Resucita la "ley de los radicales" en la Rep¨²blica Federal de Alemania
El tribunal federal de lo contencioso-administrativo fall¨® en Berl¨ªn Oeste que el funcionario de Correos Hans Peter deber¨¢ ser despedido de su puesto de trabajo en la Administraci¨®n p¨²blica por su militancia en el Partido Comunista alem¨¢n (DKP), de orientaci¨®n prosovi¨¦tica. Con gritos de "fuera, fuera" y "aqu¨ª se aplica justicia ideol¨®gica" se acogi¨® el fallo del tribunal el pasado jueves en Berl¨ªn Oeste. El t¨¦cnico de Correos Peter abandon¨® la sala del tribunal sin esperar la lectura de la fundamentaci¨®n de la sentencia, y grit¨®: "Aqu¨ª no tengo nada que hacer ni se puede esperar justicia".Cuando parec¨ªa enterrada y olvidada, la llamada ley de los radicales resurge de sus cenizas con la sentencia del tribunal federal administrativo, que consider¨® incompatible la pertenencia al DKP con la fidelidad debida al Estado.
La ley de los radicales fue un acuerdo adoptado el 28 de febrero de 1972 por el entonces canciller socialdem¨®crata, Willy Brandt, y los presidentes de Gobierno de los Estados federales contra los extremistas en los servicios p¨²blicos.
En la Rep¨²blica Federal de Alemania, donde muchos pol¨ªticos repiten con autosatisfacci¨®n que "es el Estado m¨¢s libre que ha existido jam¨¢s sobre territorio alem¨¢n", el t¨¦cnico de Correos Hans Peter podr¨ªa llegar a ser canciller federal, si gana las elecciones, pero no puede repartir cartas o reparar tel¨¦fonos.
La sentencia de Berl¨ªn dice que su militancia en el DKP, demostrada con su presentaci¨®n a las elecciones municipales, es incompatible con la "fidelidad exigible a un funcionario del Estado", que debe distanciarse de los objetivos de un partido que no acepta las bases liberal-democr¨¢ticas que son fundamento del Estado.
Las medidas represivas contra extremistas se aplicaron en la RFA casi exclusivamente contra personas de izquierda, y s¨®lo en alg¨²n caso aislado contra militantes ultraderechistas o de partidos neonazis. La intenci¨®n discriminatoria de la "ley de los radicales" se advierte en su mismo origen, el a?o 1972, como un intento de frenar la llegada a la Administraci¨®n de los participantes en el movimiento estudiantil de finales de la d¨¦cada de los sesenta, y se formul¨® en medio de la histeria antiterrorista provocada por las actividades del grupo Baader-Meinhof.
El ex canciller Willy Brandt reconoci¨® que la "ley de los radicales fue un error", pero sus consecuencias se advierten todav¨ªa hoy, seg¨²n se desprende de la sentencia, que puede servir de precedente para una limpieza de la Administraci¨®n de presuntos extremistas.
En la RFA, el DKP se asemeja a un grup¨²sculo, con s¨®lo un 0,2% (71.600 votantes) en las ¨²ltimas elecciones federales y unos 50.000 afiliados. En opini¨®n de los legisladores y de los jueces, esto constituye un peligro para el fundamento del Estado. La presencia en la administraci¨®n de justicia de muchos jueces que ejercieron su oficio y aplicaron sin escr¨²pulos las leyes hitlerianas durante el nazismo nunca se consider¨® peligrosa.
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