No obstante?, a?ade Vargas Llosa, ?La guerra... es una novela muy distinta, m¨¢s ambiciosa que las anteriores, y al escribirla sent¨ªa que era mi obra de madurez. Me ha costado un gran esfuerzo conseguir esa invisibilidad de estilo, la transparencia de lenguaje que exig¨ªa la frondosidad de la historia. Conseguir que el lector tenga la ilusi¨®n, el enga?o de recibirla expl¨ªcita. Describir desde fuera la efervescencia anecd¨®tica?.
?La estructura temporal de la novela est¨¢ concebida de forma que se avanza y retrocede sim¨¦tricamente como en secuencias, ocultando as¨ª esas mudanzas?.
Deuda con la novela de aventuras
En la construcci¨®n de La guerra del fin del mundo, Vargas Llosa se confiesa deudor del g¨¦nero de aventuras y de su maestro Faulkner, ?quien me descubri¨® la t¨¦cnica novel¨ªstica?. Entre otras influencias que inciden en su manera de escribir, renoce tambi¨¦n la indiscutible de Flaubert, ?la de las series novelescas del XIX. de mi admirado Joseph Conrad o de los novelistas de obra ¨¦pica, como Malraux. En cierta ¨¦poca, Sartre me influy¨® asimismo, sobre todo en la forma de entender la creaci¨®n y la literatura?.Ante el despliegue propagand¨ªstico realizado por las editoriales que publican ?su ¨²ltima aventura literaria?, Mario Vargas Llosa confiesa su deseo de ?llegar al mayor n¨²mero de lectores, aunque ello no quiere decir que haga concesiones, y a la hora de escribir lo cierto es que soy sumamente riguroso y exigente conmigo mismo?.
?Mi ilusi¨®n?, afirma, ?es que este libro fuera con el tiempo algo as¨ª como lo que hoy significa para nosotros Tirant lo blanc?.
Sobre las ineludibles cuestiones pol¨ªticas, Vargas Llosa prefiere desde hace tiempo ?confundir m¨¢s que aclarar mi opini¨®n ante los periodistas. Creo que es preferible una actitud pragm¨¢tica, al tenor de los acontecimientos hist¨®ricos, que una ideolog¨ªa fija de ideas abstractas?.
Con respecto a la situaci¨®n actual en Per¨², se declar¨®, no obstante, muy satisfecho y solidario con el r¨¦gimen de apertura democr¨¢tica. En cuanto a Cuba, expres¨® su postura cr¨ªtica frente a ?un modelo de socialismo autoritario que no es un ejemplo a seguir para los otros pa¨ªses de Suram¨¦rica?.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.