Red de asistencia psiqui¨¢trica sectorizada para Barcelona, financiada por la Diputaci¨®n

La ciudad de Barcelona dispondr¨¢ de una red de asistencia psiqui¨¢trica sectorizada a partir del pr¨®ximo 1 de diciembre. El proyecto, llevado a cabo por un equipo coordinado por el doctor Jos¨¦ Luis F¨¢bregas, est¨¢ inspirado en experiencias realizadas en Francia, y constituye, seg¨²n sus mentores, ?el primer intento serio de acercar la asistencia psiqui¨¢trica al enfermo, rompiendo con los m¨¦todos tradicionales de internamiento directo?. Su coste se ha calculado en unos 190 millones de pesetas anuales. Ser¨¢ sufragado por la Diputaci¨®n Provincial de Barcelona, cuyos ¨®rganos de gobierno aprobar¨¢n definitivamente el proyecto en el curso del mes de noviembre.

La sectorizaci¨®n de Barcelona ciudad se har¨¢ a partir de la infraestructura existente en materia de asistencia psiqui¨¢trica. Por una parte, los cuatro centros de higiene mental que funcionan en la ciudad, y los cinco servicios ambulatorios de los hospitales, se constituir¨¢n en centros de asistencia primaria (CAP). A estos nueve centros les corresponden otras tantas zonas de Barcelona, coincidiendo con los barrios naturales de la ciudad, cada uno con una poblaci¨®n ligeramente superiora las 100.000 personas.?Hasta el presente puede decirse que la asistencia psiqui¨¢trica en Barcelona era una pr¨¢ctica descoordinada e incoherente?, inform¨® a este diario el doctor F¨¢bregas. ?Nuestra tarea principal?, a?adi¨®, ?va a consistir en coordinar los nuevos servicios con lo que hay hasta ahora. Tenemos conciencia de que no todo cambiar¨¢ a partir de la puesta en marcha de la nueva red, y que incluso habr¨¢ controversia, puesto que puede decirse que el primer paciente a tratar es la propia asistencia psiqui¨¢trica?.

Dos "hospitales de d¨ªa"

La red asistencial se completa con dos centros de la modalidad hospital de d¨ªa, destinados al tratamiento terap¨¦utico en r¨¦gimen diurno, con un horario limitado a ocho horas. Estos dos centros son, por una parte, el Incapso, dependiente del Instituto Frenop¨¢tico, y el Centro de Psicoterapia de Barcelona (CPB), ambos de car¨¢cter privado, y que ser¨ªan absorbidos por la red de asistencia.El Incapso no se encuentra a¨²n en funcionamiento. No ocurre lo mismo con el Centro de Psicoterapia de Barcelona (CPB), en funcionamiento desde el pasado mes de enero. En este centro, dirigido por el doctor F¨¢bregas, trabajan actualmente quince personas, entre m¨¦dicos, psiquiatras, psic¨®logos y personal auxiliar. El proceso terap¨¦utico que se lleva a cabo en el centro es de car¨¢cter continuado y global, con la finalidad de que no suponga necesariamente una desvinculaci¨®n del medio social y familiar al que pertenecen. En el CPB se rechazan categ¨®ricamente todo tipo de actuaciones, pretendidamente terap¨¦uticas, que impliquen violencia, coacci¨®n, agresi¨®n o degradaci¨®n a nivel personal.

El enfermo permanece en el CPB, como m¨¢ximo, de las nueve de la ma?ana a las seis de la tarde. Actualmente, y debido a su car¨¢cter privado, la admisi¨®n se produce por la presentaci¨®n voluntaria, o por parte de la familia, del enfermo en el centro, una discreta villa en la parte alta de la ciudad. Cuando la red asistencial entre en funcionamiento, el m¨¦todo de admisi¨®n ser¨¢ siempre a trav¨¦s de los centros de asistencia primaria, que determinar¨¢n el pase del enfermo al hospital de d¨ªa.

?El hecho de que el centro tenga car¨¢cter privado no presupone la desasistencia de la gente que acude aqu¨ª?, manifest¨® a este diario uno de los psic¨®logos del CPB. El precio de la estancia es de 3.500 pesetas por d¨ªa. La asistencia media del enfermo al centro suele ser de unos veinte d¨ªas (unas 70.000 pesetas). Desde que funciona, por el CPB han pasado unos cincuenta pacientes. Todos volvieron a sus casas, si bien alguno de ellos recay¨® en crisis y fue internado en el servicio psiqui¨¢trico del hospital Cl¨ªnico.

Casi una fantas¨ªa socialista

?El proyecto, globalmente, es escaso?, afirma F¨¢bregas, ?casi una fantas¨ªa socialista puesta en pr¨¢ctica por una Diputaci¨®n con mayor¨ªa socialista. La cantidad de servicios psiqui¨¢tricos contin¨²a siendo insuficiente. Ello nos obligar¨¢ a una situaci¨®n de esfuerzo y voluntarismo. El temor que compartimos los trabajadores de la salud mental es de que sea la prueba del fracaso. El proyecto es sufragado por la Diputaci¨®n por el per¨ªodo de un a?o, prorrogable, claro, pero inicialmente por el per¨ªodo de un a?o?.

Reacios al internamiento

?El peligro de esta iniciativa?, a?ade F¨¢bregas, ?es que no sea entendida en su totalidad. Cabe la posibilidad de que los hospitales de d¨ªa sean comprendidos por el p¨²blico como guarder¨ªas de locos. En general suele existir la tendencia a que los familiares del enfermo mental intenten, de alguna manera, deshacerse de ellos. Ser¨¢ dif¨ªcil mentalizarles de que el hospital de d¨ªa es una alternativa total a la asistencia psiqui¨¢trica, y que pretendemos que estos centros asuman incluso las patolog¨ªas graves, sin recurrir al internamiento en manicomios?.?Somos reacios al internamiento en el manicomio?, se?al¨® el psic¨®logo citado anteriormente, ?debido a que la experiencia como trabajadores de la salud mental nos ha ense?ado que el internamiento es un corredor sin retorno?.

Desde el momento en que la Diputaci¨®n apruebe sufragar la red de asistencia, el CPB y los centros asistenciales que tengan en la actualidad car¨¢cter privado perder¨¢n esta condici¨®n. Cada centro de asistencia primaria cuesta de trece a quince millones de pesetas anuales. Los hospitales de d¨ªa costar¨¢n unos 33 millones de pesetas cada uno.

La Diputaci¨®n de Barcelona ya aprob¨® hace escasos d¨ªas un primer proyecto, cuyo ¨¢mbito es la comarca de El Maresme, que se extiende al norte de Barcelona, entre las poblaciones costeras de Badalona y Blanes. Este primer proyecto entrar¨¢ en funcionamiento el pr¨®ximo 1 de noviembre. Ha costado alrededor de 55 millones de pesetas, y abarca trece municipios. Consta de un hospital de d¨ªa, ubicado en la poblaci¨®n de Malgrat, una residencia de viejos dementes y una unidad asistencial.