El capit¨¢n del submarino sovi¨¦tico encallado accedi¨® ayer a ser interrogado por las autoridades suecas
Dos variantes sustanciales se produjeron ayer en el ruidoso y ya prolongado incidente del submarino sovi¨¦tico que hace una semana violara las aguas territoriales suecas en una zona militar adyacente al archipi¨¦lago de Karlskrona, encallando en el lugar: la primera fue la aceptaci¨®n de capit¨¢n del submarino, Pjotr Guzjin, de someterse a un interrogatorio a cargo de un oficial de la Marina sueca, interrogatorio que comenz¨® en las primeras horas de la tarde, en un barco sueco, y despu¨¦s del cual el marino sovi¨¦tico fue devuelto nuevamente al submarino
, El segundo hecho importante fue causado por un fuerte temporal de viento y lluvia que torn¨® dram¨¢tica la situaci¨®n de la nave averiada, debiendo procederse a su remolque hacia aguas m¨¢s tranquilas, operaci¨®n que cumplieron dos embarcaciones de la Marina sueca. Luego de un fin de semana tenso, pero en el que casi nada importante sucedi¨®, vac¨ªo que fue llenado con una ola de rumores m¨¢s o menos tremendistas, el incidente parece encaminarse ahora hacia una soluci¨®n pr¨®xima, aunque a¨²n hay muchas inc¨®gnitas sin despejar que impiden saber con certeza cu¨¢ndo y c¨®mo terminar¨¢ todo el asunto.Gran parte de la clave reside en el resultado del interrogatorio, que est¨¢ bajo la responsabilidad del comandante de Marina Karl Andersson, el ¨²nico sueco que ha visitado el submarino y ha oficiado de enlace entre ¨¦ste y el Gobierno sueco. Una vez Finalizada su tarea, Andersson elevar¨¢ el informe correspondiente al Gobierno de Estocolmo.
Si ¨¦ste estima que las respuestas del oficial sovi¨¦tico son convincentes en cuanto a respaldar la versi¨®n del desperfecto en el sistema de navegaci¨®n, que oblig¨® a cometer la grave infracci¨®n en forma involuntaria, lo fundamental del episodio estar¨¢, en principio, terminado. No podr¨ªa decirse que como si nada hubiera pasado, pero al menos sin grave quebranto de las relaciones entre ambos pa¨ªses.
Si, por el contrario, las respuestas del capit¨¢n Guzj1n no satisfacen al Gobierno sueco, ¨¦ste puede solicitar un nuevo interrogatorio. Si al cabo de ¨¦ste los testimonios aportados no satisfacen al Gobierno, se abre un abanico de posibilidades sobre las cuales, hasta el momento, las autoridades han eludido cuidadosamente pronunciarse, ya que no consideran serio ni prudente especular sobre presunciones.
Pero las reacciones pueden ir desde el juicio por espionaje al capit¨¢n y el embargo de la nave, en la que no se tiene mucho inter¨¦s, por tratarse de un modelo antiguo que poco o nada aportar¨ªa en materia tecnol¨®gica, hasta otras medidas m¨¢s dr¨¢sticas.
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