Ronald Reagan: "Arabia Saud¨ª es la clave para ampliar la paz a todo Oriente Pr¨®ximo"
Pregunta. ?Cree que, como consecuencia de la muerte de Sadat, Egipto va a adoptar una nueva pol¨ªtica exterior?Respuesta. Por ahora, todo parece indicar que no. Tras el funeral, el secretario de Estado, Alexander Haig, y otras personalidades tuvieron reuniones al m¨¢s alto nivel con el nuevo l¨ªder egipcio. El presidente Mubarak nos asegur¨® que piensa continuar y llevar a t¨¦rmino los planes trazados por el presidente Sadat.
P. ?Y la pol¨ªtica norteamericana?
R. Hay quien dice que no tenernos una pol¨ªtica para Oriente Pr¨®ximo. Pero, en realidad, siempre la hemos tenido. Hay gente, de la Prensa que dice que no se tiene una pol¨ªtica si no se est¨¢ continuamente dici¨¦ndoles a ellos lo que se est¨¢ haciendo, para que puedan publicarlo en portada. Pero a m¨ª no me parece esa una buena forma de llevar la pol¨ªtica exterior. Yo creo en una diplomacia no ruidosa. Por ejemplo, logramos que los saud¨ªes nos ayudaran a conseguir un alto el fuego en L¨ªbano, y para ello no hizo falta anunciarlo en las portadas de todos los peri¨®dicos. Eso es lo que llamo diplomacia silenciosa.
P. ?Cu¨¢l va a ser el pr¨®ximo paso?
R. Vamos a seguir actuando como hasta ahora, es decir, sin buscar imponer un acuerdo en Oriente Pr¨®ximo. Queremos estar en condiciones de poder ayudar, donde y cuando haga falta, para llevar a cabo el proceso de Camp David y llevar la paz a la regi¨®n.
P. Tras el funeral de Sadat, ?permaneci¨® el ex presidente Richard Nixon en Oriente Pr¨®ximo como representante suyo?
R. No. Cuando los tres ex presidentes me vinieron a ver a la Casa Blanca, antes de partir para el funeral, Nixon me dijo que iba a ir posteriormente a Arabia Saud¨ª. Fueron las primeras noticias que tuve de su viaje, y no hablamos m¨¢s de ello.
P. ?Cree que Oriente Pr¨®ximo es un polvor¨ªn?
R. Claro que lo es.
P. ?C¨®mo va a desactivarlo?
R. Los Estados ¨¢rabes moderados, como Egipto, quieren la paz, e Israel tambi¨¦n la quiere. Estados Unidos puede convertirse en una fuerza que impedir¨ªa que el mayor elemento perturbador del mundo, la Uni¨®n Sovi¨¦tica, no haga ning¨²n da?o en Oriente Pr¨®ximo.
P. ?Qu¨¦ va a hacer si no tienen ¨¦xito las conversaciones egipcio-israel¨ªes sobre la autonom¨ªa palestina?
R. No puedo aceptar que no vayan a tener ¨¦xito. Nuestros embajadores est¨¢n participando en esas conversaciones, lo que demuestra una vez m¨¢s que queremos ayudar en todo lo que podamos.
P. El 2 de noviembre el rey Hussein iniciar¨¢ una visita oficial a Washington; ser¨¢ la primera vez que hablen ustedes dos. ?Le va a animar a participar en las conversaciones sobre la autonom¨ªa?
R. S¨ª, me gustar¨ªa. Ese es el objetivo ¨²ltimo. La elecci¨®n es entre un Israel que no puede vivir sin mantener un poder¨ªo militar masivo, rodeado de naciones que le superan en cien a uno, que se da cuenta de la existencia de elementos que se niegan a reconocer su derecho a ser una naci¨®n, y un Israel que puede vivir en paz rodeado de vecinos ¨¢rabes que reconocen el derecho a su existencia y que tienen tratados como el que Egipto tiene actualmente con Israel.
'La OLP se ha autonombrado portavoz del pueblo palestino'
P. ?Cree que conseguir¨¢ que la OLP se sume a las conversaciones de paz?
R. No quiero hablar exclusivamente de la OLP, porque no es m¨¢s que un grupo que se ha autonombrado portavoz del pueblo palestino. Tanto si les incluye a ellos como si no, hace falta resolver el problema; palestino, pero no se les puede incluir hasta que no est¨¦n dispuestos a reconocer el derecho a la existencia de Israel.
P. Pero ?quiere Estados Unidos. dialogar con la OLP?
R. Creo que es parte de lo que est¨¢ en juego en todo esto. Creo que Arabia Saud¨ª podr¨ªa desempe?ar un buen papel en este sentido.
P. ?Se refiere a llevar a la OLP a la mesa de conversaciones?
R. S¨ª.
P. ?Va a atraer a la OLP mediante su diplomacia silenciosa?
R. Creo que hay que encontrar alguna soluci¨®n para su problema.
P. Eso supone finalmente negociar con ellos, aunque sea mediante su diplomacia silenciosa.
R. Siempre que est¨¦n dispuestos a reconocer el derecho a la existencia de Israel.
P. ?Por qu¨¦ le parece que le hubiese faltado credibilidad en pol¨ªtica exterior si hubiese fracasado la venta de los aviones de vigilancia electr¨®nica AWACS a Arabia Saud¨ª?
R. Porque si rechazan mis planes de actuaci¨®n, entonces deje tener fuerza para negociar: Cuando quiera negociar con esos pa¨ªses no tendr¨¦ estatura ninguna. Me pueden mirar y decirme: ?C¨®mo podemos creer lo que dice si no puede cumplir sus promesas?. Adoptar¨¢n esta actitud. Y algunos dirigentes amigos entre nuestros aliados han afirmado que es esencial evitar esa situaci¨®n. '
P. ?Qu¨¦ garant¨ªas hay de que los aviones no van a caer en manos enemigas, o de que no vayan a ser empleados contra Israel?
R. Estableceremos alg¨²n acuerdo con Arabia Saud¨ª sobre la comunicaci¨®n de informaci¨®n y cuestiones semejantes. Tambi¨¦n se van a tomar ciertas medidas de seguridad respecto a los aviones. Todo est¨¢ pensado y, por supuesto, habr¨¢ una larga participaci¨®n de personal norteamericano en la preparaci¨®n de las tripulaciones y el mantenimiento de los aviones.
P. ?Por qu¨¦ resulta la venta tanto en inter¨¦s de Israel como de Estados Unidos?
R. Israel se va a beneficiar por dos razones. Una, porque creo que la mayor amenaza en Oriente Pr¨®ximo, tanto para Israel como para las naciones ¨¢rabes, es la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Ya hemos visto hace unas semanas la capacidad de los aviones iran¨ªes, aviones de vuelo bajo, para bombardear las instalaciones petrol¨ªferas de Kuwait. Con un radar de tierra, un ataque similar dirigido contra los pozos saud¨ªes se detectar¨ªa con tan s¨®lo dos minutos de antelaci¨®n, y estos pozos son important¨ªsimos para Jap¨®n, para nuestros aliados europeos y para nosotros mismos. Con los AWACS, el ataque se detectar¨ªa con tiempo suficiente para hacer ' despegar los aviones e interceptar a los atacantes sobre el Golfo.
Es una consideraci¨®n bastante pr¨¢ctica para todos nosotros, pero creo que el principal motivo de satisfacci¨®n para Israel es que queremos continuar el proceso de paz con ellos, y creemos que, en este sentido, los saud¨ªes son los m¨¢s influyentes. Creemos que esto ha quedado demostrado por su contribuci¨®n en el alto el fuego en L¨ªbano. Pensamos seguir trabajando con ellos para conseguir su plena participaci¨®n y la de los otros Estados ¨¢rabes moderados en el proceso de paz.
Arabia Saud¨ª es un l¨ªder de los pa¨ªses ¨¢rabes moderados. Creo que los saud¨ªes son la clave para extender la paz a todo Oriente Pr¨®ximo, en lugar de mantenerla limitada a Israel y Egipto. Lo que les resulta muy dif¨ªcil comprender a aquellos que se opusieron a la venta de los AWACS, que contemplan a Arabia Saud¨ª con miedo, es que Egipto, que hab¨ªa luchado contra Israel, haya dado media vuelta y fuese el primer pa¨ªs en hacer la paz y aliarse con Israel. ?Por que no pueden creer que otras naciones puedan hacer lo mismo? Y ese es nuestro objetivo: convencer a esas otras naciones de que lo hagan.
Esta es nuestra pol¨ªtica en Oriente Pr¨®ximo. Nuestro objetivo, sin perder de vista la seguridad de Israel, consiste en traer la paz a esa atormentada regi¨®n. No puedo entrar en detalles espec¨ªficos; creo que es mejor mantenerse en el ¨¢rea de la diplomacia silenciosa.'
"Me gustar¨ªa que los israel¨ªes entendieran que tienen en el despacho oral al mejor amigo "
P. ?C¨®mo describir¨ªa las relaciones entre Estados Unidos e Israel?
R. Le dir¨¦ que cuando convers¨¦ en este mismo despacho con el primer ministro israel¨ª, Men¨¢jem Beguin, y le dije que quer¨ªamos llevar adelante la venta de los aviones AWACS y le expliqu¨¦ nuestras razones, que queremos que otros Estados ¨¢rabes participen en el proceso de paz, que queremos que otros hagan lo que Egipto hizo, no le molest¨® nuestra actitud, aunque dijo que ¨¦l mantendr¨ªa su actual postura ; pero luego hablamos extensamente de la relaci¨®n de Estados Unidos con Israel, y cuando sali¨® de este despacho dijo a todo el mundo que hab¨ªa conseguido el mejor entendimiento con Estados Unidos que hab¨ªa tenido nunca.,
Creo que esto es totalmente cierto, que nuestras relaciones son buenas. Me gustar¨ªa que los israel¨ªes entendieran que tienen en el despacho oval al mejor amigo que han tenido nunca. Le asegure a Beguin que reconozco a Israel como pa¨ªs aliado y que ambos pa¨ªses se benefician de esta relaci¨®n.
P. ?Qu¨¦ razones tienen los israel¨ªes para no pensar que los AWACS son una amenaza a su seguridad?
R. Vemos lo que est¨¢ sucediendo en Ir¨¢n. Vemos a los sovi¨¦ticos en Afganist¨¢n. Los saud¨ªes tienen tanto miedo a los sovi¨¦ticos como los israel¨ªes y como nosotros mismos, y son conscientes de su gran vulnerabilidad, de lo simple que ser¨ªa eliminar su principal fuente de ingresos, la industria petrolera. Por eso quieren asegurarse de que no les pueda suceder lo que le sucedi¨® a Kuwait. Fueron aviones iran¨ªes los que se infiltraron y atacaron sus pozos petrol¨ªferos, y eso que Kuwait no est¨¢ en guerra. Los saud¨ªes necesitan esta protecci¨®n y se han mostrado bastante colaboradores a prop¨®sito de la utilizaci¨®n que har¨¢n de los aviones, compartiendo su informaci¨®n con nosotros. Esto nos va a resultar beneficioso, ya que tenemos aviones y barcos en el Golfo y en el oce¨¢no Indico. Por eso no resultan en ning¨²n sentido una amenaza para Israel.
P. ?Qu¨¦ hay de cierto en las acusaciones de algunos senadores de que ofreci¨® favores a cambio de votos en el Senado para que aprobasen la venta de los AWACS?
R. Ni se ha presionado a nadie, ni ha habido ning¨²n acuerdo secreto, ni se han intercambiado favores con nadie, de ninguna manera. No act¨²o as¨ª. No hemos hecho nada de lo que han dicho, y, francamente, me han decepcionado las afirmaciones de algunos senadores.
P. ?Merec¨ªa la pena el capital pol¨ªtico que se invirti¨® en este asunto?
R. S¨ª, la merece; porque si nosotros no nos esforzamos por conseguir la paz en Oriente Pr¨®ximo, ?qui¨¦n lo va a hacer?
P. ?Qu¨¦ me dice de los senadores Mark Harfield y John Glenn (ex austronauta)? ?Por qu¨¦ se oponen con tanta fuerza a la venta de los aviones AWACS?
R. No comprendo al senador Glenn y, por supuesto, que no estoy de acuerdo con sus afirmaciones de que hemos utilizado t¨¢cticas poco legales. Es una distorsi¨®n de la verdad. El senador Glenn quiere que los AWACS patrullen la zona, s¨®lo que quiere que lo hagan bajo nuestro control total. Cree que deber¨ªan estar en la regi¨®n por razones de seguridad nuestra en la protecci¨®n de Oriente Pr¨®ximo. Lo que quiere que hagamos es que estacionemos fuerzas norteamericanas en la regi¨®n o en un pa¨ªs vecino, y no lo hemos hecho.
. En cuanto al senador Harfield, se opone a cualquier venta de armas. Cree que el mundo estar¨ªa mejor sin armas. Quiz¨¢ tenga raz¨®n, excepto que, ?c¨®mo se llega a esa situaci¨®n? Vamos a intentar negociar cierta reducci¨®n de armamento con la Uni¨®n Sovi¨¦tica. Pero, por supuesto, ¨¦l se opone a que entreguemos armas a nadie. Es ciertamente extra?o considerar los aviones AWACS como un arma. No llevan ni una escopeta de perdigones, y son bastante vulnerables a cualquier ataque. Lo ¨²nico que pueden hacer es darse media vuelta y huir.
P. En la conferencia de Prensa que dio el 1 de octubre pareci¨® indicar que Israel y los grupos de presi¨®n proisrael¨ªes de Estados Unidos se estaban entremetiendo en su pol¨ªtica exterior al oponerse a la venta de los aviones AWACS a Arabia Saud¨ª. ?Quer¨ªa decir eso?
R. S¨¦ que hay quien lo interpret¨® as¨ª, pero se equivocaron. Me sent¨ª terriblemente molesto cuando me enter¨¦ de que algunos defensores de Israel pensaban que me refer¨ªa a ellos. No era as¨ª, y no quiero que nadie lo piense as¨ª En el debate sobre la venta de los aviones AWACS no quisimos colocar a nadie en una disyuntiva entre Reagan o Beguin, como al parecer dijo alguien. Hay quien me ha dicho que por nuestra postura en el tema de los AWACS, Arabia Saud¨ª nos estaba dictando nuestra pol¨ªtica exterior. En realidad, me estaba refiriendo a los medios de comunicaci¨®n que han estado publicando historias de este tipo. Quiero que los dos bandos sepan que somos nosotros los que decidimos nuestra pol¨ªtica exterior.
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