Defensa del taxista
Con dolor he le¨ªdo la carta que, fruto de la m¨¢s profunda incomprensi¨®n y reuniendo los m¨¢s conocidos t¨®picos sobre la profesi¨®n de taxista, se public¨® en EL PAIS el pasado domingo 18 de octubre. Se hablaba en ella de: Descansos entre servicio y servicio. Si en una jornada de ocho horas (lo normal son bastantes m¨¢s) un taxista avanzara en l¨ªnea, recorrer¨ªa, sobradamente, la distancia entre Madrid,y M¨¢laga, por ejemplo. ?Usted no parar¨ªa para descansar si tuviera que conducir todos los d¨ªas de Madrid a M¨¢laga?
Contadores demasiado r¨¢pidos. No son los taxistas quienes fijan ni las tarifas autorizadas ni los modelos de aparatos autotax¨ªmetros permitidos (art¨ªculo 11 de la ordenanza del gremio). Por otra parte, todo tax¨ªmetro lleva obligatoriamente un sello de la Delegaci¨®n Provincial de Industria (art¨ªculo 14) que lo hace inviolable a cualquier manipulaci¨®n y que se revisa peri¨®dicamente por las autoridades municipales competentes (art¨ªculo 22). Toda alteraci¨®n de dicho sello se considera falta muy grave (art¨ªculo 51-III-c) y se pena con la retirada del permiso municipal de conducir por un a?o o definitivamente (art¨ªculo 52, c).
Contadores que se estropean. Nadie est¨¢ obligado a pagar otra cosa que lo que marca el contador, o que fijen los suplementos establecidos y documentalmente acreditados. Si al conductor se le olvida bajar la bandera, s¨®lo ¨¦l debe cargar con tal olvido (art¨ªculo 46). Cualquier alteraci¨®n de tarifas o suplementos se considera una falta muy grave (art¨ªculo 51-III-d), -penada como ya hemos visto.
Abusos en el trayecto Madrid-Barajas. Se deben a los llamados barajistas (profesionales de dichos abusos), que remontan su origen a la ¨¦poca en que el aeropuerto era coto privado de otros profesionales del volante, hoy desaparecidos, que no estaban acostumbrados al uso del aparato autotax¨ªmetro, sencillamente, porque no lo ten¨ªan.
La bajada de bandera. No puede realizarse antes que el cliente indique el lugar al que desea ir (art¨ªculo 46): en otro caso, el conductor incurre en infracci¨®n leve (art¨ªculo 51-1-a).
Prohibici¨®n defumar. Tal prohibici¨®n se permite si est¨¢ advertida en un cartel bien visible y el conductor se lo hace saber al cliente antes de bajar la bandera (art¨ªculo 38).
M¨ªnimos conocimientos, saber conducir. Para poder conducir legalmente un taxi, hecho por el que debe velar la Polic¨ªa Municipal, se requiere: 1. Certificado de empadronamiento (m¨ªnimo de cinco a?os viviendo en Madrid). 2. Permiso de conducir de clase C (el mismo que habilita para conducir camiones), que implica: ser mayor de veinti¨²n a?os, pasar un examen psicot¨¦cnico (vista, o¨ªdo, reflejos, etc¨¦tera), mec¨¢nica y examinarse de conducir con un cami¨®n. 3. Certificado negativo de penales. 4. Obtener el permiso municipal para los conductores de autom¨®viles de servicio p¨²blico (cartilla), tras superar. un duro examen sobre el callejero de Madrid. Adem¨¢s, un buen taxista sabr¨¢ decirles las horas y puntos de m¨¢ximo tr¨¢fico, a qu¨¦ alturas de las calles caen los n¨²meros de los portales, etc¨¦tera. Por otra parte, yo preguntar¨ªa ?qu¨¦ fontanero, electricista o profesional le cobrar¨ªa treinta pesetas m¨¢s sobre su salario normal por trabajar en d¨ªa festivo o por ir a su casa de madrugada?/
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