Los Presupuestos de 1982 acent¨²an la regresividad fiscal
Los ingresos fiscales esperados para el pr¨®ximo a?o crecer¨¢n entre siete y diez puntos por encima de la inflaci¨®n, seg¨²n procedan de impuestos directos o indirectos. El aumento de la presi¨®n fiscal ser¨¢ menor que en 1980 y 1981, pero los cr¨ªticos del presupuesto recuerdan que ya su avance en ambos ejercicios fue, como en 1978, muy grande. Pese a todo, la recaudaci¨®n fiscal se queda corta a la hora de cubrir incluso los gastos no destinados a inversi¨®n, que son pagados cada vez m¨¢s por el trabajo y el consumo.
En efecto, el presupuesto de ingresos fiscales para 1982 ofrece la novedad, inusitada hasta ahora, de que ser¨¢ insuficiente para atender los gastos que no financian inversi¨®n (personal, gastos corrientes y transferencias, sobre todo). Los 825.000 millones de pesetas calculados para inversiones p¨²blicas se acercan, por primera vez en la historia presupuestarla espa?ola, al d¨¦ficit esperado para todas las administraciones p¨²blicas.
Segundo a?o de regresividad
Ello ocurre precisamente cuando, estiradas las posibilidades de aumento de los impuestos directos durante tres a?os de reforma fiscal, en 1981 adquirieron protagonismo los indirectos, para mantenerlo de nuevo en el pr¨®ximo ejercicio. Los 0,60 puntos en que, por otra parte, se quiere aumentar la presi¨®n fiscal (valor de los ingresos totales sobre Producto Interior Bruto) situar¨¢n esta magnitud en el 14,04%, casi 2,9% sobre el nivel de 1977.Los impuestos directos presupuestados para 1982 (es decir, los procedentes de la renta o riqueza) crecer¨¢n el 22,5% (hasta 1,14 billones de pesetas), manteni¨¦ndose por tercer a?o consecutivo en valores superiores al 20%. El incremento de los impuestos directos, que lleg¨® a su cota m¨¢xima de los ¨²ltimos a?os en 1980, cuando fue del 28,1%, ser¨¢ ahora del 18,2% (hasta 1,26 billones de pesetas), casi punto y medio superior al del ejercicio anterior.
As¨ª, los impuestos indirectos, cuya participaci¨®n en el total de ingresos ha sido decreciente durante lustros, ahora pasar¨¢n de representar el 39,1% estimado para 1981 al 39,6% de todos los ingresos. La cobertura de los directos hab¨ªa seguido una trayectoria contraria y descender¨¢ del 44,5% al 44%. De esta forma, los directos ser¨¢n un 10,9% m¨¢s que los indirectos, porcentaje lejano al 17,8% que alcanzaron en 1980, a?o a partir del cual termin¨® la progresividad, entendida como aumento de los directos sobre los indirectos, pues al siguiente hubo una regresi¨®n de cuatro puntos.
Lo que pagan trabajo y capital
Estos datos apuntan que en 1981 y 1982 se mantendr¨¢ el avance de los ingresos procedentes de la renta y el patrimonio, frente a los ligados al capital y a la producci¨®n e importaci¨®n. La presi¨®n de los primeros ha pasado entre 1978 y 1980, seg¨²n datos del Banco de Espa?a, del 5,5% al 6,8%, del Producto Interior Bruto, debido casi exclusivamente a las rentas de las familias (del 3,2% al 4,4%), y dentro de ellas a las retenciones por trabajo y a la cuota diferencial, que pasaron del 2,7% al 3,3% en un caso, y del 0,2% al 0,7% del Producto Interior Bruto en otro. En los mismos tres a?os, la presi¨®n de los impuestos ligados al capital no ha variado (0,2% del PIB), como tampoco la soportada por la producci¨®n e importaci¨®n (6,1%).Las previsiones de Hacienda para 1982 consolidan la tendencia de los ¨²ltimos anos en lo que respecta a impuestos directos. Los de la renta, que cubrieron el 96,3% de todos los directos en 1980, pueden alcanzar en el presente el 96,6%, para situarse al terminar el pr¨®ximo en el 96,7%. Dentro de ellos, los correspondientes a la renta de las sociedades, situados en el 21,3% del total del subgrupo en 1978, cubrieron el a?o pasado 19,8 de los citados 96,3 puntos, bajar¨¢n durante el presente a 19,5% y en el pr¨®ximo a 18,8%. Una evoluci¨®n similar registran los impuestos sobre el capital , que representaban en 1978 el 3,7% de los directos, se cifraron el a?o pasado en el 3,6%, bajar¨¢n durante el presente al 3,4% y quedar¨¢n el pr¨®ximo en el 3,3%.
Si no se confirma este otro tipo de regresividad para los impuestos ligados a la producci¨®n en 1982 ser¨¢ por las mayores tasas de crecimiento previstas en el impuesto sobre el tr¨¢fico de empresas y el monopolio de petr¨®leos, en los que no se cuentan a tales efectos la desgravaci¨®n fiscal a la exportaci¨®n (los 175.000 millones de pesetas estimados en tr¨¢fico de empresas para 1981 son l¨ªquidos, despu¨¦s de restar unos 97.000 millones por desgravaci¨®n). El aumento fijado para el ITE se debe a razones de su acomodaci¨®n al futuro impuesto sobre el valor a?adido, con vistas a lo cual ya en 1981 se espera que crezca un 64,1% sobre 1980, en que el incremento fue del 9,3% sobre 1979.
El Banco de Espa?a, primer contribuyente
Junto a los impuestos directos e indirectos, cuyas estimaciones de recaudaci¨®n para 1981 y 1982 aparecen en el cuadro adjunto, el presupuesto de ingresos del Estado lo completan otros seis cap¨ªtulos, que suponen un 16,4% del mismo, cifrado en 2,8 billones de pesetas (un 20,8% superior a la estimaci¨®n para 1981).La mitad de dicho porcentaje procede de las tasas, que crecer¨¢n el 22% sobre 1981, hasta situarse en 213.500 millones de pesetas. Otro 6% corresponde a los ingresos patrimoniales (dividendos y participaciones en beneficios de empresas p¨²blicas), que aumentar¨¢n el 20,9% (hasta 169.846 millones de pesetas). Casi la totalidad de esta ¨²ltima cifra se obtiene de los resultados del Banco de Espa?a, que pagar¨¢ este a?o casi 120.000 millones de pesetas, y el pr¨®ximo, algo m¨¢s de 150.000 millones.
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