Arabia Saud¨ª y el Occidente

( ... ) Reagan considera que Arabia Saud¨ª ocupa una posici¨®n clave en sus esquemas para la defensa de la regi¨®n (contra la agresi¨®n exterior, no Contra la disidencia interior), y ha logrado imponer al Senado su plan de venta de aviones de reco nocimiento y otros armamentos (...)Otro cambio en la pol¨ªtica americana ha sido el p¨²blico reconocimiento por Reagan de que a la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina no puede dej¨¢rsele al margen en una negociaci¨®n de la paz (Jimmy Carter oblig¨® a dimitir a Andrew Young por decir lo mismo en una conversaci¨®n privada). Tambi¨¦n es este un gesto de agradecimiento hacia los monarcas de Arabia Saud¨ª por tratar de mantener a Occidente en el golfo P¨¦rsico. Israel interpreta esas dos decisiones con alarma, m¨¢s todav¨ªa cuando lord Carrington, con la satisfacci¨®n de Washington, explora el significado del plan Fahd para Palestina. Beguin se ha pronunciado contra los ocho puntos de ese plan y contra el pr¨ªncipe Fahd, y ha amenazado, si se aprueba ese plan, con reconsiderar los acuerdos de Camp David. ( ... )

Cada uno en el Pr¨®ximo Oriente tiene el poder de impedir un acuerdo, y nadie tiene el poder de imponer un r¨¦gimen significativamente diferente de los que existen hoy d¨ªa. ( ... )

4 de noviembre