El Pleno del Congreso aprob¨® la ley del Instituto Nacional de Hidrocarburos

En un clima de absoluto desinter¨¦s y con los esca?os medio vac¨ªos (toda la atenci¨®n pol¨ªtica estaba centrada en la crisis; de UCD, en los pasillos), el Pleno del Congreso debati¨® ayer el proyecto de ley del Instituto Nacional de Hidrocarburos. Este ente, que integrar¨¢ la mayor parte de los intereses p¨²blicos en el sector energ¨¦tico, fue presentado como decreto por el Gobierno en el pasado mes de abril, acordando la C¨¢mara que se tramitara como proyecto de ley. El texto del proyecto fue aprobado casi en su totalidad; quedaban por debatir un par de art¨ªculos y las disposiciones finales, sin que se modificara una l¨ªnea del mismo.Pese a la trascendencia del tema, que por la pugna de competencias entre distintos ministerios y por los fuertes intereses del sector privado no hab¨ªa podido abordarse hasta ahora, el ministro de Industria y, Energ¨ªa, el ¨²nico miembro del Gobierno que se encontraba en ese momento en el banco azul, abandon¨® el hemiciclo en compa?¨ªa de Fraga y Osorio cuando el portavoz socialista, S¨¢enz Lorenzo, iniciaba la defensa de una enmienda a la totalidad con un texto alternativo.

Los socialistas, tras recordar sus tesis sobre la necesidad de una mayor coordinaci¨®n entre hidrocarburos y el rest-o del sector energ¨¦tico, propugnaron la inclusi¨®n de la importaci¨®n y distribuci¨®n de crudos, en el citado Instituto Nacional de Hidrocarburos. La integraci¨®n de las cuatro fases: investigaci¨®n y retrospecci¨®n, refino del sector p¨²blico, importaci¨®n y distribuci¨®n, dotar¨ªa de mayor eficacia a la coordinaci¨®n y eliminar¨ªa el bicefalismo Hacienda-Industria.

Tambi¨¦n insistieron, en la defensa de su texto alternativo, en la necesidad de incluir en el proyecto de creaci¨®n del INH -dada la demora en la elaboraci¨®n del estatuto de la empresa p¨²blica- criterios sobre el funcionamiento, control e incompatibilidades del nuevo ente.

S¨¢nchez de Le¨®n, presidente de Campsa (extremo que le recordaron constantemente los socialistas) se opuso al texto alternativo socialista y defendi¨® en nombre de UCD el proyecto de ley que deja el monopolio de disltribuci¨®n de Campsa fuera del INH.

El texto alternativo del PSOE fue rechazado por 138 votos en contra, frente a 115 a favor (sociatist¨¢s y comunistas, fundamentalmente).

Enmiendas

A continuaci¨®n se debatieron, con igual suerte, distintas enmiend¨¢s parciales de socialistas, comunistas y Minor¨ªa Catalana. Los comunistas propugnaban, entre otros puntos, la creaci¨®n de un instituto nacional de la energia, que agrupara a hidrocarburos, miner¨ªa, el¨¦ctricas, etc¨¦tera. Los socialistas, por su parte, desarrollaron los argumentos apuntados en su enmienda a la totalidad. As¨ª, por ejemplo, insistieron en la necesidad de aclarar el destino del patrimonio de Campsa, y de la red primaria de distribuci¨®n del monopolio. Este tema es uno de los que enfrenta a

los intereses del sector privado (que son mayoritarios en las refiner¨ªas) con los planteamientos de un servicio a los intereses p¨²blicos. El monopolio de distribuci¨®n en manos de Campsa en la actualidad deber¨¢ desaparecer con nuestra integraci¨®n en la Comunidad Econ¨®mica Europea. De ah¨ª la necesidad de aclarar su destino y utilizaci¨®n -est¨¢n en Juego muchos miles de millones de pesetas-, previamente a nuestra integraci¨®n en el Mercado Com¨²n.Minor¨ªa Catalana, por su parte, propugnaba la participaci¨®n de las comunidades aut¨®nomas en las tomas de decisi¨®n que afectaran a los distintos entes territoriales en materia de pol¨ªtica de hidrocarburos. Con respecto a la importaci¨®n, los partidos de la oposici¨®n recordaron que el 60% de las mismas se hacen en r¨¦gimen de comercio de Estado, y que "su distribuci¨®n es acordada por una comisi¨®n en que son mayoritarios los intereses privados.