Versiones contradictorias en el supuesto secuestro de Diego gonz¨¢lez de la Higuera
Diego Gonz¨¢lez de la Higuera Ayll¨®n, redactor deportivo de Radio Popular de Ciudad Real y presidente de una cooperativa de viviendas en esta ciudad, sufri¨® un extra?o secuestro la noche del pasado lunes en un hotel madrile?o, con la finalidad, al parecer, de obtener del periodista veinticinco millones de pesetas, a cambio de no accionar un artefacto explosivo -que luego se descubri¨® simulado-, que le fue colocado en la cintura seg¨²n la versi¨®n policial y en el pecho, seg¨²n declaraciones del presunto secuestrado a la agencia Efe. Los datos recogidos por este peri¨®dico de fuentes policiales y la versi¨®n que el periodista afreci¨® a la citada agencia difieren.
Diego Gonz¨¢lez declar¨® a la mencionada agencia que el viernes pasado le visitaron en Ciudad Real -una se?orita y un hombre que, supuestamente in formados por un amigo m¨ªo en Madrid, pretend¨ªan adquirir unos locales", mientras que los datos recogidos por este peri¨®dico hablan de una supuesta llama da telef¨®nica de un hombre, cuy identidad se desconoce, para citarse con el periodista en Madrid, por indicaci¨®n de un arquitecto amigo de ambos. El redactor deportivo asisti¨®, seg¨²n los datos recogidos por EL PAIS, al hotel Meli¨¢-Castilla -en donde se concert¨® la reuni¨®n- la noche del lunes, y fue secuestrado por dos hombres y una mujer, que le obligaron a subir a una habitaci¨®n de la tercera planta donde le golpearon y amordazaron. En este momento, siempre seg¨²n las mismas fuentes informantes, los secuestradores le comunicaron que manten¨ªan igual mente secuestrados a los miembros de su familia -su mujer y tres hijas- y le intentaron con vencer para que firmara un tal¨®n bancario por valor de veinticinco millones de pesetas.La versi¨®n ofrecida por el su puesto secuestrado a la agencia Efe indica, por el contrario, que los secuestradores eran cuatro -tres hombres y una mujer- que hab¨ªan reservado una suite triple en el hotel, a la que le se dirigi¨®, de acuerdo con la cita que ten¨ªa. "Nada m¨¢s entrar en la habitaci¨®n, un hombre encapuchado y armado con una metralleta se abalanz¨® sobre m¨ª, mientras que otros dos me amenazaban con una navaja de grandes dimensiones y una pistola", explic¨® Gonz¨¢lez de la Higuera, para continuar asegurando que "tambi¨¦n se hallaba en la suite una mujer de unos treinta a?os. Tras amordazarme y taparme los ojos con un esparadrapo y atarme las piernas, comenzaron a golpearme, y me obligaron a llamar a mi esposa a Ciudad Real y convencerla de que firmara un tal¨®n bancario por importe de siete millones de pesetas y que se lo entregara a un amigo nuestro, que deb¨ªa cobrar el tal¨®n en el Banco de Espa?a".
A la vista de las distintas versiones que existen sobre los hechos, no ha sido posible hasta el momento llegar a aclarar lo sucedido en el hotel madrile?o, habida cuenta de que, adem¨¢s, mientras los hechos recogidos de fuentes policiales hablan de que el secuestrado se encontraba recostado en la cama de la habitaci¨®n con un explosivo colocado en el pecho cuando entr¨® una camarera del centro hotelero, la versi¨®n facilitada por el supuesto secuestrado mantiene que, tras "lograr quitarme el esparadrapo de las piernas y la mordaza, sal¨ª al pasillo para comunicar mi situaci¨®n. Despu¨¦s, un grupo de artificieros de la Polic¨ªa Nacional logr¨®, con sumo cuidado, desactivar el artefacto". Sin embargo, y en contra de esta versi¨®n facilitada por el periodista, los artificieros de la Polic¨ªa encontraron un objeto que se parec¨ªa a una bomba, pero que era un artefacto simulado, muy parecido a los colocados anteriormente a los se?ores Viola y Bult¨®.
Diego Gonz¨¢lez mantiene que los secuestradores no pudieron cobrar el tal¨®n porque "fue anulado inmediatamente". Otras versiones indican que no se pudo cobrar el cheque porque fue firmado por su mujer, Mercedes, que no ten¨ªa autorizaci¨®n por no estar la cuenta bancaria a su nombre.
Asimismo, en el relato de Gonz¨¢lez de la Higuera se habla de que le cost¨® convencer a su mujer para que firmara el tal¨®n -"le dije que necesitaba ese dinero para salir de un apuro con la Justicia-, mientras no est¨¢ claro a¨²n cu¨¢les fueron las causas de que, en un principio se hablara de que el tal¨®n deber¨ªa ser deveinticinco millones de pesetas y luego resultara que s¨®lo pretend¨ªan siete millones, en un tal¨®n firmado po r su mujer y no por ¨¦l.
En sus declaraciones, Gonz¨¢lez de la Higuera mantiene que hacia la una de la tarde de ayer "coment¨¦ que, estando mi mujer a punto de dar a luz y mi madre en estado muy grave de salud, si llamaba alguien de mi familia a la habitaci¨®n y no recib¨ªa contestaci¨®n, se lo comunicar¨ªa a la Polic¨ªa, tras lo que huyeron r¨¢pidarnente". Sin embargo, hay que recordar que el supuesto secuestrado asegura que fue obligado a convencer a su mujer de que firmara un tal¨®n por siete millones de pesetas, por lo que tampoco queda claro el hecho de que los presuntos secuestradores se atemorizaran por el hecho de que la mujer del redactor deportivo pudiera llamar al hotel.
Seg¨²n manifestaciones policiales, el m¨®vil del supuesto secuestro podr¨ªa ser, con toda probabilidad, econ¨®mico, dadas sus relaciones con la cooperativa de viviendas Dos Quijote, de Ciudad Real, de la que es presidente. En este sentido se expres¨® la esposa de Gonz¨¢lez de la Higuera cuando, consultada por EL PAIS, se manifest¨® en el sentido de que el extra?o secuestro "s¨®lo podr¨ªa deberse a las relaciones de mi marido con la cooperativa de viviendas. Y aqu¨ª, en Ciudad Real, hay muchas envidias.
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