Los dos "?etarras? errantes", confirmados en un pueblo cerca de Marsella.

Los dos vascos errantes, presuntos, etarras, Jos¨¦ Antonio P¨¦rez In¨ªguez de H¨¦redia y Jos¨¦ Ram¨®n Alcorta, han sido confinados por las autoridades francesas en Florac, una villa de 2.000 habitantes del departamento de Lozere, no lejos de Marsella. Ayer, al alba, salieron de Le Gavre, un pueblecito pr¨®ximo a Nantes, y a lo largo de esta madrugada se les esperaba en Florac. Las autoridades de la isla de Yeu, en donde se encuentran c¨®nfinados otros cinco presuntos etarras espa?oles, contin¨²an manifest¨¢ndose preocupadas.

En este ¨²ltimo lugar, como en la isla de, Quessant, en Le Gavre o en Florac, la polic¨ªa, m¨¢s que los militantes vascos, inspiran c¨¢lculos de orden econ¨®mico, no siempre negativos.Esta madrugada deb¨ªan llegar a Florac P¨¦rez Iniguez y Alcorta, que parece Yan a encontrar asiento y reposo, tras haber provocado la batalla de la isla: de Ouessant, dejando rastro a continuaci¨®n en Nantes y en Le Gavre. Desde este ¨²ltimo pueblecito, ayer, la se?ora Gleize, Propietaria del Central Hotel et de la poste, en el que a estas horas ya se encontrar¨¢n alojados los vascos, telef¨®nicamente, mantuvo una conversaci¨®n extremadamente amable y entusiasta con EL PAIS:

Pregunta: ?Es cierto que van a llegar los dos vascos?

Respuesta. S¨ª, los estoy esperando.

P. Parece ser que est¨¢ usted contenta.

R. No s¨¦ si lo estoy o no. Pero es una experiencia que me interesa.

P. ?Y eso por qu¨¦?

R. Porque acabo de abrir el hotel y este es un lugar muy tranquilo, en donde no pasa nada en esta ¨¦poca. Por ello pienso que puede ser bueno para el hotel.

P. ?Le han obligado a aceptar a los vascos?

R. No, nada de eso. Ayer vinieron unas personalidades y me expusieron la cuesti¨®n. Me dijeron que lo pensara durante una hora, y les respond¨ª positivamente. Entonces fue cuando reservaron doce habitaciones.

Temores y alegr¨ªas

La secretaria de la alcald¨ªa de Florac, en ausencia del alcalde, asegura que ?no s¨¦ nada de nada?, al interrogarla sobre el confinamiento de los vascos espa?oles en la localidad.Ayer, al amanecer, inopinadamente, con la docena y media de polic¨ªas e inspectores que los vigilan y qustodian, los presuntos . etarras salieron de Le Gavre, sin que nadie supiera hacia ddnde se dirig¨ªan. Durante las ¨²ltimas 48 horas hab¨ªan sido alojados en el hotel Del Bosque, ubicado entre los ¨¢rboles y al lado de la capilla de la Magdalena, reliquia que cobija a una virgen del siglo XV. El lugar es casi paradisiaco, un manjar de la Francia profunda, y la caza es copiosa. El matrimonio due?o del hotel, en cuanto desaparecieron los dos vascos y la polic¨ªa, reventaron de furia y de alegr¨ªa. Todo lo que hablan tragado durante los dos d¨ªas pasados, de repente, durante unos minutos, lo vomitaron (no sin ret¨¦n) sobre el periodista: ?Yo no s¨¦ nada de vascos ni de nada. Ni s¨¦ si han estado aqu¨ª ni s¨¦ cu¨¢ndo se fueron?, dijo la due?a del hotel. Poco a poco, el rriatrimonio ya combatiente de la tercera edad, se amans¨®. Y el marido y la mujer se turnaban para desahogarse. Ella: ?Mire usted, a la polic¨ªa no la quiere nadie. Este es un lugar tranquilo, y no queremos problemas. Imagine usted que viene aqu¨ª una pareja al hotel: en cuanto vean a tantos polic¨ªas, escapan, como es l¨®gico. No, no; yo ahora respiro?. El: ?Adem¨¢s, anteayer, nos llamaron y, sin decirnos nada, reservaron doce habitaciones. Nosotros cre¨ªmos que se trataba de un seminario que iba a desarrollarse aqu¨ª, como ya ha sucedido. Y mire lo que se nos vino encima?.

La secretaria del Ayuntamiento, ir¨®nica y reticente, anota que ?el Ministerio del Interior actu¨® directamente, y nos los envi¨® aqu¨ª sin pasar ni por el diputado ni por el alcalde?. Un responsable de la comisar¨ªa de Blain, villa cabecera de municipio, explica c¨®mo han llevado ellos el asunto: ?Hoy, a las seis de la ma?ana, nos avisaron diciendo que viajar¨ªan al departamento de Lozere, pero sin precisar el pueblo. Este asunto es delicado para todos, y ya empieza a ser inaudito tanto ir y venir.

El alcalde de la isla de Yeu se quej¨® ayer de nuevo al evocar las consecuencias econ¨®micas que puede tener para el lugar la estancia prolongada de la polic¨ªa, y los etarras Cionfinados por el Gobierno franc¨¦s. ?Si para Pascua a¨²n est¨¢n aqu¨ª, ser¨¢ una cat¨¢strofe?, sentenci¨® Jos¨¦ Arrugaeta, uno de los confinados en Yeu, le declar¨® a un periodista local: ?Nosotros, aqu¨ª, nos consideramos como rehenes. El Gobierno franc¨¦s, como ha rechazado la extradici¨®n, quiere darle prueba de buena voluntad al Gobierno espa?ol. Aqu¨ª no habr¨¢ atentados?.