La pareja Rup¨¦rez-Allan, vencedora de los Seis D¨ªas de Madrid

La pareja hispano-australiana formada por Faustino Rup¨¦rez y Don Allan se proclam¨® vencedora de la und¨¦cima edici¨®n de los Seis D¨ªas Ciclistas de Madrid, que terminaron a la una de la madrugada de hoy en el Palacio de los Deportes de Madrid con cero vueltas perdidas. A continuaci¨®n se clasific¨® la pareja integrada por Lasa-Pfegen, tambi¨¦n a cero vueltas. En tercer lugar figuraron los belgas De Bosscher-Tourne, a una vuelta.

Los Seis D¨ªas de Madrid, que concluyeron anoche, fueron seguidos por el p¨²blico con el suficiente inter¨¦s como para augurarles un buen futuro. Aunque el organizador, Carlos Pardo, a¨²n no se ha pronunciado, es muy posible que Madrid recupere definitivamente la prueba, perdida durante once a?os.El reglamento de los Seis D¨ªas ha variado para suavizarse. Ya no es obligado, como lo era antes, que continuamente uno de los dos componentes de cada equipo estuviese sobre la bicicleta. Ahora basta con que est¨¦ en el vel¨®dromo, y a las horas a las que no hay competici¨®n los corredores aprovechan para dormir. En el vel¨®dromo se instalan unas casetas en las que duerme uno de cada equipo. a fin de cumplir con esa norma, y fuera de ¨¦l, pero en las mismas dependencias del palacio, el otro. Est¨¢ prohibido salir del recinto.

El inter¨¦s de la prueba ha estado en los omniums a la americana, prueba en la que se re¨²nen los Veint¨ªcuatro corredores en la pista, se relevan los miembros de los equipos y tratan todos de obtener vuelta de ventaja para ir en cabeza de carrera. La mayor¨ªa de los participantes utiliza un desarrollo 52 X 16, que supone 6,94 metros de avance por pedalada, y en los sprints se alcanzan velocidades pi¨®ximas a los sesenta kil¨®metros por hora.

Lo que no despert¨® gran inter¨¦s fueron las carreras de eliminaci¨®n, pese a la belleza de las mismas cuando son realmente disputadas Eli estas series, cada cinco vueltas queda eliminado el ¨²ltimo. El problema en este caso es que el resul tado de estas series no ten¨ªa influencia en la clasificaci¨®n de los Seis D¨ªas, sino un premio aparte, y muchos corredores se desentend¨ªan, lo que le ha quitado enorme inter¨¦s.

Algo similar ha sucedido con las series tras velomotores Pueh, unas bicicletas con motor del mismo tipo que las que se utilizan en la cl¨¢s¨ªca Burdeos-Par¨ªs. En cada serie compet¨ªan s¨®lo cinco corredores y han carecido de emoci¨®n.

Independientemente del resultado final, el belga Debosser ha sido el ¨ªdolo de los Seis D¨ªas. Su simpat¨ªa y su ingenio para divertir al p¨²blico, incluso en los momentos de mayor lucha, han sido muy agradecidos por la afici¨®n.