Joan Oliver recrea el ''Pigmali¨®n", de Shakespeare
En el teatro Romea, de Barcelona, -subarrendado por la Generalidad y bautizado Centro Dram¨¢tico de la Generalidad de Catalu?a-, se celebr¨® anteayer el estreno de Pigmali¨®n, de G. Bernard Shaw, en versi¨®n de Joan Oliver (Pere Quart).
De hecho, se trata de una recreaci¨®n de la famosa obra. La acc¨ª¨®n transcurre en Barcelona y no en el Reino Unido. Pese a que Joan Oliver sea probablemente el escritor catal¨¢n que mejor domine la creacion en su lengua, las dificultades de adaptaci¨®n de la trama -en la que la lengua y el l¨¦xico juegan un papel decisivo- fueron tantas que permiten la apreciaci¨®n de aspectos cr¨ªticos. En efecto, mientras que en Inglaterra el l¨¦xico y la pronunciaci¨®n permiten situar socialmente a los individuos, en Catalu?a el problema es muy diferente y mucho m¨¢s complejo.
Hecha esta constataci¨®n obvia, puede indicarse que algunos personajes mezclan incomprensiblemente en sus intervenciones barbarismos con cultismos, sin que llegue a poder descifrarse el significado de esta contradicci¨®n.
No obstante, la obra es muy superior a su interpretaci¨®n. La escasa profesionalidad de muchos de los actores y algunos errores de direcci¨®n (como un ritmo muy r¨¢pido en algunas conversaciones) eran perfectamente apreciables. Sin duda alguna, la mejor int¨¦rprete -por no decir la ¨²nica buena- es Paquita Ferr¨¢ndiz, quien, por desgracia, interpreta un papel poco importante
Por otro lado, en el teatro Poliorama se estren¨® la obra Terra baixa, de Angel Guimer¨¢, a cargo de la compa?¨ªa de Enrie Maj¨®. El montaje no difiere sustancialmente de los muchos que se han llevado a cabo de la famosa obra. Algunos personajes secundarios (en particular el de Nuria) bordearon el desastre, mientras que los dos personajes masculinos centrales (Manelic y Sebasti¨¢) carec¨ªan totalmente de la virilidad brutal y rudimentaria -lo que ahora llamar¨ªamos machismo- que les atribu¨ªa Guimer¨¢. Por ello, resultaron muy poco convincentes y en algunos casos, como en la escena final, francamente deficiente.
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